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Nota escrita por: Sebastian Lacunza
lunes 15 de abril de 2024
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El rigor de Karina, selfies groupies y desquicio en el Congreso: pilares de un proyecto ultra sin ancla política

Desmanes en el oficialismo y oposición al rescate. Milei escribe la página más vergonzosa de la política exterior argentina. Desconcierto entre los propios ante el Caputo provocador. Relatos sobre el “desquicio”, el “conventillo” y “el quilombo” con los que diputados de La Libertad Avanza describen la realidad de su bloque tienen una contracara en la relación personal de varios de ellos con Javier Milei. El mundo legislativo libertario que llegó para refundar la República se debate entre quienes acusan a sus rivales internos de oportunistas que se subieron tarde al barco y quienes señalan a novatos y freaks arrimados a la política con la expectativa de algún negocio o fama, y obligan a sus críticos a taparse la cara cuando hablan.

Todos coinciden en esgrimir una relación radial con la persona de Milei, que éste retribuye con emojis de corazoncitos y pulgares arriba tecleados de madrugada. El Presidente alimenta esas lealtades con mensajes entrañables (“siempre conté con vos, bancame en ésta”) y desprecio por los rivales de ocasión (“no les des bola”).

El esquema constituye un problema, en la medida en que los resortes del Ejecutivo parecen anclados en dos ejes. Por un lado, el rayo fulminante de Karina Milei, que no repara en los emojis regalados por su hermano, y por el otro, en la lapicera de estudios jurídicos de la City y corporaciones que coparon el Ejecutivo y se encargan de redactar proyectos de ley.

Un estilo despótico y delegación del Gobierno en intereses privados podrían funcionar bien en un sistema no democrático.

Tarde o temprano, los “nadies” de ambas cámaras del Congreso tendrán que levantar la mano.

Correa de transmisión

Martín Menem se las ingenió para primar entre pares, no por trayectoria ni talento especial para la rosca. El diputado por La Rioja tiene dos méritos: un apellido valorado por Milei y su papel en la correa de transmisión de los deseos de Karina.

El presidente de la Cámara se hace valer. No por nada, media docena de apellidos Menem transitan el primer piso del Palacio Legislativo, como Federico Sharif, designado director general de la secretaría privada de la Presidencia sus 23 años, con sueldo VIP.

El obediente Martín Menem no se queda en el apellido a la hora de repartir contratos. Así llegó quien era presentado como su mejor amigo, Jonatan Arioli, al frente del canal Diputados TV.

El currículum de Arioli anota su experiencia como uno de los “gatos” que custodiaban al empresario y artista Ricardo Fort. Tras la muerte del mediático, Arioli se dedicó a estudiar psicología, se hizo experto en “constelaciones” para predecir el futuro y mostró su físico en redes sociales.

El Estado argentino tiene plata para pagarle a este personaje que está dejando su impronta en ese canal destinado a la difusión de la actividad parlamentaria. Diputados TV mantuvo un perfil más bien institucional bajo las anteriores presidencias de la Cámara y albergó desde el comienzo a periodistas de muy distinta procedencia y nada estridentes. Arioli trazó otro rumbo. Por ejemplo, hizo entrevistar a Cristina Llaguno, su mentora en la aventura de las constelaciones, y censuró, con una brusquedad pocas veces vista en la televisión, a dos periodistas con trayectoria que intentaban informar sobre el rearmado del bloque oficialista tras la expulsión de Oscar Zago.

El anecdotario que atañe al oficialismo en las cámaras legislativas no es gratuito. Por lo pronto, Carolina Píparo, excandidata a gobernadora en la provincia de Buenos Aires, pasó a ser un nombre prohibido para el ejército que comanda la hermana del Presidente. En diciembre, desde su banca por Buenos Aires Libre intentó integrar el interbloque oficialista, pero el tándem Karina-Menem le bajó el pulgar. Resultado: hoy las fuerzas del cielo tienen dos integrantes menos.

