Se descubrió que las firmas no importaban ninguna mercadería a cambio de estos «pagos» en dólares que iban a bancos de Estados Unidos. Los giros serían de al menos USD 5,5 millones, indicó la Aduana.
La fuga de los dólares se realizaba a través de declaraciones tipo SIMI falsas, sin registrar en el sistema MALVINA. La maniobra consistía en simular importaciones a partir de documentación aduanera apócrifa para sacar las divisas del país al valor del dólar oficial, sin ingresar mercadería.
Sobre los 23 allanamientos, el director general de Aduanas, Guillermo Michel, detalló: “Estamos hablando de una asociación ilícita. Tenemos detenidos en el marco de este proceso a un contador y a un empleado infiel de un banco, que ofrecían estos servicios como falsos gestores para que empresas truchas se hicieran de dólares en el exterior, particularmente en cuentas en Miami”.
“El contador sería el cabecilla”, aportó Carlos Ñamandú, comisario a cargo de delitos federales, quien también indicó que, «en uno de los allanamientos, en la localidad de San Miguel, se secuestraron cinco armas, tres armas largas y dos pistolas en automático, una pistola a bloque» y que «se está investigando la procedencia”.
Para este operativo la Aduana solicitó la colaboración de la Financial Crimes Enforcement Network (FinCen) para aportar información económico-financiera de registros estadounidenses.