Medio Ambiente: el Consejo de Humedales denuncia irregularidades en loteos y falta de control municipal

Etchepare explicó que un humedal cumple muchas funciones como purificar el agua o retenerla para que ni haya inundaciones repentinas. “Los humedales urbanos son los remanentes de los grandes humedales que quedaron incluidos dentro de las ciudades y que todavía siguen cumpliendo estas funciones”, dijo.

“Viví mucho tiempo en Corrientes y en Resistencia (Chaco), ciudades que se asentaron sobre humedales, los rellenaron y hoy llueven unos pocos milímetros y se inundan. Y algo parecido estamos viendo en Concordia donde se destruyeron los humedales, llueve poco y las calles se inundan totalmente”, indicó. En ese sentido, explicó que las viviendas sufren el ingreso de agua ya que se filtra a través del suelo y pueden llegar a desmoronarse. Etchepare indicó que las personas que comercializan lotes generalmente no informan que están  ocupando un humedal que fue rellenado. “El propietario va a tener problemas dentro de unos años porque el humedal, la pendiente del suelo, el agua va a seguir escurriendo de forma subterránea y dentro de un tiempo hay problemas con el asentamiento pero el problema va a ser de otro”, añadió. “El agua no la puedo frenar o dejar. Lo único que hago es ir poniéndoles parches: donde alguno construyó va a estar tirándole el problema a su vecino”.

“Una de las características de los humedales es que tienen flora y fauna asociada que evolucionó con esos ambientes. Vamos a ver en los humedales carpinchos, nutrias, ranas y patos. ¿Qué tienen en común? que todos tienen las patas palmadas, están adaptados para vivir en esos lugares”, indicó. Lo mismo sucede con las plantas que tienen muchas raíces, tallos y hojas carnosas que también están adaptadas para vivir en un humedal. Pero los animales y las plantas tienden a desaparecer de la regon porque cada vez tienen menos lugares donde sustentarse. A su vez, las especies que utilizan el río Uruguay como corredor biológico dejan de ingresar a través de los arroyos ya que se van rellenando los humedales y se van cortando los arboles de los bosques.

La mecánica habitual para la delimitación de un loteo implica la presentación de un proyecto de obra, de un permiso de uso de suelo, de movimiento de tierras. “En esas instancias es donde el municipio puede alertar respecto de que en determinadas zonas se pueden hacer tal o cual actividad”, indicó.

En ese sentido, sostuvo que el municipio no puede tener un inspector en cada esquina de la ciudad controlando. “No hay capacidad operativa y no pasa solamente acá. Pasa en todos lados”, indicó. Muchas veces, el municipio llega a los lugares donde se produce alguna irregularidad pero por una denuncia y ya se produjo el daño para el momento en que arriban los inspectores.

El presidente del Consejo de Humedales dijo que esta situación solo se va a terminar el día en que se penalice a los profesionales intervinientes y que se mande a restituir lo que se rompió con una multa severa. “De lo contrario, las multas se pueden pagar y los profesionales siguen sin cumplir con las normas vigentes”, recalcó.

Sin lugar en el Pacto

Durante la firma del Pacto de Julio efectuada el pasado 17 de agosto, que efectuó el intendente Francisco Azcué con un centenar de instituciones y asociaciones intermedias de la ciudad, hubo un capítulo destinado al medio ambiente. No obstante, Etchepare indicó a DIARIOJUNIO  que el Consejo de Humedales no participó de la firma del acuerdo.

En la firma del Pacto de Julio se incluyó un capítulo referido al medio ambiente. Se mencionó la necesidad de “consolidar una agenda ambiental. El cuidado del ambiente no es un límite al desarrollo, sino la condición de posibilidad del mismo a largo plazo. Debemos superar el debate excluyente y ordenar nuestras acciones hacia la conformación de hábitos, regulaciones y criterios que posibiliten la actividad económica y el hábitat en un marco de cuidados imprescindibles frente al estrés ambiental que padece el planeta. No se trata ni de cancelar actividades económicas, ni de permitir una gestión predatoria de los recursos naturales. Se trata de garantizar procesos y controles lógicos y alineados con las necesidades del mundo de hoy”.

La mención a que “no se trata de cancelar actividades económicas” parece que tiene más peso que el resto del enunciado. Por ello, en la nota del Consejo se menciona que «hay personas adineradas capaces de enfrentar una simple sanción económica, tienen la capacidad de explotar recursos naturales sin tener que rendir cuentas».

Etchepare dijo que desconocía como habían sido seleccionadas las instituciones que participaron del Pacto.  No obstante, destacó que la ciudad es pionera en tener una ordenanza sobre los humedales. La normativa tiene tres puntos fundamentales. Una de ellas es el equipo técnico de trabajo en el municipio, la otra es la existencia de un inventario de humedales que fue culminado en 2023 y el tercero el Consejo Asesor de Protección de Humedales que él encabeza. Etchepare sostuvo que en 2023 el equipo técnico funcionó muy bien pero en los primeros seis meses de la actual gestión no se lo quería activar. “Por suerte después comenzó nuevamente a funcionar el equipo técnico y ese es el primer escudo frente a los expedientes que llegan que se suponen que son humedales, evitando que se destruyan”.

