La concejala justicialista salió al cruce de las declaraciones del intendente Francisco Azcué -y de la viceintendenta Magdalena Reta de Urquiza-, quienes esta semana justificaron la reducción del personal asignado al bloque opositor en nombre de la “austeridad” y el “uso eficiente de los recursos públicos”. Amiano calificó la medida como una maniobra “política y mediática” que no produce ningún ahorro real para el municipio, y denunció que detrás del discurso «anticasta» se esconde una estrategia de ajuste y persecución ideológica.

Amiano sostuvo que lo que se presentó como una medida de “racionalización” es, en realidad, una operación política planificada con anticipación. “Cuando ellos ingresaron en diciembre, ya venían con la estrategia armada”, aseguró Amiano. “Sabían quiénes eran los trabajadores que venían del peronismo y no les quisieron renovar contratos. A los de planta no les ofrecieron lugar en ninguna dependencia. Nosotros los contuvimos dentro del bloque hasta que se encontrara un destino laboral, que nunca llegó hasta ahora, que montaron este escena premeditada”.

“Lo que están diciendo es mentira”, afirmó Amiano. “Por ahora, lo único que conseguimos fue una foto del listado de personas, no el decreto completo. De las 17 personas que según ellos se desvinculan del Concejo, cinco tenían contrato con aporte y diez son empleados de planta que deben ser reubicados. No hay ningún ahorro ahí: simplemente los trasladan a otras áreas”.

La edil también desmintió la supuesta inflación de asesores, una de las principales acusaciones esgrimidas por el Ejecutivo para justificar la reducción: “Yo tengo solo dos contratados sin aportes que cobran en mano 220 mil pesos. El resto son empleados de planta, que no ingresaron conmigo y que no pueden ser despedidos por capricho”, subrayó Amiano.

Además, cuestionó con dureza el doble discurso del intendente. “Azcué habla de austeridad pero gasta recursos en consultoras porteñas, asesoramientos privados y fundaciones que hacen sus negocios con la plata y el sello del municipio de Concordia o Del INVyTAM, cooperativas y alquiler de maquinaria innecesaria. Eso sí es un despilfarro. No trae soluciones sino artilugios para capitalizar el descontento que traen a la ciudadanía de Concordia las políticas de ajuste que él defiende, que elogia e imita. Como no gestiona, produce escándalos aplicando el manual de Milei”, denunció.

«La misma lógica que usaron en los CDI, donde acusaron a esos espacios de ser aguantaderos políticos, cuando en realidad querían recortar sin medir las consecuencias”, señaló la concejal. Y agregó: «hace estas puestas en escena en medios y redes para canalizar el enojo y la frustración de una sociedad golpeada por la recesión y el ajuste económico hacia blancos fáciles que le sirven como chivos expiatorios: los pobres y vulnerables, los marginados, los trabajadores del estado, los opositores, los movimientos sociales, el periodismo crítico, entre otros»

“Azcué sabe que hay descontento, y lo que trata de hacer es redirigirlo. No gobierna para resolver, sino para confrontar», concluyó Amiano.