La epidemia abarrota guardias de sanatorios y hospitales

Julio Greco, ex concejal radical, explicó que la guardia del Heras estaba atendiendo 120 casos por día de pacientes febriles. “Cuando la guardia se vio sobrepasada, accione rápidamente y sacamos un consultorio a la tarde”, mencionó.

Para descomprimir, abrió otro consultorio atendido por la doctora Laura Sciammarella por la tarde específicamente para enfermos febriles. Solo en la jornada de ayer (miércoles) atendió a 40 pacientes con fiebre, Y aunque algunos casos no eran, la mayoría eran cuadros sintomáticos de dengue.

“La mayoría de los casos son ambulatorios”, remarcó. Pero, en algunos casos, quedan personas internadas. No obstante, la internación es transitoria para introducirles suero y es para pacientes sin riesgo de vida ya que el Heras carece de terapia intensiva desde el 2004, cuando abrió el Masvernat. En ese momento, bajó de categoría.

El director sostuvo que no podía esperar demasiado a que desde Paraná le autoricen lo que necesitaba. Por eso, optó por tomar decisiones. Pero, a su vez, remarcó que su gestión está atravesada por múltiples problemas. En materia de seguridad, mantuvo una reunión con autoridades policiales porque necesita reforzar la vigilancia en el nosocomio. También debe atender problemas con los medicamentos. “Cuando llegué, la farmacia estaba vacía”, indicó. Hacen falta remedios antipsicóticos, clonazepam, etc.

Y debe hacer frente a una deuda grande que le dificulta acceder a los medicamentos. “Tengo que buscar proveedores alternativos”, dijo.

La realidad es que el Heras es necesario y no solo para los vecinos de la zona circundante. “Como los consultorios funcionan bien, tenemos hasta pacientes del Pami que vienen a atenderse”, dijo Greco. En ese sentido, sostuvo que muchas veces los adultos mayores se ven impedidos de acceder a una atención rápida por la burocracia de la obra social estatal, acuden al nosocomio de la Zona Sur.

Sanatorio Concordia

“No te puedo dar datos estadísticos pero hay mucho dengue”, dijo el ex director médico del Sanatorio Concordia, Juan Carlos Montangie. Las guardia estaba “bastante saturada”, explicó. En números concretos, precisó que cerca de un centenar de pacientes se atiende por día. Normalmente la guardia atiende 50 pacientes. Pero ahora esa cantidad se duplicó y la causa es la enfermedad transmitida por el mosquito.

Muchos pacientes vienen con fiebre y dolores musculares. Desde el Sanatorio suelen recetarles paracetamol y esperar la evolución. Los análisis no suelen pedirse ya que el costo es elevado. El Estado no se hace cargo. Tampoco muchas obras sociales como el Iosper o el Pami. Solo lo reconocen algunas prepagas. En el Sanatorio Concordia aseguraron que un análisis cuesta $ 14.000

Pero el análisis en un laboratorio privado, según una consulta de DIARIOJUNIO, cuesta $ 22.000. «Algunas obras sociales lo cubren y otras no», dijo una empleada.

Masvernat

Esteban Alisio, médico generalista a cargo del servicio de Infectología del Hospital Mavernat esta semana, indicó que en Concordia sucede lo mismo que en las provincias del centro y norte del país donde los casos de dengue se vienen incrementando «en forma exponencial» semana a semana.

«Concordia está en el mismo contexto», indicó. En el Masvernat se observa un incremento de la demanda de las guardias y de los consultorios externos. «En la última semana tenemos registrado, eso no significa que sea la totalidad de los casos, 248 contagios», dijo. En el hospital se hizo un refuerzo de los consultorios y la guardia para pacientes con síndromes febriles.

Consultado por este medio, el director del Masvernat, Mauro Dodorico, dijo hace dos días que el brote epidemiológico está afectando a la ciudad y ha generado un número de consultas significativo. «Estamos hablando de alrededor de un 40% en cuanto a las consultas para demanda y las consultas de guardia, pero todos los pacientes están atendidos”, remarcó. No obstante, aclaró que se dice colapso cuando no hay capacidad o posibilidad de atención a la población: «y la verdad es que no estamos en una situación tal, ni mucho menos como en la época del COVID”.

Por su parte, Alisio sostuvo que la mayoría de los casos son leves. La variante predominante de la enfermedad es el serotipo 2 que tiene la particularidad de producir cuadros clínicos más sintomáticos que otros. «La gente tiene síntomas más molestos que otros casos. Por ejemplo, la cefalea, la mialgia (dolor muscular), la fiebre es más elevada», acotó.

Por otra parte, recalcó que lo importante es promover medidas que eviten la propagación del mosquito. «El mosquito tiene la particularidad de criarse en pequeños recipientes de agua. No en el río ni en lagunas o en piscinas. Sí en una tapita, un juguete o una botella que nos hayamos olvidado en el fondo de la casa», dijo.

El mosquito Aedes Aegypti tiene la particularidad de ser muy silencioso, picar las zonas inferiores como los tobillos y habitar lugares sombreados. Por ejemplo, debajo de las mesas. «Por ahí no te diste cuenta y cuando te miraste debajo de la pierna, tenes cuatro o cinco picaduras», dijo.

Alisio sostuvo que, si alguien es picado en su domicilio, casi seguro que ese mosquito nació en esa vivienda. «hay que revisar toda la casa buscando cualquier pequeño resquicio donde se pueda acumular agua. Eso es suficiente para que se reproduzca con mucha facilidad», dijo.