Sastre defendió la decisión del gobierno nacional de nombrar a un diplomático de carrera ajeno a la región de Salto Grande. “Más aún teniendo en cuenta que esto se inscribe dentro del proceso de austeridad y consecuente reducción del gasto político que está llevando adelante la administración del Presidente Milei, habida cuenta que, como expresamente lo establece el Decreto 156/2024, dicha medida no genera erogación adicional alguna al Estado Nacional”, agregó.

Por ese motivo, Sastre dijo que no veía ninguna razón para que el Concejo Deliberante se expida en el sentido que ha propuesto el ex concejal Cedro en algunos medios de comunicación. «Todo lo contrario, creo que se están cumpliendo con creces los objetivos previstos en el Convenio del 30 de diciembre de 1946″, dijo también el edil.

“Lo que sí rescato es la idea de llevar a cabo una sesión conjunta con la Junta Departamental de Salto, porque de hecho fue una iniciativa de nuestro bloque cuando éramos oposición. Un evento de estas características sería una excelente oportunidad para reafirmar nuestra hermandad con el pueblo uruguayo y seguir trabajando por la integración regional junto a nuestros pares de la otra orilla del Río Uruguay», remarcó Sastre, dándole un sentido completamente diferente a la convocatoria propuesta por el ex concejal del PJ.

Por el contrario, Cedro le recordó a través de una carta a la presidenta del cuerpo, Magdalena Reta de Urquiza, que durante años, y luego de una larga lucha del pueblo de la región, «las autoridades de la CTM Salto Grande fueron vecinos de la región consustanciados e imbuidos de los problemas e intereses de la misma». Y además destacó que el Concejo tiene una «larga trayectoria en defensa de los intereses de la región siendo activo participe de todas las etapas y problemáticas de Salto Grande».

Lo llamativo en este caso no es en sí la decisión de cuestionar la designación de un diplomático porteño sino que la manifestación provino de Cedro, quien dejó de ser concejal el 10 de diciembre pasado, cuando hay un bloque opositor de cuatro integrantes que no hizo alusión alguna al tema hasta ahora.

En el proyecto enviado al Concejo, Cedro establece en el artículo 1° «Rechazar la designación realizada por Decreto N O 156/2024 respecto a la representación de Delegación Argentina ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande; solicitando su derogación». En el artículo 2° «Reiterar la manifestación de defensa de los intereses de la Región de Salto Grande, y solicitar el cumplimiento de los objetivos originales de Salto Grande; tanto la generación de energía como dinamizador del desarrollo económico y social de la misma». Y en el artículo 3° «solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que los delegados ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande sean ciudadanos que conozcan y sean de la región de Salto Grande».

La manifestación de Cedro no es antojadiza. En 1991, el Concejo Deliberante de la Ciudad de Concordia, en función del federalismo y la defensa de los intereses de la comunidad, votó por unanimidad una resolución exigiendo el cumplimiento de los objetivos originales para lo que fue creada la represa y la administración regional de la misma según un articulo publicado el viernes pasado por DIARIOJUNIO (https://www.diariojunio.com.ar/46106-2/).

La designación al frente de CTM de un hombre que no pertenece a la región no se daba desde los años noventas cuando era el ingeniero Juan Leguiza que venía de privatizar la empresa estatal Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA).

Aquella resolución de 1991, leída por el exconcejal Víctor Rodríguez (PJ), y votada por unanimidad por todo el recinto, postulaba lo siguiente: “Visto el anuncio de cambió de la integración de la Delegación Argentina de CTM Salto Grande que excluyó a representantes de la región y considerando que vulnera el principio federalista, el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Concordia resuelve: Primero, la necesidad de defender los intereses de la comunidad, ya que Salto Grande es de la región, integrada por los departamentos de Concordia, Federación, San José de Feliciano, Federal, Colón y Villaguay. Segundo, exigir que se cumplan los objetivos originales de la represa de Salto Grande, que comienza por la generación de energía y continúa por el desarrollo regional, punto este que aún no ha dado comienzo».

«Tercero, que la toma de decisiones se haga desde nuestra realidad. Por eso se solicita que tres de los delegados sean personas comprometidas con la región y conocedores de nuestras necesidades. Cuarto, que no se modifique el testamento jurídico de Salto Grande. Quinto, que la administración y conducción política de la CTM de Salto Grande se radique en esta región. Y sexto, comunicar al señor Presidente de la República, al señor Canciller, a la Cámara de Diputados y Senadores de la Nación, al señor Gobernador de la Provincia de Entre Ríos y a la Legislatura Provincial”.

Por último, hay que tener en cuenta que «la asunción de Javier Milei con sus políticas liberales de desregulación, privatización y promesas de dolarización entusiasmaron a un sector de la sociedad con la posibilidad de revivir la experiencia menemista de la convertibilidad. No es casualidad que haya menciones elogiosas del líder libertario al ex presidente Menem y al creador de la convertibilidad Domingo Cavallo», sostuvo Página 12 en un artículo del 14 de enero pasado titulado «Vuelven los 90». Por ende, designaciones ‘noventosas’ que parecían decisiones más bien de otras épocas, no lo eran tanto: se reiteran 33 años más tarde.