De acuerdo a la información recopilada por DIARIOJUNIO, el origen de estos bienes resulta todavía más llamativo. Los cajones estaban guardados en un restaurante. Una persona que participó del traslado relató la escena: “Los carteles decían ‘Comé Yacaré’, pero en el fondo había ataúdes”.
El lote está compuesto por 12 ataúdes de distintos niveles de terminación (4 de media calidad y 8 de calidad económica), 20 pequeños, 3 de calidad premium, además de 9 cajones interiores de chapa —uno de ellos sin tapa—. Según consta en el inventario judicial, presentan detalles de uso como rayones y bisagras rotas.
La subasta responde a la ejecución de un juicio laboral. La parte condenada no cumplió con el pago de la sentencia, se trabó embargo sobre sus bienes y, al no regularizar la deuda, se dispuso el secuestro y posterior remate. La sorpresa se la llevaron los abogados y el oficial de justicia cuando en el fondo de lugar hallaron estos ataúdes que serán parte de la subasta.
3 comentarios
Victor
El dueño del restaurante lo tuvo que cerrar en pandemia como tantos otros, y tambien tiene una casa de sepelios ,cuando le iniciaron el juicio laboral y fueron los oficiales de justicia a embargar el moviliario y herramientas se encontraron con los ataudes y los incluyeron en el inventario, asi que pobre gente le liquidaron el rastaurante y la casa de sepelios.
act-two
¡Qué remate tan inesperado! Menos mal que los abogados y el oficial no se asustaron tanto como yo leyendo Comé Yacaré y viendo ataúdes. Es un poco macabro que estos lujosos (y rayados) ataúdes formen parte de una subasta normal, ¿verdad? Espero que los compradores sepan lo que están comprando más allá de la etiqueta del comedor. Una ejecución judicial que realmente deja una marca. ¡Siempre es bueno tener un sentido del humor en estos casos!act-two
Orlando Sosa
..jajajaaa!! eso se vende como pan caliente!! todos necesitamos uno!! un visionario el el comedor…te engordaba con carne de yacare sabiendo que volverías por el jonca