Otro tanto podría ocurrir con el recientemente rescatado de las cenizas bloque del Movimiento de Integración y Desarrollo, que organizó a las apuradas el defenestrado Zago, junto a dos correligionarios electos en las listas oficialistas.

Menem consultó con Karina y no les concedió formar parte del interbloque, por lo que se verá más temprano que tarde el costo legislativo de tamaña intransigencia.

Lemoine es narrada como implacable con pares que no le agradan, hasta extremos de persecución que bordean la ilegalidad. ´Una psicópata que te cocina el conejo», indica una fuente que conoce sus avatares, a horas de la presunta separación entre Milei y Fátima Florez.

Relatos salvajes

A su vez, el desarreglo en la comisión de Juicio Político dejó con futuro incierto a Marcela Pagano, a quien diputados de las bancadas oficialista y opositoras designaron el miércoles en la presidencia del cuerpo.

Pagano es una de las diputadas que entró a la Libertad Avanza a partir de su relación personal con Milei. Ello le valió, primero, la ira de Lilia Lemoine, y, más recientemente, el bloqueo por parte de Karina. La asesora estética del Presidente es narrada como implacable con pares que no le agradan, hasta extremos de persecución que bordean la ilegalidad. “Una psicópata que te cocina el conejo”, indica una fuente que conoce esos avatares, a horas de la presunta separación entre Milei y Fátima Florez.

Menem corre el riesgo de perder a otra integrante del bloque. La diputada y periodista aclara a quien quiera escucharla que su lealtad con Milei permanecerá inalterable, pero que su “límite es la humillación”. Pagano llegó a la sesión de conformación de Juicio Político convencida del aval de Milei para su designación como presidenta. Para Menem, Karina y Lemoine, esa sesión fue nula.

El viernes por la noche, en un diálogo tenso en la Presidencia de Diputados, el jefe de la Cámara baja ofrendó varias alternativas a Pagano (puestos en comisiones, contratos) para que aceptara darse por no designada en Juicio Político, sin éxito.

Así las cosas, entró en acción Juan Pablo Scalese, un empresario gastronómico que está haciendo sus primeros palotes en política y ya fue elevado a armador del partido de Milei en la Capital Federal, por su cercanía con Karina. Scalese se ocupa en estas horas de contactar a asesores y allegados de Pagano para informarles que deben abandonarla, a riesgo de perder cualquier posibilidad de trabajo en el Gobierno o el submundo de La Libertad Avanza.

Menem ensayó ante interlocutores un argumento que guarda su lógica sobre por qué Bertie Benegas Lynch debe ocupar la presidencia de Juicio Político, en lugar de Pagano. “Bertie se la pasa mandando cagadas y es donde menos daño va a hacer”. Esa comisión no tiene mucha tarea hasta que se dé el momento crítico de tratar un juicio político a Milei. En esa instancia, la poca pericia política del hijo del “prócer de la Libertad” no contará tanto como su lealtad.

Menem ensayó ante interlocutores un argumento sobre por qué Bertie Benegas Lynch debe ocupar la presidencia de Juicio Político, en lugar de Pagano. ‘Bertie se la pasa mandando cagadas y es donde menos daño va a hacer’

Para aclarar las cosas, el titular de Diputados arregló una entrevista esta noche con el house organ televisivo que se financia con capitales allegados a Mauricio Macri.

El esquema de la bajísima calidad de su bloque legislativo luce satisfactorio para el Presidente, mientras deja que Karina haga y deshaga. A todas luces, a Milei le tienta más sacarse fotos con cuanto exponente de las ultraderechas israelí, española y estadounidense lo quiera homenajear. Abocado a la gesta de la selfie, Milei escribe la página más vergonzosa y peligrosa de la política exterior, un entretenimiento que deshonra el papel de Argentina y coloca al país a contramano de sus intereses en la noche en que Irán lanza una inédita respuesta bélica a un ataque israelí contra la Embajada en Damasco, mientras continúa la matanza del Ejército de Benjamin Netanyahu en Gaza.

