Primero la respuesta corta para los que consumen solo títulos y subtítulos: seguirá mientras consigan dólares para fugar. La respuesta larga es una descripción completa del drama argentino: Un país estructurado por el poder económico como una usina generadora de riqueza real, que puede ser aspirada a voluntad por la especulación económico financiera, que, en primer lugar, tiene un sólido sustento otorgado por una clase prebendaria que desde el inicio de la historia articula con los intereses del saqueo, en segundo lugar una economía real que ha sido colonizada completamente por intereses foráneos que manejan las principales cajas, a saber la financiera, las exportaciones de comodities, y finalmente la comercialización de bienes de consumo masivo. A la que hay que agregar una de reciente aparición que es la de individuos completamente desencantados de las opciones políticas locales, porque tienen la justificada certeza de que solo ofrecen corrupción, complicidad y tolerancia legal absoluta para el sostenimiento de este estado de cosas. Novedoso sector en el que destaca una clase de jóvenes de la clase M y también de la cada vez más poblada clase excluida, para quienes el presente y el futuro ya no guarda opciones. Ignorantes de lesa ignorancia, acostumbrados al lenguaje de los videojuegos y la play, que consumen personajes de ficción confundiéndolos con los de la vida real, que cuando más disparatados y disruptores, más atractivos les resultan.