Los mineros presentaron una demanda alegando negligencia en la fiscalización de la seguridad en las minas por parte de instituciones estatales, incluyendo el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), la Secretaría Regional Ministerial de Salud y la Dirección del Trabajo.
Esta compensación de alrededor de 46,000 dólares por minero es vista como un paso importante en la resolución de un evento que cambió sus vidas para siempre. Algunos de los afectados habían perdido la esperanza de recibir esta indemnización.
Omar Reygadas, uno de los mineros, que ahora trabaja en una empresa de alquiler de vehículos, comentó que ya había dado por perdida la indemnización. Otro minero, Johnny Barrios, quien sufre de silicosis debido a su trabajo en la minería, planea utilizar el dinero para renovar su vehículo y financiar proyectos familiares.
José Ojeda, quien escribió el famoso mensaje «Estamos bien en el refugio los 33» durante su encierro, sufre problemas de salud desde entonces, incluyendo diabetes, problemas cardíacos y Alzheimer. Explicó que en 2018 se les prometió una indemnización de 93,000 dólares, pero los abogados del Consejo de Defensa del Estado apelaron y la cifra se redujo. Considera que el caso no se trató de justicia, sino de cerrar el asunto.
Dos de los mineros, Raúl Bustos y Juan Illanes, no se unieron a la demanda. Illanes argumentó que los dueños de la minera, no el Estado, deberían indemnizar a los mineros. Mientras tanto, Bustos expresó que ya dejó atrás el hecho.
Luis Urzúa, quien era el jefe del turno durante el accidente, ahora se dedica a dar conferencias sobre seguridad laboral. Para él, la indemnización marca el cierre de un ciclo y establece un precedente importante para la industria minera en Chile.
El abogado Jorge Ríos, representante de los mineros en la demanda, estima que los pagos se realizarán en un plazo de dos a cuatro meses.
El accidente en la mina San José ocurrió el 5 de agosto de 2010, cuando una roca gigante bloqueó la entrada de la mina. Los mineros fueron rescatados el 13 de octubre de ese año a través de la famosa cápsula Fénix, tras sobrevivir bajo tierra durante más de dos meses.