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Director: Claudio Gastaldi
Concordia
jueves 3 de octubre de 2024
Nota escrita por: Federico Odorisio
lunes 10 de julio de 2023
lunes 10 de julio de 2023

Entrevista a Walter Corrado de Luz y Fuerza: “El sindicalismo debe estar en el recinto defendiendo ahí también los derechos de los trabajadores”

Walter Corrado, secretario general de la Seccional Concordia del Sindicato de Trabajadores de Luz y Fuerza Mercedes, sostiene que la normalización de la CGT local es crucial para garantizar una mayor representación política de los trabajadores. Durante una entrevista con DIARIOJUNIO, Corrado expresó su preocupación por la situación anómala que enfrenta la CGT en Concordia, donde un sector se ha enquistado y se muestra reticente a abrir el juego a la diversidad de pensamientos presentes entre los trabajadores. En cuanto a la relación entre el sindicalismo y la política, Corrado afirmó que ambos espacios están intrínsecamente vinculados y que es necesario involucrarse activamente en la política para defender y sostener los derechos de los trabajadores. Destacó que los sindicatos aportan no solo su estructura y votos, sino también un profundo conocimiento de los intereses de la gente. Sin embargo, señaló que algunos representantes de los trabajadores se resisten a abandonar su lugar de confort dentro de un sindicato y exponerse ante la sociedad. Corrado también planteó la necesidad de disputar lugares en las listas de candidatos, e incluso prepararse para ocupar funciones en carteras estratégicas de la gestión pública. Para lograr esto, consideró fundamental fortalecer el movimiento obrero y consolidar la CGT Concordia como impulsora de acuerdos políticos, de modo que los representantes estén al servicio de los trabajadores, de las organizaciones que los respaldan, y no del candidato que los incorpora a una lista.

-Hay movimiento dentro del ámbito sindical, una veintena de sindicatos locales están exigiendo la normalización de la CGT en Concordia y piden elecciones, proponen terminar con el triunvirato actual y elegir un Secretario General

-Hace, más o menos, dos años que venimos trabajando en lograr la unidad para la normalización de la CGT en Concordia. Lamentablemente no habíamos podido hasta acá lograr el consenso mayoritario para llegar a esa unidad. 

-¿Cuál es la situación anómala que entienden tiene la CGT de Concordia?

-Hay un sector que está enquistado, que no quiere abrir el juego a la diversidad de pensamientos que tenemos los trabajadores. Todos los sindicatos que fuimos dejados de lado porque teníamos posiciones encontradas con algunos dirigentes sobre cómo tenía que ser el funcionamiento y el propósito de la CGT, armamos un grupo de trabajo para pedir la normalización y llamar a elecciones. Tuvieron actitudes bastantes complicadas, jodidas, no nos permitían participar, no nos invitaban, no nos comunicaban. Ahora nomás, por ejemplo, se sortearon 30 casas y la mayoría de los sindicatos no estábamos ni enterados, sortearon entre los sindicatos amigos. Entonces, nosotros decimos que tenemos que cambiar esas cuestiones, porque necesidades tenemos todos. Si bien todos tenemos un hilo conductor que es la defensa de los derechos y las fuentes de trabajo, ideológicamente podemos tener algunas diferencias o posicionamientos dentro de lo que es el movimiento político y también hay muchos tabúes dentro de los compañeros. Yo siempre digo que uno se tiene que ir aggiornando a la realidad social que nos toca y a veces cuesta un poco porque es tan amplio todo lo que genera nuestra sociedad. El dirigente sindical tiene que ir adaptándose al tiempo que vivimos.  Nosotros hemos tenido que cambiar nuestras formas de lucha, en cierto momento algún genio nos impuso lo que es la conciliación obligatoria que en realidad es un cepo a la protesta. Es un límite porque te condiciona la protesta. Entonces, hay muchas organizaciones que desobedecen a la conciliación obligatoria y terminan pagando multas millonarias, pero muchas veces tiene que desobedecerla para poder ganar , entonces vos tenés que entender y buscar la forma para, sin que te lleven a la conciliación obligatoria, poder sostener una lucha. 

-¿Cuál sería la otra alternativa? 

-El legislador es un representante del pueblo. Bueno, creo que nosotros somos los que más claro tenemos lo que es el interés de la gente. No sé cuál sería la otra forma de representar que nos fuera involucrándose en política como tradicionalmente se entiende. Desde el sindicato podemos hacer nuestras propias luchas, pero cada vez estamos más cercados por el poder judicial, por el poder legislativo. También muchas veces he visto votar  a supuestos compañeros en nuestra contra y, además, hay un sector antiperonista que vota siempre en favor de los empresarios. Yo quiero que el empresario gane, pero quiero que mi gente llegue a fin de mes. Yo me entiendo parte de un movimiento que busca el equilibrio social. 

