La baja en el consumo no sólo afecta a los supermercados, sino también a otros canales de venta como autoservicios independientes y mayoristas. Estos últimos sufrieron en julio una caída del 15,5% interanual, mientras que en el sector mayorista el retroceso fue del 14,5% en junio.
A pesar de la desaceleración de la inflación, el poder adquisitivo de los consumidores no mejoró. El informe de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia señala que, aunque los salarios reales del sector privado registraron un incremento, no fue suficiente para contrarrestar el impacto de la inflación y las subas en tarifas y servicios.
Además, el índice de consumo del Banco Provincia y el Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA y el CONICET indican que la recuperación del consumo se ve obstaculizada por el aumento de los costos de servicios públicos y una caída en la demanda de productos básicos, como carne y lácteos.