Caso Bertoldi: el fiscal pidió 4 años de cárcel y 10 de inhabilitación para ejercer la profesión a la kinesióloga Mitre

Al inicio de la audiencia, Dri rebatió punto por punto la acusación de la defensa y entendió que Núñez actuó correctamente desde un primer momento y no de forma subjetiva. El fiscal había sido acusado de haber actuado sin la imparcialidad que se requiere por parte de Cullen. El juez de Garantías sostuvo que el fiscal formulo la acusación cuando obtuvo las pruebas suficientes y no antes y rechazó algunas de las alegaciones, como que se habían distribuido los roles para actuar en conjunto con los abogados querellantes Antonio Mainez y Rubén Pagliotto, por un audio telefónico que envió por error a Cullen.  Dri, por el contrario, sostuvo que Núñez actuó como lo hacen los fiscales en estos casos al ponerse de acuerdo en algunas cuestiones básicas, pero no de forma animosa con alguna carga de subjetividad hacia la acusada.

La palabra de la acusada

Posteriormente, fue el turno de la acusada de hacer uso de la palabra. Mitre, entre lágrimas, explicó porque motivo no se acercó ni les pidió disculpas a los familiares. Dijo que desde el día uno que recibió ataques mediáticos, por redes sociales y agresiones verbales personales, incluso en el colegio delante de sus hijos. “Llamarme asesina y que mis hijos tengan que escuchar eso….me disculpó por no acercarme, no tuve el valor de hacerlo”, indicó.

Respecto de lo que sucedió el miércoles 23 de septiembre de 2020, dijo que Bertoldi era paciente suya desde el año anterior y ya se había hecho el mismo tratamiento previamente. Mitre dijo que comenzó realizando las punciones en la cara anterior del muslo (una médica anatomo-patóloga corroboró que una vena de la cara anterior muslo derecho fue la que recibió el pinchazo por donde ingresó el gas carbónico al torrente sanguíneo) y cuando le dijo que se pusiese boca abajo para seguir con el tratamiento en la parte posterior del muslo, la paciente le dijo que se sentía mal. “Lo llamo a Federico, mi marido, porque yo sola no podía darla vuelta. La dimos vuelta y comenzamos a hacerle RCP”, dijo.

La mujer sostuvo que llamaron a la ambulancia y no sabe cuánto tiempo pasó ya que perdió la noción del tiempo. La ambulancia venia sin medico ni enfermero. Solo un camillero. Su marido sube en la misma para seguir realizándole maniobras de RCP hasta que arribasen al Garat. Mitre sostuvo que hizo muchas capacitaciones para trabajar en esa rama de la kinesiología.

Por último, sostuvo que la situación la tuvo devastada todos estos años. “Todos estos años de espera no solo fueron para la familia de Claudia una tortura, sino que para mí también. Fui señalada, fui agredida en todos estos años no solo yo son también mi familia y yo también quiero darle un cierre a esto. Esta es mi verdad y no tengo nada que ocultar. Yo honestamente, si me preguntan si estoy segura de lo que hice les digo que sí. No era la primera vez que lo hacía, que se lo hacía a Claudia. No me generaba ni dudas un temor ni mucho menos voy a tener la intención de ir a hacerle daño a una persona”, remarcó.

Alegato del fiscal

Núñez explicó que el 23 de septiembre de 2020, Bertoldi acudió al centro kinesiológico atendido por Mitre para realizarse una carboxiterapia. En el transcurso de la sesión, falleció por un shock cardiogénico por inyectar gas carbónico en una vena lo que produjo una embolia gaseosa. El fiscal resaltó que son hechos que no se encuentren en discusión en la causa.

Además, sostuvo que tampoco está en debate la autoría del hecho. Incluso descartó un mal funcionamiento del aparato para realzar la practica kinesiológica ya que fue secuestrada y un perito corroboró que funcionaba correctamente.

De la misma forma, destacó que no hubo una tardanza en la atención de Bertoldi que pudiesen haber ocasionado su deceso ya que comenzó a recibir maniobras de RCP (resucitación cardio-pulmonar) desde un primer momento, dentro del consultorio por parte de Mitre y de su marido. La ambulancia tardó siete minutos en llegar y fue derivada al Sanatorio Garat donde recibió un tratamiento que consistió en la administración de medicamentos como adrenalina o dopamina que no surtieron efecto alguno.

