De acuerdo al relato de Dal Molin, los denunciantes contaron que alrededor de las 20.30 del martes dos individuos tocaron el timbre de la vivienda, ubicada en San Juan y Antonio de Luque, y fue el hijo quién les abrió la puerta y los dejó pasar. Uno de ellos estaba vestido de enfermero y ambos llevaban consigo un morral. Ya en el interior, estos sujetos sacaron dos armas de fuego y comenzaron a exigirles dinero en efectivo y amenazarlos con que les den todo porque sabían que tenían mucha plata guardada. En ese momento, la madre del joven que se encontraba descansando en su habitación fue reunida con el hijo y los apuntaron a ambos mientras les seguían pidiendo mas efectivo.
«Una vez que reunieron una suma superior a los 10 millones de pesos y 2 mil dólares, los ataron dentro de una habitación y se retiraron por la puerta de entrada, en el mismo remisse que los esperó en la esquina y se llevaron la memoria de la cámara de seguridad», agregó la Jefa policial de Comisaria 3ra.
Y agregó:»Cuando nosotros llegamos, el hijo nos dijo que allí funcionaba una casa de cambio informal por lo que seguramente se trató de alguien que pasó el dato, y asumió que «le pareció raro la manera en que la que se presentaron porque este tipo de operaciones se acuerdan previamente por teléfono»
En cuanto al avance de la investigación, la funcionaria adelantó que el personal especializado en este tipo de delitos se encuentra a cargo de recolectar pruebas y elementos de interés en la causa y aclaró que el trabajo policial se limita a tomar la denuncia de robo. «Seguramente los damnificados tendrán ahora que blanquear lo que hacían en la casa y comprobar el importe que se llevaron», concluyó.