¿Esto de querer normalizar la CGT local responde a lograr en las listas de candidatos o en la función pública lugares más relevantes para los representantes de los trabajadores? 

-Hace años que nosotros venimos peleando y pidiendo lugares. siempre nos están tirando allá atrás. Desde los sindicatos aportamos mucho para la cuestión política, no solamente aportamos nuestra estructura sindical, aportamos nuestra gente, aportamos nuestro voto. Una de las críticas, y que espero que la entiendan como un aporte constructivo y no se enojen los compañeros sindicalistas, mis compañeros de militancia, es que el peronismo se ha profesionalizado. Si hoy no tenés un título universitario, sino sos doctor en algo, parece que no podés ocupar un cargo. Esto no es un ataque hacia los profesionales, pero nosotros, aunque nos vistamos de grafa, también pensamos, también desarrollamos un pensamiento y desarrollamos acción. Sostenemos estructuras complejas. Sostener un sindicato no es una cuestión menor ni una cuestión fácil, porque todo lo que podés discutir dentro del estado nosotros también tenemos que discutirlo, en menor medida claro, dentro de los sindicatos. De hecho, una de las cosas más preciadas y apetecidas por la derecha económica son las obras sociales de los sindicatos. Y vos fijate cómo se sostienen las obras sociales y cómo cubren las necesidades de todos los compañeros. Andá a decirle a un compañero que salga hoy de una obra social sindical y que se pase una prepaga. No lo hacen porque funciona. Esto es así, porque hay sindicatos que trabajan de manera permanente para sostener y mejorar la estructura sindical. Nosotros tenemos un secretario general, el compañero Guillermo Moser, que es un compañero incansable, que recorre el país de extremo a extremo, y para quien no hay sindicatos chicos ni grandes, por eso -en la filosofía de Luz y Fuerza- cuando se trata de conducir no se trata de cantidad sino de la capacidad. 

Corrado junto Guillermo Moser, Sec. Gral. de Luz y Fuerza Mercedes y Sec. Gral de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza

 

-Si se hubiera llegado a estas elecciones, a los cierres de lista, con una CGT normalizada, ¿qué escenario diferente se podría haber planteado? Porque veo que hay ex y actuales representantes de gremios encolumnados con diferentes candidatos, algunos incluso en listas que compiten dentro de la coalición de Juntos por Entre Ríos

-Posiblemente el candidato de los trabajadores hubiera salido del consenso, una unión para apoyar a uno de los candidatos y que nos de lugar. Una CGT normalizada nos hubiera dado una fortaleza como cuerpo que nos hubiera permitido pelear espacios de relevancia, instalarnos y levantar la voz con mayor autoridad. Indudablemente somos culpables de la realidad que nos toca. Nos tenemos que preparar para esto, no podemos ser improvisados y entender que, cuando ocupamos un lugar, tenemos que trabajar para los trabajadores No es una beca de cuatro años para ir a cobrar el sueldo, sentarte en la banca, tomar café y jugar los jueguitos con el teléfono. Hay que poner a trabajar la cabeza, hay que poner a trabajar las ideas, llevar proyectos que deben tener un marco económico, un marco legal y social. Y ese proyecto, con el respaldo de una CGT es otra cosa, ¿no? Va con otro envión. En todo el país creo que hay dos legisladores nomás que son del movimiento obrero. Deberíamos tener más. Bueno, nosotros apostamos a que esto pueda suceder. “El sindicalismo debe estar en el recinto defendiendo ahí también los derechos de los trabajadores” porque ahí se define la derogación o no de una ley. Ahí se define la re discusión o no de los convenios colectivos de trabajo. Ahí se redefine o no la discusión de los convenios previsionales, una ley de obras sociales, si vuelven o no las AFJP. Si no actúas a tiempo,  para después te queda el pataleo, cortar la calle y quemar gomas. Entonces, si nosotros no estamos preparados para enfrentar esta realidad, estamos yendo a un cuello botella que va a terminar mal, con quita de derechos. En el contexto actual se está extremando la contradicción entre el derecho del trabajador y la renta empresarial.

-¿Y decís que hay oposición de algunos representantes de los trabajadores de abandonar su lugar cómodo dentro del sindicato, exponerse más abiertamente ante la sociedad y participar de debates y disputas que trascienden el sector al que representan?

