Con apenas poco más del 30% de votos escrutados, desde la lista de Ibarra aseguraron que «la diferencia era inalcanzable», por lo que Riquelme se impuso con el 64,9% y continuaba creciendo. De esta manera, el ex jugador se convirtió en el presidente más votado en la historia del fútbol argentino.
De la elección del Xeneize participaron 43.367 socios, superando el número que el propio Boca había logrado en 2019 cuando votaron 38.363. Si bien fueron récord absoluto para el país, no les alcanzó para romper la marca histórica en el mundo que todavía le pertenece al Barcelona, con 57.088 votos conseguidos en el 2010.