Humedales tapados o en riesgo

Como ejemplo, Etchepare mencionó que hay loteos que han generado perjuicios al medio ambiente. Uno de ellos, según sostuvo, es un gran loteo que se hizo en Villa Adela. El otro que mencionó es el denominado “Quintas de Rösch” en Villa Zorraquín. A mediados de agosto pasado, las obras en ese loteo habían sido suspendidas tras descubrirse una serie de infracciones.  El viernes 16 de agosto pasado, Inspectores municipales se presentaron en el lugar y procedieron a la clausura preventiva de la obra, colocando las correspondientes fajas de seguridad. Carlos Pantaleone, indicó al lunes siguiente que la clausura no se debía al relleno de un humedal  sino que no tenían el permiso de uso de suelo. “Hicieron movimiento de suelo y afectaron topográficamente el terreno, metieron máquinas, retroexcavadoras”, indicó a DIARIOJUNIO.

En un principio se mencionó que la clausura se debía a la “tala de especies nativas, desmonte, quema de vegetación, desplazamiento de fauna y el relleno de un humedal”. Pero Pantaleone dijo que no era tal como se describía. Y atribuyó esa versión  a la gente que defiende el medio ambiente que vive en Villa Zorraquín y que está en contra del Crematorio del Obispado de Concordia. Pero  reivindicó la tarea de los ambientalistas separando la paja del trigo y dijo que ellos y la Justicia de Faltas están para decidir hasta donde tienen razón en sus denuncias. A su vez, Pantaleone sostuvo que los propietarios debían presentar lo que Obras Privadas les estaba exigiendo para obtener la habilitación.  A su vez, dijo que hay un pequeño humedal pero que no se ve afectado. Y respecto de la quema a cielo abierto, la minimizó al sostener que era como alguien que limpia un terreno y quema los residuos vegetales. En realidad, lo correcto hubiese sido que se hagan cargo de la madera. Pero  Etchepare remarcó que se talaron palmeras porque pasó por ahí y lo constató. Y aseguró que hay un humedal en la zona.

No obstante, a mediados del mes pasado los propietarios del terreno negaron tales cargos y sostuvieron que la clausura se debía a otras cuestiones ajenas al medio ambiente.  Asimismo, acercaron documentación y explican que la municipalidad, a través de una resolución del año 2019, les exigió únicamente que se respeten los ejemplares de palmeras Yatay. Negaron que se hayan talado palmeras y aseguraron que tampoco hubo quema de vegetación, excepto de algunas ramas por parte de una empleado que fue advertido que no lo hiciera. Además, en la documentación aportada se señala que, una vez que se aprobase la totalidad del loteo, debían presentar un plan de arbolado público con especies autóctonas tal como establecen las normas legales vigentes.

Otro lugar que mencionó Etchepare fue el que estaba en la entrada de La Bianca, cerca del barrio Salto Chico. “El propietario hizo lo que quiso. Comenzó sin el permiso y después hizo una batea mal hecha porque se rajó toda y el agua se sigue acumulando ahí porque sigue siendo un humedal con todas las propiedades que eso conlleva. El agua se sigue acumulando en el terreno”, dijo. También mencionó la desviación del arroyito denominado “Vallecito del Ayuí” que pasa por debajo del Acceso Norte, a pocos metros del Golf Club. El biólogo dijo que llegaron varias denuncias por obras sin autorización en ese lugar.

En los lugares mencionados, Etchepare agregó el relleno de un terreno cercano al Naranjal de Pereda, donde voltearon árboles  que pertenecían a la selva en galería, el denominador común es la presencia de propietarios con capacidad económica tal de contratar maquinas de gran porte que pueden modificar el medio ambiente en poco tiempo. “No estamos hablando de una familia que contrató dos o tres albañiles para hacer una modificación”, indicó.

Un Consejo comprometido

Por último, Etchepare mencionó que a mediados de septiembre van a realizar una limpieza de la cabecera del arroyo Manzores destacando la importancia que tienen los humedales para todos los vecinos de la ciudad. La actividad se realzará al costado de la Cafesg, detrás de una estación de servicio ubicada enfrente del hipermercado. “La zona está muy descuidada, hay mucha basura. Es hace que el arroyo esté muy contaminado y esa basura hace como un ‘endicamiento’(formación de diques); hace que se inunde mucho más rápido, Hay muchas cubiertas, restos de aparatos eléctricos y botellas de plástico”, indicó.  Aunque el Consejo de Humedales encabezará la actividad, todos los vecinos están convocados a participar.