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Director: Claudio Gastaldi | martes 14 de enero de 2025
Nota escrita por: Sergio Brodsky
domingo 15 de diciembre de 2024
domingo 15 de diciembre de 2024

El Milagro de un León

Raúl Alberto Antonio Gieco nació en Cañada Rosquín (Provincia de Santa Fe) un 20 de noviembre de 1951 y, en algún momento, pasó a llamarse León Gieco. He leído que fue a propósito de un episodio gracioso. Al realizar una prueba de sonido, hizo una conexión que quemó los equipos. Uno de los integrantes del grupo le reprochó: “Este sí que es el rey de las bestias”, y Gieco, divertido, adoptó entonces el apodo de León.

León Gieco parece no necesitar presentación: es uno más de nosotros. Es un músico que ilumina y desnuda la realidad desde la profundidad del arte. Es un canta-cantor que expresa en su música, con una sensibilidad y hondura singularísimas, nuestras luchas, sufrimientos, triunfos, alegrías y tragedias. Es un portavoz de nuestra cultura popular, comprometido siempre con las causas sociales, con el reconocimiento irrestricto de la diversidad, de las víctimas de la barbarie, y defensor sin fisuras de los derechos humanos.

Coherente con esos valores, el jueves pasado (12 de diciembre) iba a la Parroquia Nuestra Señora del Pilar para participar del homenaje a Evelyn Lamartine, madre superiora de Alice Domon y Léonie Duquet, las religiosas francesas secuestradas y desaparecidas en 1977. Al observar a un músico callejero —a la postre, Rafael Villamayor— que, en la plaza frente a la iglesia, cantaba Pensar en nada, uno de sus grandes temas, Gieco no dudó en bajar del auto. Ante la sorpresa de Rafael, se sumó a cantar con él.

El emotivo episodio comenzó a congregar transeúntes que no podían creer que el popular músico fuese quien integraba el dúo que interpretaba la bellísima canción, una obra que desliza una mirada crítica a la alienación y las desigualdades sociales. Enseguida, después del momento conmovedor, cruzó a la Parroquia, donde participó de la misa en homenaje a la religiosa y cantó su inmensa obra Solo le pido a Dios.

Nacida en Francia, Evelyn, “la santa de los drogones”, como la conocían por su trabajo de recuperación de adictos, dedicó su vida al trabajo social con los más pobres, estrechando fuertes lazos con la comunidad de Pilar. Nació en 1933 y sintió desde pequeña un fuego interior que la llevó a defender causas obreras e ideales de liberación. Tuvo un rol valiente y comprometido durante la dictadura y arriesgó su vida intentando salvar a sus compañeras Alice y Léonie, secuestradas en 1977 junto a referentes de las Madres de Plaza de Mayo frente a la Iglesia de la Santa Cruz por Alfredo Astiz, el Judas que se hacía pasar por hermano de un desaparecido para infiltrarse en el movimiento.

Recientemente, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitó la iglesia en honor a sus compatriotas y en repudio al genocidio de la dictadura y al negacionismo, apoyando los procesos ejemplares en Argentina de Memoria, Verdad y Justicia, reconocidos en todo el mundo. León ha sido uno de los artistas más involucrados con esta causa. Asimismo, ha brindado su talento para expresar palabras que significan experiencias históricas colectivas compartidas y echar luz sobre los conflictos que envuelven nuestro drama social.

En el primer caso, entre múltiples obras, ha cantado la tristeza del brutal asesinato, ya en democracia, de Pocho Lepratti, militante social masacrado por la policía santafesina en los fatídicos sucesos del 19 de diciembre de 2001. Su historia quedó inmortalizada en El ángel de la bicicleta, donde “cambiamos ojos por cielo, sus palabras tan dulces, tan claras, cambiamos por truenos” y donde se pregunta cómo puede convivir un ser tan noble como Pocho en nuestra patria junto a sus abyectos asesinos: “Cambiamos fe por lágrimas. ¿Con qué libro se educó esta bestia con saña y sin alma? Dejamos ir a un ángel y nos queda esta mierda que nos mata sin importarle de dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos, si somos obreros, curas o médicos”.

En este diciembre, en el que las bestias con saña y sin alma siguen reprimiendo impiadosamente, estas palabras resuenan con fuerza. También en El imbécil, León revela una cultura de la negación de las desigualdades, la injusticia social, el odio y la discriminación que ha madurado progresivamente hasta el extremo de su virulencia actual: “Sos de los que quieren que los chicos estén pidiendo guita y comida en las calles. Cerrás las puertas de tu auto falo cuando los chicos te piden un mango… Sos un imbécil que a los chicos culpás de la pobreza y la mugre que hay. Que nunca te echen, rogale a tu Dios, porque en el culo te pondrás ese auto”.

En el compromiso de un artista maravilloso como León Gieco, enredado medularmente con el drama y el destino de su pueblo, puede comprenderse el ataque a la cultura, manifestado en su chatura, en el desfinanciamiento o en los intentos de enmudecimiento o censura como una política esencial para la destrucción de la patria.

Por esas razones, solo le pido a Dios que el dolor de nuestros hermanos no nos sea indiferente y que sigan naciendo y existiendo músicos geniales como León Gieco, capaces de crear una conciencia social y popular crítica a través del arte y la cultura.

  • ALFREDO PAOLUCCI

    HURRA PARA LEÒN Y PARA EL MERITORIO AUTOR DE LA NOTA ….!!!!

  • Korea del Centro

    La nota muy buena, y creo que al menos la inmensa mayoría coincidirá con el autor, en que este artista tiene una enorme sensibilidad social y que necesitamos más artistas cómo él. Pero a todo «ícono» deberíamos ponerlos en su justa medida. Al leer el último párrafo de la nota, y teniendo en cuenta el vínculo familiar del cantante con un miembro fallecido del ejército israelí. Me pregunto si a León Gieco no les indiferente el secuestro de niños palestinos en cárceles israelíes, el constante bombardeo de las FDI a civiles en Gaza, el apartheid y el exterminio que están sufriendo los gazatíes? O sólo ha estado evitando «ofender» a un estado terrorista como lo es el de Israel???

  • Héctor López

    Excelente nota. Un groso León

  • Aristóbulo

    Macrón, presidente de un país cuyo ejercito le enseño a nuestro ejercito a hacer las mismas atrocidades que hicieron en Argelia… a no pará deber ser otro Macrón de otro país. En fin, la hipocresía.

  • Un presidente, Macron vino y con gesto patriótico hacia las monjas Francesas de su propia tierra, demostró, lo que en Argentina no hay, de parte de políticos y millares de individuos, que se llama Patriotismo y Amor a su Tierra y Conciudadanos. También demuestra el rechazo a los asesinos cobardes del terrorismo de estado. Que hoy mismo y con un indeseable poder judicial, muchos de esos asesinos, y apoyados por políticos, legisladores y ciudadanos comunes, siguen solicitando inocencia y libertad. Somos una vergüenza internacional, cuando hemos tenido la honra del mundo, por juzgar a quienes corresponde, en democracia y constitución, a ser una nación, de la joda, la chacota, y llevarnos a una republiqueta.

  • 👏🏼👏🏼👏🏼

    • Oír a Giecco es rememorar tantos hechos q atravesamos los humanos.
      Voy a traer unos soles
      Agua clara
      Tbien flores
      Para quitarle a la vida
      Sus dolores

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