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domingo 13 de octubre de 2024
lunes 12 de junio de 2023
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Vaca Muerta se lleva 627 has de suelo entrerriano por año

El abogado Ricardo Luciano señala que la extracción de arena de sílice para el fracking en Vaca Muerta está causando un grave daño ambiental en la provincia de Entre Ríos, donde se extraen 627 hectáreas de suelo fértil cada año. En un artículo enviado a DIARIOJUNIO alerta sobre el impacto de esta actividad sobre el ecosistema y la productividad de la región, sostiene que es necesario tomar medidas urgentes para frenar este ecocidio anunciado.

En la provincia de Entre Ríos, se está produciendo un alarmante ecocidio debido a la extracción de arena de sílice para abastecer los pozos de fracking en el yacimiento de Vaca Muerta. Según estimaciones, se prevé que en el año 2023 se abrirán 650 nuevos pozos, lo que aumentará significativamente la demanda de arena.

Cada pozo de shale en Vaca Muerta requiere aproximadamente 13.572 toneladas de arena al año, lo que representa más del 20% del costo total del pozo. Si se proyecta esta cifra a los 650 nuevos pozos estimados para el próximo año, se obtiene la escalofriante cantidad de 8.821.800 toneladas de arena.

La provincia de Entre Ríos es responsable de proveer el 80% de esta demanda, lo que equivale a 7.057.440 toneladas de arena extraídas anualmente. Para comprender mejor el impacto ambiental, es importante tener en cuenta que cada hectárea de extracción de arena implica la remoción de aproximadamente 10.000 metros cúbicos de suelo.

Esto significa que, en total, se están extrayendo alrededor de 627 hectáreas de suelo entrerriano cada año, lo que equivale a aproximadamente 6.270.000 metros cuadrados de tierra fértil. Este suelo, producto de miles de años de sedimentación natural causada por inundaciones recurrentes, alberga un ecosistema único y es fundamental para la producción agrícola de la región.

El daño ambiental causado por la extracción de arena de sílice en Entre Ríos es irreversible. La pérdida de suelo fértil y de un ecosistema valioso pone en riesgo la sustentabilidad de la región y afecta negativamente a las comunidades locales.

Es urgente que se tomen medidas para frenar este ecocidio anunciado. Es necesario replantear el modelo de extracción de arena de sílice y buscar alternativas más sostenibles que minimicen el impacto en el medio ambiente y en la productividad agrícola de la región.

La comunidad entrerriana, junto con organizaciones ambientales y defensores del territorio, exigen que se detenga esta práctica destructiva y se promueva un desarrollo económico y energético que respete el equilibrio entre la actividad humana y la preservación de los recursos naturales.