Lo que hace apenas unos días fue anunciado con entusiasmo por el gobierno de Entre Ríos como una medida “alivio” para los usuarios eléctricos –la baja del 1,8% al 0,8% de la tasa de fiscalización del EPRE– terminó siendo, según representantes del sector turístico, “una dosis de anestesia antes de la estocada final”. Así lo expresaron en un comunicado titulado “De la ilusión a la más profunda decepción”, donde denuncian que la medida fue rápidamente contrarrestada con un nuevo aumento en el costo de la energía eléctrica, que oscila entre el 4,6% y el 8%, dependiendo de la tarifa contratada. Un golpe inesperado y brutal para un sector ya golpeado, según remarcaron.