Los dos discursos marcaron diferencias con Javier Milei, a quien Kicillof nunca mencionó por su nombre y apellido como lo hacía durante la campaña. La más nítida apareció al final del segundo, el de la plaza San Martín que está frente al Palacio de Gobierno. “Viva la justicia social, carajo”, casi gritó el gobernador. Nunca lo había dicho de esa forma, de manera que el “carajo” final no fue el remedo de una escena floja de película floja sino un desafío al “viva la libertad, carajo” de Milei. Y sin embargo, la libertad también figuró entre los conceptos de Kicillof. Solo que con un pero: “Sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una estafa”.
El gobernador se paró en el peronismo y en el kirchnerismo. Le dijo a Cristina Fernández de Kirchner, que fue a verlo y estaba en el palco de verde, con la compañera de Kicillof vestida de blanco, que “es una persona a la que admiro demasiado”. Volvió a mencionarla junto a Néstor Kirchner al hacer una comparación con el gobierno de Alberto Fernández, a quien tampoco invocó por nombre y apellido.
Al hacer su lectura sobre el resultado electoral, dijo que “faltó más rebeldía, más justicia social, más igualdad y más distribución de la riqueza”. Recordó que “en 2019 se votó para recuperar el trabajo, el salario y resolver la inflación”. Después “se pudo hacer mucho en términos de actividad, pero la inflación alcanzó niveles angustiantes”, lo cual sin duda “es malo para una vida tranquila y sin angustias”.
Al revés de los discursos de Fernández del último año, centrados en la pandemia, la guerra y la sequía, Kicillof mencionó las tres plagas pero agregó una más, de fabricación propia: “No pudimos dar respuesta”.
Dijo que “Néstor y Cristina consiguieron dos reelecciones (para el peronismo) en primera vuelta. Sin embargo, “los 12 años no deben ser fuente de nostalgia sino un manual sobre cómo gobernar con coraje y amor a la patria en favor de las mayorías”.
Verónica Magario juró sobre los Santos Evangelios y por Dios y la patria. Kicillof, solo por la patria. Los dos se abrazaron, se agarraron las manos o pusieron una mano sobre el brazo del otro una decena de veces. Son una dupla que funciona bien y que además recoge la representatividad de La Matanza, por la misma Magario y por el apoyo de Fernando Espinoza, que estaba cerca del intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi y del de Ensenada Mario Secco. Si hay alianza interna, que se note. Que no parezca un accidente.
Taty Almeida, de Madres, le tiraba besos desde la platea, y Estela Carlotto le sonreía. Después del discurso ante la Asamblea Legislativa, fueron las dos personas a las que Kicillof corrió a abrazar primero.
Hubo mensajes para toda la Provincia. De entrada, Kicillof agradeció “a todos los bonaerenses, hayan votado como hayan votado”, prometió “seguir gobernando para todos, sin distinción”, felicitó “a los 135 intendentes, a los de nuestro espacio y a los de la oposición, por estar siempre cerca de sus representados”.
Sobre su reelección, dijo que “merece un agradecimiento especial, porque el pueblo no apostó a los desconocido”. Agregó que encima eso se había dado “en circunstancias de mucho malestar social”, pero que “si aun así nos reeligieron, no votaron una continuidad mecánica sino la promesa de seguir transformando la provincia de Buenos Aires”. Síntesis: “Nos eligieron para seguir transformando”.
En cuanto a la forma, el voto según Kicillof se debió a la decisión de “gobernar de manera transparente, cerca de la gente, con prioridades claras y para el pueblo de la provincia”.
La transparencia suele ser un eufemismo para hablar del manejo decente de los bienes públicos. Aunque el gobernador es reacio al “honestismo” como ubicación ideológica, este diario pudo saber que Omar Galdurralde tiene el boleto picado. Galdurralde, cuyo apellido rima con el de Martín Insaurralde, fue el director de Loterías y Casinos de la Provincia en el primer mandato. Pero después de que el yate del ex intendente de Lomas de Zamora quedara escorado en Marbella, sus acciones cayeron con estrépito.
Entre los dos discursos, el del palacio y el de la plaza, éstas fueron otras definiciones de Kicillof:
*”Celebro algunos gestos pacificadores que tuvo en los últimos días el nuevo presidente. Estoy en contra de cualquier discurso que estimule el odio y el rencor entre los argentinos. Los discursos de odio conducen a la violencia y a la persecución”.
*”Tomamos esta reelección con emoción pero sin exitismo”.
*”Los bonaerenses evaluaron que lo que falta en salud e infraestructura no se consigue ni con motosierra ni con ajuste”.
*”No sobran derechos. No sobre Estado. Hacen falta más derechos. Y nada de eso se consigue sin recursos. Se escucharon barbaridades tan inexactas como injustas. La provincia de Buenos Aires es la segunda en la menor cantidad de empleados públicos por habitante. Aportamos casi el 40 por ciento de los recursos nacionales y recibimos poco más del 20. Les digo también a los otros partidos políticos, y sobre todo al radicalismo, que a todos nos toca recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia”.
*”¿La idea es ahogar a la provincia de Buenos Aires? Estamos felices y orgullosos por el respaldo popular pero no soy el gobernador de una isla sino de la provincia donde vive casi el 40 por ciento de los argentinos cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional”.
*”Respetamos la esperanza de millones de argentinos y la legitimidad popular pero no les voy a mentir: las propuestas de la fuerza que ganó no conducen a una mejor sociedad y a una mejor economía”.
*”Que también se respete la voluntad de los bonaerenses que respaldaron un proyecto de inclusión y defensa de derechos”
*”La justicia social no es una aberración”.
*”Genocidio nunca más”.
*”¿Cuánto cuesta un chico que no asiste a la escuela? Si Sarmiento y Roca se levantaran de la tumba dirían que la escuela pública es una herramienta para que nuestro país tenga futuro”.
*”En salud, sin Estado la única libertad es la de enfermarse”.
*”El peronismo siempre es democrático. Hay un gobierno nacional distinto pero no hay un único pensamiento. Siempre hay alternativas. La alternativa es clara y es el peronismo. El 45 por ciento de los argentinos y argentinas votaron a Sergio Massa. Por voluntad popular el peronismo gobierna la provincia más grande de la Argentina”.
*”No vamos a adelantarnos ni vamos a ser atropellados, pero el equilibrio fiscal se construye con gastos de un lado y recursos del otro. En el país y en la provincia sí que hay plata, pero la tienen pequeños sectores. Y nosotros vamos a defender a los sectores que precisan más acompañamiento”.
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