Como todo el mundo me acabo de enterar que Fabiola Yañez denunció a Alberto Fernández por golpearla. En términos éticos, rige acompañar a la víctima. En términos jurídicos, rige el principio de inocencia. En términos políticos, rige el NO TE HAGAS EL BOLUDO.
Muchas veces la necesidad de sobreactuar indignaciones tardías es directamente proporcional a las complicidades oportunas.
Hay algunas exfuncionarias – que le decían en la cara a las compañeras «este ministerio no atiende víctimas» cuando pedían ayuda- que no practicarán el machismo, pero sí un clasismo y una frivolidad repugnante. Tienen la cara de hormigón armado. Gente que nunca hizo nada (gratis) por nadie, pero ni les dio vergüenza ser albertistas antes para usufructuar algún cargo ni les da vergüenza pontificar ahora cómo si fueran héroes de la patria. Así opera la muy conveniente deconstrucción de cualquier sentido de culpa y responsabilidad. (Desde luego, nada de eso anula la necesidad de instituciones y políticas públicas para las mujeres. Si sos buena leche, cuando algo anda mal, criticás para mejorar no para destruir).
YO NO ME ENTERÉ HOY DE QUE ALBERTO FERNÁNDEZ ERA ALBERTO FERNÁNDEZ. DE LOS INMORALES USUALMENTE SALEN ACCIONES INMORALES. SI NO ES ESTO, ES OTRA COSA. ALCOYANA ALCOYANA. VOS TAMPOCO TE ENTERASTE HOY COMPAÑERO DIRIGENTE O EXFUNCIONARIO. NO TE HAGAS EL GIL.
AL SEÑOR FERNÁNDEZ LO VOTÉ SABIENDO -POCO MÁS, POCO MENOS- QUE NO ERA DIGNO DE LA INVESTIDURA PRESIDENCIAL ARGENTINA. LO VOLVERÍA A VOTAR PORQUE EN ESE MOMENTO ERA LA MEJOR ALTERNATIVA POSIBLE. NO ERA UN DILEMA MORAL, ERA UNA OPCIÓN POLÍTICA DENTRO DE UN MARCO LIMITADO.
ASÍ FUE DURANTE LAS ÚLTIMAS TRES ELECCIONES NACIONALES.
Nosotros no queríamos saber nada con Scioli, pero cuando se lo eligió lo llamamos a votar. Nosotros lloramos en 2019 el día que nuestra estrategia se hizo polvo con el anuncio de CFK sobre Alberto, pero cuando no quedó opción lo llamamos a votar. Nosotros enfrentamos a Massa el día que las cúpulas lo eligieron, pero cuando no quedó opción lo llamamos a votar.
Si hubiera una máquina del tiempo, volvería a hacer las tres cosas, ¿saben por qué? Porque en los tres casos sabía que estaba apoyando a un indigno, pero que atrás de ese indigno estaba el movimiento nacional y que enfrente estaba la oligarquía hambreadora. Muchas veces en la vida hay que elegir en base a opciones reducidas, a una situación que no podemos determinar, que escapa a nuestra voluntad. El problema es creerte que el sapo que te comiste es un San Martín que elegiste.
Nosotros no éramos los únicos que sabíamos que Scioli, Alberto y Massa eran indignos de la investidura por sus permanentes claudicaciones, inmoralidades y panquequeos ¿siempre hace falta que estalle algún escándalo para dar el patético espectáculo de diferenciarse para salvar la ropa?
Además de los amigos del campeón y los ventajeros de siempre, conozco mucha gente que padece la enfermedad del autoengaño crónico… otros le dicen «fingir demencia», pero muchos no fingen. Los ojos se le cierran. Bueno, abrámoslos para que no vuelva a pasar. La fórmula es simple. No mas candidatos indignos de la investidura por ineptos, panqueques, ladris o tibios.
