La declaración textual del organismo de crédito es la siguiente:
“El personal del FMI y las autoridades argentinas continuaran avanzando en su trabajo conjunto en los próximos días, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa respaldado por el Fondo.
“Las discusiones técnicas continúan sobre un paquete de políticas para salvaguardar la estabilidad económica, en el contexto de una situación desafiante, en parte afectada por la sequía histórica. Las discusiones están enfocadas en fortalecer las políticas macroeconómicas para apoyar la acumulación de reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables.
“Las autoridades argentinas continúan manteniéndose al día con sus obligaciones financieras con el Fondo”.
Argentina le pagó este viernes al Fondo Monetario Internacional el vencimiento de 2.700 millones de dólares con yuanes y Derechos Especiales de Giro (DEG). El Palacio de Hacienda confirmó el pago y además informó que un equipo encabezado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur, viajará a Washington a comienzos de la semana próxima para intentar cerrar un acuerdo. El Fondo también emitió su comunicado en el que informó que «el personal del FMI y las autoridades argentinas continuarán avanzando en su trabajo conjunto en los próximos días, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa».
La modalidad de pago “sin usar dólares” había sido anticipada el jueves por voceros del área económica. El desembolso combinó DEGs y yuanes de libre disponibilidad con los que luego el Fondo compra DEGs entre aquellos países a los que les interesen los yuanes. Una alternativa es que los canjee directamente con China. De este modo, el gobierno evitó tener que desembolsar dólares en un momento en el que las reservas del Banco Central se encuentran en un nivel crítico.
Ahora resta cerrar el acuerdo con el staff del FMI. A principios de junio, durante el cierre de su gira por China, el ministro de Economía, Sergio Massa, había adelantado que dentro de los próximos diez días iba a viajar a Estados Unidos para cerrar el acuerdo, pero luego los plazos se fueron estirando por las dificultades para consensuar con la burocracia del FMI.