Así lo señala el último pronóstico trimestral difundido por el Servicio Meteorológico Nacional, que proyecta las tendencias climáticas de precipitaciones y temperaturas que tendrán lugar entre noviembre y enero.
Según la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), del informe del SMN se desprende que “predominan las áreas con perspectivas de lluvia normal o superior a la normal en el promedio del trimestre noviembre, diciembre y enero”.
En concreto, por zonas se estima lo siguiente en materia de precipitaciones:
- Sobre la región del Litoral (con mayor probabilidad) y este de Buenos Aires: Superiores a lo normal.
- Sobre el centro-oeste de Formosa y Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, oeste de Santa Fe, La Pampa, oeste de Buenos Aires y noreste de Patagonia: Normales a superiores a lo normal.
- Sobre la región de Cuyo y noroeste de Patagonia: Normales.
- En el NOA: Normales a inferiores a lo normal.
- En el extremo sur del país: Inferiores a lo normal.
La influencia de El Niño
En gran medida, la razón de estos pronósticos reside en que finalmente ya se habría activado El Niño en toda su dimensión en Argentina.
“En relación a El Niño, el calentamiento de Pacífico ecuatorial central ronda actualmente los +1.5°C por encima del promedio para la fecha. Según los modelos internacionales de pronóstico, la probabilidad de que continúe a lo largo del trimestre noviembre, diciembre, enero es del 100%”, explica la ORA.
Y agrega que, en este trimestre, además, el calentamiento del mar alcanzaría su valor máximo, previsto en +2.0°C por los modelos dinámicos, mientras que los estadísticos se inclinan por una permanencia cerca del valor actual.
Como fuere, publica Infocampo, con las temperaturas del Océano Pacífico Ecuatorial por encima de lo normal, los flujos de aire caliente con lluvias tendrían su mayor incidencia en esta época, más allá de que según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sigue habiendo vientos polares que frenan su accionar.