La policía repartió palos y gases a los ojos de viejos desamparados. «Cambiamos fe por lágrimas, ¿con qué libros se educaron esas bestias, con saña y sin alma?», capaces de agredir brutalmente a personas mayores indefensas. Creo que el libro es el de la obediencia debida, que no justificó ni a los nazis ni a los genocidas de la Dictadura Cívico Militar, porque la doble cobardía de masacrar a seres inermes y no hacerse cargo del acto canalla es repugnante e injustificable, legal y éticamente.
Es difícil pensar el concepto de envejecimiento saludable en este contexto que reproduce lo peor del menemismo, aquel gobierno que también se ensañó con la aniquilación de los viejos, con salarios de muerte. Como lo dijimos en varias oportunidades, la salud no es un concepto desligado de las dimensiones sociales, políticas, económicas y culturales, de las condiciones concretas de existencia en un determinado período histórico. No podríamos comprender, si apelásemos a la salud como un estado individual, las razones por las que en esa infame década menemista los suicidios de los adultos mayores llegaron a tasas extraordinarias, las más grandes en la historia argentina.
Envejecer saludablemente significa entender la salud como un estado de bienestar bio, psico, social y no solo ausencia de enfermedad. Este concepto es de la O.M.S., que lo definió en 1947, organismo emergente de la ONU, que surge con el intento de prevenir nuevas guerras durante la segunda posguerra mundial. Es muy significativo que la definición sea la misma, «Estado de bienestar», que aquella que signó los Estados Keynesianos, con los que el capitalismo intentó evitar que los trabajadores se sintieran atraídos por el comunismo en plena guerra fría. Esos Estados construían un equilibrio en los conflictos de clase, a través de garantizar los derechos sociales de los trabajadores: al empleo, a la salud, a la educación, a una vejez digna.
En ese contexto estaba claro qué significaba la salud como Estado de bienestar, es decir, como aquel que podía surgir del goce de los derechos humanos fundamentales.
Ese estado no existe si no es colectivo, si la mayoría de la población no accede a la satisfacción de sus necesidades. Es el modo en que Lía Ricón conceptualizó la salud, como una búsqueda colectiva de la satisfacción de las necesidades. Para definirlas tomó de MacNeef una clasificación: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, identidad, ocio, creatividad, libertad y trascendencia, como necesidades humanas universales, y evaluó, con ese criterio, la salud de una sociedad, según el modo en que satisfacía esas necesidades, a los que llamó satisfactores. El trabajo puede ser un satisfactor, por ejemplo, destructor en el caso de que predomine la explotación y precarización del empleo, o sinérgico y positivo si se desarrolla en condiciones dignas y de pleno empleo.
En el caso de los adultos mayores no están, como el Coronel de la novela de García Márquez, garantizadas ni siquiera las necesidades de subsistencia y protección por la dificultad de acceso a los alimentos, servicios y medicamentos. Encima, si nadie alza la voz contra estos atropellos, los convierte en un indisimulable signo de una crueldad y una crisis ética de la sociedad en su conjunto, que ni siquiera puede denunciar a los bárbaros.
El envejecimiento en sí mismo es una crisis bio, psico, social, atravesada por la exigencia de elaboración de duelos masivos a partir de la disminución y pérdida del vigor del cuerpo y los sentidos, de la pérdida del trabajo, la jubilación, la partida de los hijos, el nido vacío, el deterioro de la memoria, la muerte del cónyuge, de los afectos, del lugar social y del poder dentro de la familia, y el procesamiento de nuevas tareas de la vida, como las internaciones en las instituciones geriátricas, la cercanía de la decrepitud o la muerte.
Es esa crisis, agravada por el proyecto político de destrucción de la vejez al que estamos asistiendo, a la que podemos acompañar para que su condición sea soportable, para ayudar en el tratamiento de las frecuentes depresiones que presentan ante el fracaso de elaboración de los duelos y en la posibilidad de sostener el deseo de vivir, esa llama inextinguible, propia de la pulsión de vida y que no se apaga con ningún viento, si se acompaña desde la ternura a los adultos mayores.
En ese contexto, este lunes a las 19 horas participaré de una charla en la Uader, en calle Quintana 37, sobre envejecimiento saludable, anticipando, además, el Día Mundial de Prevención del Suicidio. Para intercambiar, reflexionar y pensar juntos la urgencia y necesidad de estar junto a nuestros adultos mayores en esta hora tan grave. Están todos invitados.
Envejecimiento Saludable y Prevención del Suicidio en Personas Mayores
Se realizará una Charla Debate sobre la temática anticipando al Día Internacional de Concientización para la Prevención del Suicidio.
Esta actividad es el primero de cuatro encuentros que se realiza en el marco de las II Jornadas de Envejecimiento saludable y activo desde una perspectiva de los Derechos Humanos.
Tendrá como disertantes a María Emilia Hentges, Eliana Elisabet Alvarado Ramírez y Sergio Luis Brodsky, referentes en este campo disciplinar y además incluirá intervenciones artísticas de estudiantes de las carreras de Música de la UADER y del “Cuarteto Gurí”, grupo musical de niñxs y adolescentes dirigido por Hilda Santana.
Se trata de una propuesta abierta a la comunidad donde, se abordará esta etapa de la vida de manera articulada en un Proyecto de Extensión de distintas Cátedras (PECAT) de la Tecnicatura en Canto Lírico, Tecnicatura en Instrumentación Musical, de la Tecnicatura Universitaria en Acompañante Terapéutico y de la Tecnicatura Universitaria en Psicogerontología que se estudian en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la UADER Sede Concordia.
En cada uno de los encuentros previstos se propone reflexionar y pensar a las personas mayores desde una perspectiva integral de la Salud Mental y los Derechos Humanos.
Cronograma de los encuentros
Primer encuentro: 9 de septiembre
Segundo encuentro: 24 de septiembre
Tercer encuentro: 7 de octubre
Cuarto encuentro: 22 de octubre
Los cuatro encuentros se desarrollarán a las 19:00 en el SUM de Sede Concordia de la FHAyCS UADER (Quintana 37, Concordia). Incluirán charlas, juegos, intervenciones artísticas, debates, talleres, entre otras actividades.
Actividad libre y gratuita (se aceptará colaboración voluntaria) para cualquier persona interesada en la temática. Inscripciones al inicio de cada Encuentro y se entregarán certificados.
