Director: Claudio Gastaldi | jueves 26 de junio de 2025
Y de amargura y sinsentido, como esos bebés de seis meses que observaba René Spitz, esos pequeños huérfanos atendidos frÃamente por enfermeras en los hospitales o casas cunas, en turnos rotativos, que puntillosamente alimentaban, higienizaban, abrigaban. Esos niños, que tan chiquitos aún no hablaban, borraban con acritud sus nacientes sonrisas, dejaban de mirar y alimentarse,…

Sergio Brodsky

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26 May 12:07
Por: Sergio Brodsky

Morir de Tristeza
Y de amargura y sinsentido, como esos bebés de seis meses que observaba René Spitz, esos pequeños huérfanos atendidos frÃamente por enfermeras en los hospitales o casas cunas, en turnos rotativos, que puntillosamente alimentaban, higienizaban, abrigaban. Esos niños, que tan chiquitos aún no hablaban, borraban con acritud sus nacientes sonrisas, dejaban de mirar y alimentarse, eran tomados por el marasmo y finalmente morÃan de tristeza. Se dejaban morir de pesar, de angustia y dolor, de soledad. Spitz lo llamaba "depresión anaclÃtica" porque se derivaba de la ausencia del amor materno o de Otro que cumpliera esa función de alojar a esa criatura en su deseo, un deseo que da lugar a la existencia. De cuidarlo, acariciarlo, hablarle, nombrarlo, amarlo. La depresión es la tristeza de esa falta que corroe hasta vaciar el amor propio, el apetito o las ganas, por desprecio o indiferencia (del mundo). Enrique Santos Discépolo sufrió con nostalgia la orfandad de sus padres ya a los 9 años, y la soledad y el dolor, el desamparo, fueron dibujando el perfil melancólico de su personalidad y un intenso deseo de ser querido, y una ternura con la que podÃa comprender el dolor ajeno, que le dolÃa "como propia la cicatriz ajena", que le permitió, talento mediante, testimoniar poéticamente en ese recurso a la escritura, gritar el sentido y el sinsentido de la existencia, de su existencia, ponerle palabras, lirismo, música a ese dolor que se abrÃa, desgarrador, desesperado y agónico, sobre todo en la década del 30, en la década infame, de la que sus tangos, sobre todo, fueron testigo y denuncia.
