“Todas las bibliotecas recibimos el aporte de la Conabip para gastos corrientes que con ese aporte pagamos el sueldo de las personas que atienden esas instituciones. También tenemos que comprar libros que, dicho sea de paso, están ‘caritos’”, explicó. Por ejemplo, un libro de literatura chico vale cerca de $ 5.000.
“Nosotros trabajamos con las escuelas, con los niños y los jóvenes permanentemente concurren a la biblioteca para retirar sus libros y trabajar durante todo el año. Estamos en contacto con los profesores”, indicó Smietuch.
De la misma forma, remarcó que en la biblioteca perciben una cuota mínima societaria de $ 250 que la debieron subir a $ 300 a fin de año ya que se incremento el alquiler del lugar donde funciona la biblioteca. Pero es un ingreso que varía ya que no todos los socios están al día porque la situación económica repercute negativamente en la gente. “La gente prioriza comer y por ahí se atrasa”, dijo. “Ahora ya nos avisaron que había otra suba del alquiler”, indicó. De la cuota también deben sacar para pagar la energía eléctrica, elementos de limpieza, material para la escritura como hojas A 4, etc.
“Como comisión directiva a veces hacemos rifas pero depende de donde las bibliotecas estén situadas, a veces hay otras instituciones que largan rifas y hacen eventos. Pero si tenemos este beneficio, nosotros dejamos las rifas para las demás instituciones. Realmente la sociedad no puede abarcar todo; no podes tener circulando 50 rifas”, acotó Smietuch.
De la misma forma, acotó que reciben un subsidio de la provincia al igual que todas las bibliotecas entrerrianas que se rinde en el Tribunal de Cuentas. En este momento, se le están adeudando tres cuotas. Con ese dinero, se abona a los empleados. “Con los dos subsidios no podes ocupar todo para los empleados. Tenés que pagar bibliografía. En otros casos hemos comprado computadoras e impresoras”, indicó la presidenta de la biblioteca.
Además, sostuvo que la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) les proporcionaba un subsidio especial a todas las bibliotecas para concurrir a la Feria Internacional del Libro, en el mes de abril, en Capital Federal. “Son fechas especiales donde nos encontramos las 1.500 bibliotecas y compramos bibliografía al 50 %”, dijo. Pero si desaparece ese recursos, se evapora la posibilidad de mantener la biblioteca actualizada con títulos de novelas, historia, geografía, matemática, literatura, biología, etc. a precios accesibles. Eso es lo que más les preocupa ya que para mantener abierta la institución, podrían prescindir de un empleado y los miembros de la comisión directiva pueden concurrir algunos días. Smietuch sostuvo que esa tarea se sumaría a todo lo que hacen, como las asambleas y la rendición de cuentas, para mantener la personería jurídica en forma transparente.
Smietuch remarcó que el presidente de la Federación de Bibliotecas Populares de Entre Ríos, Jorge Pésaro, se está reuniendo con diputados y senadores nacionales de la provincia para manifestarlos su preocupación. El pedido de las bibliotecas es que no voten esa parte de la Ley Ómnibus.
Justamente, ayer Carolina Gaillard, diputada de UxP Entre Ríos, sostuvo que reciben junto a los diputados de UP a distintos sectores de la cultura argentina y escuchan su profunda preocupación por las graves consecuencias que traerán aparejados el DNU y la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei. “La ley ómnibus plantea eliminar el Instituto nacional del teatro, y el Fondo nacional de las artes, desfinanciar el INCAA, INAMU, y eliminar la escuela nacional de cine, quitar el fondo a la Conabip destruyendo a las bibliotecas populares, entre otras cuestiones gravísimas”, sostuvo Gaillard.
“Nos comprometimos a trabajar, como siempre, en defensa de la cultura, del cine, el teatro, la música, la literatura y tantas otras actividades que son patrimonio y enorgullecen a nuestro país. Exigimos la eliminación del capítulo de cultura de la ley ómnibus”, dijo la legisladora.