Después de una campaña intensa marcada por la tensión, las acusaciones cruzadas y las denuncias de amenazas, Sergio Massa y Javier Milei se enfrentan en un balotaje histórico que definirá el futuro presidente de Argentina tras la gestión de Alberto Fernández. El ambiente previo al balotaje es tenso, con un número significativo de indecisos según las encuestas, lo que pronostica un resultado reñido. A pesar de que algunos estrategas sugieren una ligera ventaja para Milei, tanto en La Libertad Avanza como en Unión por la Patria se muestran cautelosos. La campaña llegó a su clímax con acusaciones de posibles irregularidades en el conteo electoral y advertencias de un "fraude colosal". Las denuncias del candidato libertario, su hermana Karina Milei y otros dirigentes cobraron relevancia, generando una inusual atención en medio de una campaña dominada por la negatividad. Este sábado, los apoderados de ambos sectores fueron convocados de urgencia por la Cámara Nacional Electoral para disminuir la confrontación sobre las denuncias de fraude. Los jueces instaron a evitar sospechas infundadas sobre los resultados del domingo. Massa y Milei llegan a este balotaje tras casi un mes de la sorpresiva victoria del ministro de Economía en las generales de octubre. Según el escrutinio definitivo, el candidato de Unión por la Patria se impuso con el 36,7%, mientras que Milei obtuvo el 29,9%. Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, quedó en tercer lugar con el 23,83%. Massa continuó con su estrategia personalista, desmarcándose de cualquier insignia kirchnerista y tratando de distanciarse de la crisis económica. En contraste, Milei selló un acuerdo con Macri rápidamente, permitiéndole tener un mayor control en la fiscalización y una alianza de gobernabilidad, al menos en lo parlamentario, en caso de ganar el balotaje. La ciudadanía argentina está expectante ante este duelo electoral que redefine el mapa de poder del país. El resultado del balotaje tendrá un impacto significativo en el rumbo político y económico de Argentina.