Tras ser desvinculado de manera intempestiva y sin justificaciones concretas, Juan José Gueler, contador publico nacional con más de 14 años de trabajo en el Instituto del Seguro de Entre Ríos (IAPSER), hizo pública una carta abierta contra la gerencia del organismo provincial donde acusa su desvinculación a un acto de «persecución política disfrazada de recambio», y denuncia un presunto manejo irregular de los fondos públicos de la compañía, el incumplimiento de compromisos y amenazas por parte de la presidenta del organismo, Myriam Clerici.

Según Gueler, todo comenzó el martes 3 de junio cuando fue llamado por el Gerente del Área Técnica, quien lo llevó a una oficina donde lo esperaban un escribano público y el gerente legal. Allí se le notificó verbalmente su desvinculación bajo la razón de “reestructurar el área de Reaseguros con personal más calificado”.

Frente a esa explicación, el contador interrogó por qué no se había intentado reubicarlo en otro sector, a lo que le respondieron que “ningún gerente lo quería en sus equipos”. Pero “¿Cómo puede ser que ningún gerente demande un contador con 14 años de experiencia en seguros, siendo que están ingresando contadores periódicamente?”, expresó Gueler. La respuesta, según relata, fue una evasiva: «dijo que no sabía los motivos”, aunque le aclaró que “no era nada personal”.

Al no recibir argumentos claros, solicitó una reunión con el Gerente General ese mismo día. Allí, el funcionario —sorprendido de que el Gerente Técnico no le hubiese dado explicaciones— duplicó la evasiva y señaló informalmente que los motivos podrían ser “algo de unas comisiones”, “que no era buen compañero”, o “que tenía mal trato hacia las personas”.

En busca de transparencia, Gueler contactó directamente a varios gerentes para verificar si realmente no lo querían en sus equipos, y todos le respondieron que sí estarían dispuestos a sumarlo, siempre que las tareas fueran acordes a su jerarquía. Pero lo más grave, afirma, fue que ninguno había sido consultado por la Gerencia ni por Recursos Humanos: “La respuesta fue unánime: nunca los habían llamado para preguntar si me aceptarían”.

De acuerdo siempre a la carta pública, el damnificado comentó que al difundirse entre las autoridades su búsqueda de respuestas, comenzó a rondar entre pasillos una versión dañina sobe su persona: “Se corrió la versión de que yo había grabado las conversaciones y las estaba haciendo circular. Esto tuvo una sola intención: que ningún otro compañero me abra la puerta al diálogo, que me ignoren, me omitan, me esquiven”, lamentó.

Un año de cobertura de obra social como consuelo

La situación escaló al punto máximo tras la reunión que mantuvo el lunes 9 de junio con la presidenta del IAPSER, Myriam Clerici, acompañada por el Director, Pablo Martene y un representante sindical. Allí, Gueler afirma que tampoco recibió motivos formales de su desvinculación, y que sólo se le ofrecieron como compensación «un año adicional de cobertura de obra social».

“Esperaba irme de la sala con motivos claros y precisos, pero no me fueron dados por una sola y única causa: NO EXISTEN”, insistió el contador público y cuestionó a Clerici por el uso de fondos de los fondos públicos de la empresa: “Es su obligación gestionar los recursos de IAPSER de forma eficiente y eficaz. Ofrecer el pago de 1 año de obra social al trabajador despedido por una supuesta causa, está lejos de administrar los recursos de forma eficiente”, sentenció.

Un gerente que no está, pero evalúa al personal

Otro de los pasajes más contundentes de la carta refiere al gerente que elaboró el presunto informe de desempeño que justificaría su despido: “Tal como se lo explicité en la entrevista, no encuentro razonamiento que indique que el Señor Gerente que me calificara esté en condiciones de evaluar mi desempeño, ya que el mismo hace poco más de tres meses que trabaja en la empresa, bajo una modalidad de trabajo híbrida, donde viene desde su lugar de residencia en Buenos Aires a Paraná, semana por medio, de martes a jueves”, afirmó Gueler, y no dudó: “No puedo más que sentirme un ‘perseguido político’. Esta decisión obedece a la necesidad de posibilitar en mi lugar a un nuevo profesional”.

Pero la denuncia toma aún mayor gravedad cuando recuerda una declaración por parte de la presidenta de la empresa, que calificó como una amenaza directa: “Me llamó mucho la atención cuando mencionó que me quede tranquilo porque si seguía pidiendo explicaciones, iba a tener que mostrar los motivos de mi despido y no iba a conseguir más trabajo en mi vida”, rememoró Gueler, a lo que respondió: “Estoy muy tranquilo, porque esos motivos NO EXISTEN. Tengo una vasta experiencia en seguros, más de 14 años en esta empresa, donde nunca mi desempeño dio lugar siquiera a un llamado de atención”.

Allí mismo, recordó los compromisos asumidos por Clerici ante el sindicato: 1) No habría despidos sin causa y 2) No habría desvinculaciones por falta de idoneidad sin antes intentar la reubicación. “En mi caso no se cumplió con ninguno de los dos puntos”, afirmó.

Por ultimó, aseguró tener «la convicción de que, más tarde o más temprano, se reconocerán mis servicios y se me dará la oportunidad de volver», e ironizó sobre una recurrente expresión de la gestión actual de IAPSER y de las autoridades del gobierno oficialista en general: “Mi despido no es en mi contra. Es parte de la política de la empresa en hacer los recortes que el anterior Presidente se negó a practicar».