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Concordia
lunes 14 de octubre de 2024
martes 6 de junio de 2023
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PASA EL TIEMPO: La alianza Conservadora Radical de Gualeguaychú presentará su ‘pollo’ en el club más Peronista

Apenas un instante, ni setenta años han pasado, y los colmillos de la memoria siguen clavándose en la yugular de algunos sobrevivientes. Trayendo imágenes del pasado a un presente que lo contraría y ofende, aunque ya no importa, pocos lo recuerdan y a muchos menos le interesan estas historias. Fue en septiembre de 1955, una alianza conservadora, indignada porque la chusma peronista había conquistado reivindicaciones y espacios de poder, que consideraban propios por derechos heráldicos, resolvieron terminar por lo sano y derrocar el gobierno democráticamente elegido. Una trifecta poderosa: el ejército, la iglesia y los conservadores, apoyados por la Embajada de EE.UU. y con los radicales como segunda línea, pero poniéndole el cuerpo a los ‘comandos civiles’, civiles armados en los cuarteles con viejos máuser, sobrevivientes de la Primera Guerra, tomaron las calles de la ciudad asaltando los bastiones del peronismo.

Un barrio: Pueblo Nuevo, y un club: el Club Pueblo Nuevo eran los símbolos máximos de los protagonistas de esta historia. Construido alrededor del hoy desaparecido Frigorífico Gualeguaychú expresaba contundentemente la nueva identidad política surgida con el peronismo: los orgullosos obreros peronistas.

 Y en el medio de la calle, hoy avenida, que nacía en ‘la fábrica’ como la llamaban familiarmente los obreros, un busto de Eva, ‘esa mujer’, la abanderada de los humildes, la idolatrada por los sumergidos, la incuestionable, un busto de bronce que los vecinos se encargaban de lustrar y rodear siempre de flores[i].

Fue en eso días de septiembre, que ejecutaron la afrenta imperdonable: envalentonados e inflamados de resentimiento, algunos de los ‘comandos civiles’ se dirigieron al busto, lo ataron con una cadena y tirándolo con un auto lo arrancaron y arrastraron por el suelo, por toda la avenida, hasta el corazón ‘civilizado’(SIC) de la ciudad. Las casas de Pueblo Nuevo estaban tapiadas, las ventanas y puertas cerradas, los obreros, en franca debilidad por las circunstancias políticas que se vivían en los momentos del golpe, dentro de ellas esperando pasara el derrumbe. La madre de un viejo amigo alguna vez me contó que no podían parar de llorar de impotencia, y que el momento en que pasó el auto ‘revolucionario’ arrastrando el busto de Evita, se quedó sin respiración y sufrió un desmayo.

Pero el tiempo pasa, ni el frigorífico existe más, ni la calle Pellegrini se llama así ahora. En homenaje a aquellos tiempos en que arrastraron su busto por el medio de Pueblo Nuevo, rebautizaron la, hoy avenida, como Eva Perón. Algo que si se quiere ya ni homenaje es, porque seguramente si les preguntas a los actuales vecinos del barrio que tengan menos de 15 años, lo más probable es que la mayoría ni sepa quien fue Eva Perón, y mucho menos la anécdota que aquí arrancamos a la memoria.

UNA AFRENTA IMPERDONABLE: LOS HEREDEROS DE LOS ‘COMANDOS CIVILES’ LANZARÁN SUS CANDIDATOS CONTRA EL PERONISMO EN EL CLUB QUE FUE UN BASTIÓN DE ESA DIVISA POLÍTICA

Habrá que rendirse ante Fukuyama, las evidencias son contundentes, estamos viviendo tiempos del fin de las ideologías. Sino vean lo que anuncian en Gualeguaychú: la alianza conservadora – radical que derrocó al peronismo, e instaló una dictadura, lanzará uno de sus candidatos, el que luce como ‘pollo’ del oxigenado, nada menos que en el mismísimo Club Pueblo Nuevo. Algo que para los que tienen memoria constituye el mayor agravio que se podría hacer a la memoria de Eva Perón, y sobre todo a los mártires que dieron su vida por esos ideales. Como el Sargento Luciano Isaías Rojas, un músico de una banda del ejercito que cometió el terrible sacrilegio de ser peronista, tremendo delito por el que fue fusilado[ii] en la penitenciaría de la calle Las Heras de la capital Federal, cuando en 1956, el General Valle, intentó restaurar la democracia.

Los organizadores del acto, seguramente para acallar las voces de ultratumba que surgirán desde el pasado, y que, no dudo, algunos sentirán en el evento, anuncian, para humillar aún más a los vencidos del 55, si esto es posible, y los fantasmas del pasado, anuncian la presencia de un conjunto musical al que pertenece el candidato a lanzar. Un evento que en si mismo es una humillación in extremis, a la memoria popular, especialmente al peronismo de Gualeguaychú.

[i]https://www.eldiaonline.com/me-echaron-radicales-y-peronistas-que-no-diga-algunas-verdades-al-aire-n418329

[ii]https://robertobaschetti.com/rojas-luciano-isaia/