Negociadores del ala política del Gobierno tampoco se toman muy en serio a la bancada oficialista, mientras soportan —porque no queda otra— los desmanes de Karina y minimizan el riesgo de deserciones. Entienden que, aún con sus dosis de amateurismo, los diputados y senadores de La Libertad Avanza conforman un bloque compacto de fobia a la izquierda y al kirchnerismo, y que prevalecerá su lealtad a la figura presidencial.

El ala política reconoce que los servicios de Cristian Ritondo en el bloque PRO, Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó en Hacemos Coalición Federal y el inefable Rodrigo de Loredo en el de la Unión Cívica Radical son más conducentes para la media sanción de la ley Bases y para planchar el tratamiento del megadecreto de necesidad y urgencia. La ecuación es otra en el Senado, y por ello Guillermo Francos se vuelca a explorar formas de conseguir gobernadores peronistas que ordenen a sus representantes traicionar al bloque de Unión por la Patria.

La vieja billetera, herramienta por excelencia de la casta, trabaja intacta.

El agitador menos oportuno

El fenómeno político de Milei, los avatares oscurantistas de Karina y la indisciplina del bloque oficialista entretienen al círculo rojo. Algunos celebran la provocación permanente como signo de la osadía del proyecto que nunca creyeron que se podría coronar con este rostro extremo, pero un aspecto deja absortos a voces pragmáticas de la ortodoxia económica: el perfil de Luis Caputo como un agitador más.

Resulta obvio que al Gobierno ultraderechista le sobran violencia verbal, likes orquestados en redes, memes, cosplay y publientrevistas en penumbras para disimular la papada presidencial, pero falta densidad de texto y muñeca política.

Con ese cuadro, se podría esperar un arquitecto de la política económica que trace un cuadro sólido, preserve su autoridad, envíe a su equipo a puntear artículos en el Congreso y negocie firme con corporaciones voraces por ganar en un trimestre lo que en condiciones normales cosecharían en años, no por un objetivo de justicia social, sino de supervivencia.

Pues no. Tocó un jefe del Palacio de Hacienda capaz de desvirtuar su palabra al punto de apelar a un bot fake de Twitter como prueba de que los precios bajan.

Resulta obvio que sobran violencia, likes, memes, cosplay y publientrevistas en penumbras, pero falta densidad de texto

A falta de un punteo técnico, integrantes del Congreso de las oposiciones amigable y real manifiestan dificultades para encontrar interlocutores capaces de arribar a acuerdos y garantizar su cumplimiento. Todo termina en un embudo en la mesa ínfima de Milei y queda sujeto a que el Presidente pueda contener sus arranques de violencia. El centenar de diputados del bloque transversal de la buena voluntad “Presidente, Déjese Ayudar” vive esta realidad con desasosiego.

Caputo en persona puso en un brete a quienes bregan por disimular los efectos del DNU, cuando expuso días atrás su intervencionismo estatal para bloquear las paritarias libres acordadas entre Camioneros y las cámaras empresariales, y se mostró indignado, pero inerte, ante el aumento desmesurado de las prepagas. El sector afectado por el alza en las cuotas de la medicina privada, no más de 10% de la población y afín en gran proporción a Milei según su nivel socioeconómico, alcanza a comprender que esa carrera alocada de un empresariado oligopólico se disparó gracias al vale todo garantizado en el DNU gigantesco.

En otro tramo menos advertido de su último raid, Caputo elogió a Milei con desmesura. “Es un fenómeno; el mejor presidente del mundo”“Eh, paraaaaá”, lo frenaron. “Sí, sí, hay que aprovecharlo”. Como si Milei no tuviera a un cúmulo de conductores de programas televisivos, radiales y de streaming que lo elogie.

Entre economistas ortodoxos —bancos, universidades privadas, consultoría, inversores, órbita de Juntos por el Cambio— hay consenso en que el efecto de la motosierra y la licuadora contribuyeron a una baja abrupta del déficit fiscal y un costo inflacionario disparado por la devaluación de diciembre menor al esperado. Se celebra en ese ámbito “la señal”“la decisión”“el rumbo”, pero hay inconsistencias severas de las que nadie en el Gobierno parece dar cuenta.