Lo que si rebatió el fiscal es la calificación del hecho como una “desgracia” tal como se intentó hacerlo desde la defensa. Núñez sostuvo que el fallecimiento de un paciente no es un riesgo que se prevea para quienes se someten a un tratamiento de carboxiterapia. La aseveración la hizo basándose en el testimonio de tres médicos. Uno de ellos, el Jefe del Departamento Médico Forense del STJ, Luis Moyano, quien días pasados, sostuvo que la causa del fallecimiento de Bertoldi fue una embolia gaseosa en el corazón. Ademas, relató que, luego de explicar que debieron filmar la autopsia para acreditar que habían encontrado aire en el corazón cuando no deberá haberlo,  procedieron “a abrir todas las punciones que tenía el cuerpo en algunas piernas, una por una, abriendo todas, y en una de ellas encontramos un hematoma o sea una lesión de vaso entonces pensamos que el mecanismo era que ahí ese vaso se introdujo algún tipo de gas algún tipo de aire que forma burbujas”.

Nuñez también se basó en lo mencionado por el médico forense Héctor Enrique Brunner, La circulación humana es un circuito cerrado. Hay una maniobra que hay que hacer siempre que se punza, que uno atraviesa la piel y sabe que algo puede pasar. Entonces, cuando uno hace un inyectable, ya sea un analgésico, un antibiótico, o lo que sea, se aspira por la jeringa. Nosotros hacemos lo mismo. Se introduce una aguja dentro de la vena, se aspira. Si no tiene sangre, recién ahí, se pone el dióxido de carbono. Porque si uno está dentro de una vena y manda el dióxido de carbono, pasa lo que pasó. Esa burbuja se va, hace una embolia gaseosa que puede atravesar la vena”.

También citó las palabras medico Juan Pablo Bertossi, otro de los médicos forenses presentes, quien enfatizó la complejidad del caso al tratarse de una práctica realizada por una kinesióloga y no por un médico, lo que dificulta hablar de malas prácticas. “Al no ser un médico, es difícil hablar de mala praxis. Es una persona que tiene otro título. Si fuera un médico, yo podría hablar de malas prácticas.”

El fiscal se basó en los testimonios para relativizar o minimizar el testimonio de otro médico quien remarcó en las audiencias que el gas carbónico que la causo la muerte a Bertoldi haya llegado por difusión y no por haber sido inyectado en el torrente sanguíneo. Por un lado, sostuvo que en un aparato de carboxiterapia solo tiene un litro de gas mientras que en las operaciones laparoscópicas se le inyectan varias decenas de litros al cuerpo de un paciente y no fallecen de un paro cardiorrespiratorio.

Por el contrario, Núñez sostuvo que está acreditado que solo se puede fallecer de una embolia gaseosa por dos causas: 1) los buzos cuando ascienden desde una profundidad marítima importante sin exhalar, el aire atrapado en los pulmones se expande y puede provocar una ruptura del tejido pulmonar, 2) por una inyección de gas o aire en las arterias. Además, el fiscal, remarcó algunas contradicciones del médico como cuando dijo que se podría haber realizado una ecografía al corazón de la víctima a manera de autopsia y se preguntó si es atinado hacer una ecografía al cuerpo de una persona fallecida.

Núñez remarcó que Mitre cometió un acto de invasión propio de la medicina que hubiera correspondido a un cirujano plástico. Se apoyó en los dichos de los médicos que pasaron por Tribunales quienes remarcaron que “éste es un acto de la medicina”. “Espero que a partir de este caso quede claro que no se puede invadir el cuerpo de una persona inyectando sustancias o medicamentos sin ser médico”.

“Al estar invadiendo competencias de otra profesión, ya estamos realizando un acto prohibido y no se puede hablar de una fatalidad como si lo único que tiene de trágico es el resultado, sino que llegamos a un resultado trágico a consecuencia de un hecho prohibido”, remarcó Núñez.

También cuestionó la forma de aplicar el gas carbónico ya que la incisión con la aguja, de acuerdo a lo mencionado por una médica, se debe realizar en forma paralela a la piel y no perpendicular. Pero en la autopsia se reveló que la incisión se hizo de manera lineal y perpendicular accediendo a vasos y venas más profundas. “También estamos frente a una práctica mal realizada”, sostuvo.

El fiscal también explicó que una acusación de tipo culposa es la de una persona que “no quiere matar a alguien” pero como producto de una imprudencia que comete en su proceder “comete la muerte de una persona”.

Calificó al caso de mala praxis y pidió cuatro años de prisión y 10 años de inhabilitación para ejercer la profesión de kinesiólogo. La pena mínima es por un año y la máxima del delito (homicidio culposo) es cinco años. Sostuvo que en su pedido consideró algunos atenuantes como que Mitre siempre estuvo a derecho, pidió disculpas a los familiares y tiene dos hijos menores de edad a su cargo.