A los militantes del campo popular, del peronismo, el humanismo, la izquierda nacional, incluso a los ex funcionarios que ejercieron su rol con responsabilidad… ¡que nada los desanime! Ninguno de nosotros, en particular los más jóvenes, tiene una gran responsabilidad de lo que hizo un gobierno sobre el que no tenía control. Tampoco piensen que erraron el voto. Votar a Daniel Scioli era la opción correcta en 2015 aunque ahora sea el monumento al garca. Votar a Alberto Fernández fue la opción correcta en 2019 aunque ahora sea la peste bubónica. Votar a Sergio Massa fue la opción correcta en 2023 (al menos después de las PASO) aunque mañana nos enteremos de… bueno, de algo.
Lo que tenemos que impedir en el futuro es que las opciones correctas sean estas.
Que este tiempo infame de la argentina injusticialista al menos destape todas las ollas sobre todos los temas: si algunos justos caen por los pecadores, vale la pena porque si nuestro campo político no se purga un poco de trepadores, lopezreguitas, corruptos, pajeros e hipócritas, amiguitos o amantes -varones y mujeres- va a ser todo muy difícil. Va a seguir habiéndolos, porque en la viña del señor hay trigo y cizaña como en el suburbio mundano pintan buenos y malos; ¡¡Pero que dejen de ser nuestros candidatos, candidatas, ministros, ministras!!!
¿Saben de quien depende eso? De cada uno de nosotros. Que dejemos de jugar al TEG y banquemos a los que se la bancaron siempre. Que confiemos en la gente confiable porque ya demostró que es capaz de jugarse la cabeza por el pueblo, el movimiento, la patria. Pongamos las manos en el fuego por nuestras convicciones y no dejemos de creer en nuestros compañeros, porque esa sería la verdadera derrota.
En estos tiempos donde nadie pone las manos en el fuego por nadie, le doy gracias a Dios que yo puedo ponerlas por varias decenas de compañeros que nadaron siempre contracorriente, forjados en el «mejor que decir es hacer» y que renunciaron a todo status, a todo privilegio, incluso los heredados, para servir a su pueblo aprovechando sin moralina ni ventajitas TODA VENTANA DE OPORTUNIDAD PARA HACERLO. Como estas decenas que me tocó a mí conocer estoy absolutamente convencido que hay miles y miles y miles a lo largo y ancho de la patria. En Argentina, abajo de cada piedra hay un dirigente popular. Levantemos las piedras.
A LOS ANARCOCAPITALISTAS Y POSMACRISTAS QUE NATURALMENTE FESTEJAN CON SU ETICISMO DEL HAMBRE TODO LO QUE CREAN LOS PUEDE BENEFICIAR: LOS VAMOS A APLASTAR POLÍTICAMENTE CON LA BANDERA CELESTE Y BLANCA DE LA JUSTICIA SOCIAL QUE LEVANTAMOS CON ORGULLO. NUNCA LA VAMOS A BAJAR POR MÁS QUE LOS HOMBRES FALLEN, PORQUE LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO Y LAS IDEAS NO SE MANCHAN POR LOS ACTOS INDIGNOS DE QUIENES LAS PREDICAN.
Daniel
Juan Grabois es, desde hace tiempo, el referente político «diferente» de Argentina. El que no se calla cuando hay que salir a hablar, el que pone el cuerpo en represiones en las que ha sido detenido y/o lesionado (2001, represión a manteros, etc.), el que te canta el himno aunque todo el poder mediático/judicial le arme causas para embarrarlo.
Su gran fortaleza es justamente es predicar con el ejemplo en tiempos bueno y malos para el campo popular. Con él solo no alcanza, pero estas maradonianas declaraciones lo pintar de cuerpo entero «Estoy absolutamente convencido que hay miles y miles y miles a lo largo y ancho de la patria. En Argentina, abajo de cada piedra hay un dirigente popular. Levantemos las piedras.»