Los concejales del oficialismo “votan ordenanzas sin entender, sin saber del tema”, aseguró el delegado del Sugara

“Un chico de escuela con 19 o 20 años te saca cinco segundos en velocidad en las pruebas. Yo tengo 53 años y vivo entrenando pero ese chico entra primero que yo porque es más veloz”, dijo. “No hay nada oficial pero las cosas están dada así”, dijo. “Desde el Concejo quiere acortar la cantidad de guardavidas”.

El delegado indicó que en un rescate se debe controlar a una víctima de un ahogamiento una vez que toman contacto con la misma, avisar a los compañeros que llamen al servicio de emergencias, acarrearlo hasta la playa, hacer maniobras respiratorias o RCP (reanimación cardio-pulmonar). “Si la victima entra en pánico te abraza y te quiere ahogar a vos también”. “Cada arrojo de guardavidas, arriesgas tu vida. Para eso estamos”. Por ello, dijo que un guardavida “estilizado o veloz” no significa que es un buen guardavida.

“Hasta hace unos días las intenciones del municipio eran tomar una reválida pero no corresponde legalmente que tome una reválida”, indicó el delegado. En cambio, admitió que el municipio debe adherirse a la reválida provincial o a la que suele realizar la escuela de guardavidas y también puede imponer una admisión.

El problema es que los trabajadores no saben con que normativa se reemplazará la ordenanza derogada. Álvarez dijo que hay dos escuelas de guardavidas donde se puede consultar cuales son  las pruebas físicas adecuadas para habilitar a un guardavida en la temporada. “Y no gente que ni siquiera es idónea. Cuando algo se quiere hacer de calidad se busca a las personas o las instituciones que corresponde y no a una persona de la provincia que no tiene ni idea de lo que es un guardavida”, dijo. Por lo tanto, admitió que los guardavidas con 15 o 20 años de antigüedad podrían quedar relegados a la hora de ser admitidos para trabajar por jóvenes que hagan mejor tiempo.

Al mismo tiempo, sostuvieron que desde el Sugara se manifiestan abiertos al dialogo pero nunca hubo la misma predisposición desde el Ejecutivo.

Además, señaló que hay localidades vecinas, como San José, donde hoy comenzaron con la temporada de verano. Sin embargo, en Concordia, aún no hay noticias. Y, al mismo tiempo, sostuvo que ya se ve a familias bañándose en las playas del lago. “¿Están esperando una desgracia? ´Que alguien se ahogue?”, remarcó.

Álvarez también hizo mención a las expresiones de la viceintendenta Magdalena Reta de Urquiza  quien explicó que los 32 guardavidas que prestan servicio deberían ser contratados por la Codesal (Corporación para el Desarrollo de Salto Grande) y no por la municipalidad. Las expresiones las hizo en una reunión pero luego explicó que solo fue un “pensamiento en voz alta” ya que no había hablado con nadie del Ejecutivo.

Sin embargo, Alvarez dijo que la deducción que hicieron es que en el municipio los consideran un “gasto” a los guardavidas. Pero aclaró que eso no va a suceder porque hay un convenio colectivo de trabajo que los ampara. De lo contrario serían empleados -en detrimento de lo que sucede habitualmente cada verano cuando son contratados con aportes del municipio- como monotributistas lo que implica una clara precariedad laboral. “Hay una ley nacional que impide que los guardavidas sean contratados como monotributistas”.

Pero aclaro que hace dos décadas que no se registran personas ahogadas en las playas que cuentan con servicio de guardavidas. “Eso quiere decir que no somos un gasto. Para algo estamos”, dijo, A eso sumó que muchas veces informan a los turistas.

Además, les pidió a los ediles del oficialismo sesionen para que se cumpla con la ley provincial que establece que los guardavidas deben tener indumentaria acorde como camperas, pantalones largos, ojotas, anteojos, zapatillas, un buen botiquín una embarcación, tablas de rescate (“las que se ven son puestas por el sindicato, no por el municipio) protector solar, etc. “Hace poco murió un compañero, Carlos Grandi, por cáncer de piel y todos vamos por ese camino”, indicó.