Mandarinas a la basura: la titular de la Fecier explicó que hay una superproducción de citrus y el poder adquisitivo de la gente es “cada vez menor”

“Hay mucha gente que se ha quedado sin trabajo. Esa es una realidad. La asistencia con planes está en bajada, reduciéndose. Todos eso lleva a que haya menos dinero en el mercado interno para el consumo de cítricos”, sostuvo Zorzi.

Por otra parte, mencionó que la forma que tienen de medir la venta en el mercado interno es observar la comercialización de guías (el impuesto que paga el productor citrícola). “Es viene parejo, parecido a lo del año anterior”, explicó. La diferencia es que hay mayor cantidad de fruta que  va a industria, a jugos. “Eso viene marcado desde el año pasado y este año es mucho más fuerte porque hay más fruta y también hay una demanda de la industria por más fruta”, sostuvo. “En el mundo, le precio del jugo viene con muy buenas perspectivas”, añadió.

La actividad venia de dos años consecutivos de sequía. “La primavera pasada las plantas reaccionaron muy bien y tenemos este año una superproducción. Como tenemos un mercado de oferta y demanda, ante una oferta tan grande y una demanda restringida, los precios caen fuertemente y llega un momento que al productor no le conviene hacer la venta de esa fruta porque es mas lo que pierde que lo que gana”, sostuvo.

Zorzi explicó que la fruta que queda en el árbol a veces cae pero otras veces no. “Lamentablemente a veces tenes que juntarla y arrojarla en algún lugar porque tenes que lograr que la planta vuelva a producir en la primavera siguiente”, indicó.

Por otra parte, indicó que la fruta que va a fábrica es la que se denomina de descarte. Pero este año, también constituye una salida comercial para una fruta que “es una pena que vaya a industria”. “Pero como no hay mercado interno y la exportación también está restringida, termina yendo a jugo”, dijo.

Respecto de los precios que se les pagan a los productores, la presidenta de la Fecier dijo que un bin de 320 kilos vale $ 320.000. Eso equivale a menos de $ 100 el kilo. En las verdulerías, como económico, ese mismo kilo vale $ 600. “Se ven verdulerías con mandarinas de hasta $ 1.000”, explicó. La diferencia, entre seis y diez veces lo que se le abona al productor, queda en la cadena comercializadora. “Desde el mercado concentrador hacia adelante, después el distribuidor y por último el verdulero hasta llegar al consumidor”, indicó.

Los únicos productores que pueden obtener rentabilidad extra, respecto de quienes venden en la quinta, son quienes se han podido construir un empaque y comprar camiones para llevar la fruta hasta un puesto propio en un mercado concentrador. “Pero cuando tenes una superproducción pero no está la demanda, todos terminan afectados”, sostuvo.

Zorzi sostuvo que la salida a este tipo de situaciones es trabajar en mejorar los mercados de exportación y “generar algún incentivo o disminución de impuestos para que el sector pueda levantar cabeza en momentos como éste”.

Por otra parte, sostuvo que en algunas quintas que años anteriores que estaban con un mantenimiento más pobre y deficiente volvieron a invertir y la producción se sumó al volumen de este año. “El citrus es una planta muy noble, a veces te golpea una catástrofe como una helada y parece que perdés todo pero dos o tres años después se recuperan las plantas”, indicó.

Además, manifestó que el cambio climático está modificando muchas cuestiones atinentes a la actividad. “Hace una semana teníamos 25°c y veías los cítricos y estaban brotando y algunos hasta floreciendo pero si mañana tenemos una helada, todo eso se pierde, incluso la fruta que está para ser cosechada. Eso es parte del cambio climático que lamentablemente no está en nuestro poder el modificarlo. Habrá que adaptarse”, indicó. Asimismo, indicó que esta semana en el Inta Concordia se realiza una Jornada Citrícola nacional y el tema es el efecto del cambio climático en las plagas y enfermedades. “Técnicamente se desacomoda todo lo que uno aprendió sobre el manejo de las plagas y las enfermedades”, indicó.

“Hay que mirar un poco las regiones. Esto que nos pasa a los citricultores a veces pasa en Cuyo, pasa en el sur, en la Patagonia. Hay que atender las características de cada región”, indicó en referencia al gobierno nacional.

Más adelante, sostuvo que el sector pide un régimen laboral con algún tipo de exenciones respecto de las contribuciones patronales. “Las condiciones de la actividad nuestra no son las de la agricultura y tenemos una mirada de que todo el sector productivo es la agricultura”, dijo. Los cosecheros están en una quinta hoy y mañana en otra y así. “Nosotros pedimos una alta y baja temprano para que las personas que están trabajando hagan los aportes que corresponden pero que no terminen siendo un empleado permanente”, añadió.

“Un cosechador no trabaja una semana entera o 15 días, salvo empresas grandes. Acá son unidad de menos de 50 hectáreas y las cosechas son de uno o dos días, cuatro o cinco en el mes. Hay que contratada a la gente con las condiciones que corresponden”, acotó.

Por último, dijo que la sanción de la Ley Bases en el Congreso les da un marco para presentar a los diputados nacionales un proyecto sobre el que están trabajando. “Justamente estábamos esperando la aprobación de la Ley Bases”, dijo.