-He escuchado a muchos sindicalistas sostener que una cosa es el sindicato y otra cosa es la política. Yo creo que va todo de la mano, que no podés dejar en una caja estanco el sindicalismo y en otra caja estanco a la política, porque la realidad social hace que los dos espacios se mezclen y, sin dudas, las decisiones que se toman en la mesa política afectan después a la mayoría de los trabajadores. Entonces creo que uno tiene que ser parte de la política tradicional para poder también defender y sostener derechos, discutir las cuestiones que pueden afectar o no a los trabajadores. Creo que la participación tiene que ser activa, porque lamentablemente después nos enojamos por las medidas que toman los gobiernos, pero tampoco nos involucramos, tampoco participamos para decir yo no quiero que pase esto. Es como cuando me pasa a mí en el sindicato: cuando vos llamás a una asamblea soberana, lo que define la asamblea es lo que se aplica después para todos los trabajadores y si no fuiste a la asamblea después es tarde para llorar, perdiste el derecho a reclamar o a marcar tu postura o tal vez tratar de cambiar esa decisión que se toma en la asamblea.

-Disputar lugares en las listas de concejales, de legisladores provinciales y nacionales, prepararse para ocupar funciones en carteras estratégicas de la gestión pública 

-Hoy no tenemos en la Argentina una figura rutilante dentro del ámbito sindical que vos puedas decir lo vamos a impulsar como presidente o ministro. Creo que es importante, y no ha sido casualidad que Lula en Brasil o Evo Morales en Bolivia, siendo dirigentes sindicales, lleguen a ser presidentes de sus países. No son cuestiones alocadas, yo creo que son cuestiones concretas que necesitamos que se den.

¿Y qué cambiaría en la práctica con una CGT a nivel local normalizada y unificada?

– Hoy ves, por ejemplo, que en las listas a nivel local para disputar las PASO dentro del Justicialismo hay algunos referentes sindicales, pero una cosa es que vos llegues a ocupar un lugar porque hiciste el arreglo con equis candidato y otra cosa es que vos llegues impulsado desde la CGT. Con la fragmentación que sufrimos hemos perdido mucho terreno y hemos perdido el respeto del poder político, entre otras cosas, porque es más fácil arreglar por separado que negociar con el conjunto. Esto no se trata de una cuestión de plata, se trata de una cuestión cuantitativa.  Si llegas solo, por motus propio, por un acuerdo personal, vas a tener que responder a los intereses del candidato que te incorpora en la lista y nosotros necesitamos que los que estén ocupando bancas o funciones respondan a los intereses del trabajador, a la CGT de los trabajadores. Yo no puedo ir a votar una ley en contra de los jubilados, no puedo ir a votar una ley en contra de los trabajadores. Lo que tiene que tener en claro el compañero que llega es que debe responder a los trabajadores y a todas las organizaciones que están detrás. Por eso decimos que es importante que el que logre los acuerdos políticos sea la CGT. Tenemos que fortalecer el movimiento obrero para que tenga la musculatura que le permita pararse ante el poder político, que tampoco es nuestro enemigo, pero indudablemente cada uno representa intereses que muchas veces no se condicen con los del conjunto de los trabajadores. 

-El sindicalismo argentino, con justas razones o no, está estigmatizado ¿Piensa que es posible revertir esa imagen negativa?

-Como en todo, vos tenés buenos y malos políticos y dirigentes, buenos y malos empresarios, profesionales, policías, periodistas, docentes… por qué el sindicalismo tendría que ser diferente. 

-¿Cuánto de avanzado está ese proceso de normalización que reclaman?

-No va a pasar de este mes de julio

– ¿Qué opinión tiene de los candidatos del peronismo a nivel provincial y local?

-Bahl es un candidato que representa la unidad del peronismo, sin dudas. En Paraná ha hecho una excelente intendencia, tiene un apoyo muy grande. Me da esperanzas de que vamos a ganar la provincia. Tiene mucha experiencia de gestión y tiene un perfil parecido al del gobernador y eso es bueno, no por nada Gustavo Bordet tiene un 75 por ciento imagen positiva. Y algo más, Bahl es entrerriano. Frigerio no es entrerriano, nació en Capital Federal, y tampoco se crió, como dice él, en Villa Paranacito. Es mentira. Que tenga campo de su familia en la provincia no lo hace entrerriano. Fue ministro del Interior de Macri, de nuevo y de cambio, para mejor al menos, no tiene nada. 

– En redes sociales se lo ve en algunas fotos con el precandidato Armando Gay

-Una vez tuve una charla con Armando. Me dijo que la única forma que tenemos de sacar Concordia adelante es generando trabajo genuino. Tiene un proyecto de gestión interesante en cuanto a la radicación de empresas que va más allá del shopping que, aunque parezca algo faraónico, es posible. Me contó sobre esa idea, de que estuvo reunido con empresarios dueños de Shoppings en Buenos Aires y que estarían dispuestos a hacer la inversión. Eso representaría 300 puestos de trabajo, 300 familias que van a tener sustento ahí. Yo miro objetivamente eso. Sostiene que hay que generar trabajos que le permitan una vida digna a la gente. Yo me convencí de eso.