A partir del 1 de mayo, el Gobierno incrementará el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono -CO2- (IDC) por un total de $ 61,82 por litro de nafta y $ 42,07 de gasoil, según consta en la web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y confirman los dueños de estaciones de servicio nucleados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA).
Sobre los valores base de YPF en Paraná, la nafta súper pasará de $ 966 a $ 1.028, sólo por el aumento de impuestos. La Premium de$ 1.161 a $ 1.223; el gasoil de $ 1.042 a $ 1.084 y el litro de la Infinia diesel de $1.236 a 1.278.
No obstante, a estos números habría que agregarle el porcentaje extra que decidan las petroleras, por lo que si sólo se toma en cuenta el aumento de los tributos, los valores serán algo superiores a los establecidos.
Según la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA), el Gobierno podría obtener recaudación tributaria por $ 3 billones en concepto de impuestos a los combustibles, equivalentes a 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB) o el 10% del ajuste fiscal que llevan en marcha Javier Milei y Luis Caputo.
Antes de la suba de impuestos a los combustibles, en enero 2024 la recaudación tributaria por esos conceptos fue de $ 46.121 millones, con un incremento de 93,8% nominal o una caída del 45,3% descontado el efecto de la inflación.
Ya en febrero, cuando se empezaron a descongelar esos tributos, la recaudación trepó a $ 50.503 millones, con una variación nominal positiva de 15,3% o una real negativa de 69,4%. Y en marzo, la AFIP juntó $ 82.482 millones por los combustibles, con un salto nominal de 215% y una baja real del 18,8%.