En ese sentido, la presión ejercida provoca la ruptura de los caños, siendo estas las más frecuentes en las redes de A° y C° (asbesto cemento) y las de hierro fundido, ocasionando fugas de agua. Las roturas de las tuberías no solo generan pérdida de agua, sino que también causan daños a la infraestructura circundante como calles, aceras o propiedades privadas. Un ejemplo es la pérdida de miles de litros de agua como la que se observa en la esquina de Espino y Entre Ríos (foto).
Por consiguiente, las implicancias negativas de las roturas de caños en invierno no solo se limitan a los costos asociados con las reparaciones, sino que también afectan al suministro de agua de los residentes y empresas de la ciudad. Asimismo, las interrupciones en el servicio de agua potable causan incomodidades significativas, especialmente en situaciones de temperaturas extremadamente bajas.
Es por eso que, desde el EDOS remarcan que, para mitigar los efectos del frío invernal en las cañerías de distribución de agua, es fundamental implementar medidas de protección adecuadas como el aislamiento de las tuberías expuestas, el drenaje de agua en riesgo de congelamiento y la monitorización constante de las condiciones climáticas.
En consecuencia, desde el EDOS informan que se vienen articulando las intervenciones necesarias para poder atender las contingencias en las cañerías de A°, C° e Hierro Fundido, ocasionadas por las bajas temperaturas, las cuales, en su gran mayoría se concentran en el centro de la ciudad, ya que este tipo de cañerías antiguas se localizan en gran medida en esta zona de Concordia.