“Veo a Caputo peleándose en Twitter y me convenzo de que tenemos cepo para rato”, dijo a elDiarioAR uno de las voces más escuchadas en el mundo de las finanzas.

Hiperrecesión, ancla para los “numerazos”

Además de los críticos ubicados en la vereda opuesta, quienes esbozan cuestionamientos sobre la falta de una mirada económica sofisticada son economistas y operadores respetados por “el mercado”, que votaron a Milei con las dos manos en el balotaje y sienten afinidad por su desparpajo.

Los “numerazos” del alza de precios que celebra el Presidente tras la devaluación (25%, 20%,  13% y 11%) marcaron récords consecutivos en tres décadas, y ello contrasta con un ritmo de devaluación de 2% mensual fijado por el Banco Central desde diciembre.

El consenso de los economistas señala que un país caro en dólares y sin reservas en el Banco Central no es viable en el corto plazo. De allí las maniobras bruscas de Caputo por conseguir otra tajada del FMI. Si se diera el que por ahora aparece como ilusorio préstamo adicional por US$ 15.000 millones, ese monto, por sí solo, rankearía alto en la historia de los créditos del organismo multilateral. Caputo se podría colocar una medalla de plata debajo del galardón de oro que obtuvo como negociador del acuerdo por US$ 44.500 millones en 2018, evaporados por el Ejecutivo de Macri en cuestión de meses.

A este panorama se suman lo que muchos en “el mercado” perciben como dibujos. El Gobierno reportó superávit fiscal en enero y febrero (ingresó más de lo que gastó), logro forjado con baja de 30% de las jubilaciones en términos reales y la cuenta impaga a las generadoras de energía eléctrica. Se trata de empresas gigantes y medianas, con contratos establecidos a valor dólar y alta capacidad de lobby, que apoyan “el cambio”, pero aguardan cada vez con menos paciencia el pago de una deuda de unos US$800 millones por mes.

Caputo se podría colocar una medalla de plata debajo del galardón de oro que obtuvo como negociador del acuerdo por US$ 44.500 millones en 2018, evaporados por el Ejecutivo de Macri en cuestión de meses

Otro “numerazo” de Caputo es el de la recuperación de unos US$13.000 millones de reservas de libre disponibilidad del Banco Central, que Milei asumió en saldo negativo. Aparece otro asterisco. Esa recuperación sería menor, hasta casi inexistente, si el Banco Central no hubiera pisado el pago de importaciones por un monto algo inferior a las reservas acumuladas (US$9.300 millones entre diciembre y febrero).

Superávit fiscal sin pagar la energía, recuperación de reservas sin saldar importaciones y control de la inflación con la peor de las anclas: malaria colectiva.

La hiperrecesión alumbra otro de los peligros estructurales del plan Caputo, advertido por economistas heterodoxos desde siempre y asumido en estos días por ortodoxos. La caída sostenida de la actividad deteriora gravemente los ingresos por cobro de impuestos y ello complicaría el pilar del equilibrio fiscal enarbolado por Milei.

Quienes ven la mitad del vaso lleno estiman que la inflación mensual de 11%, la mitad de la pronosticada en diciembre para esta altura del año, una brecha moderada entre la cotización del dólar oficial y los paralelos, y cierta recuperación en el Banco Central son puntos de partida para emprender lo que denominan “reformas estructurales”.

Allí se inscribe la cristalización al menos parcial de la caída de las jubilaciones y los salarios del último trimestre, una flexibilización laboral que abarate el despido y el salario, y quite fuerza a los sindicatos, y una reducción sustancial del “tamaño” del Estado (despidos, privatizaciones y eliminación de tareas).

Resulta más fácil escribir esos objetivos en un excel que ver su efecto en la mesa de los hogares del Gran Rosario o las poblaciones rurales de Chaco.

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