“Estuve mucho tiempo en silencio, no por miedo ni cobardía, sino porque sentía que no era el momento de manifestar la verdad. Pero hoy creo que puedo empezar a contar lo que realmente pasó”, comenzó diciendo Murúa, en un descargo que marca un giro en su defensa pública.
Murúa recordó que asumió su cargo en enero de 2024, durante la gestión de la ministra de Desarrollo Social Verónica Berisso y con Lautaro Azzalini, director de comedores en la provincia de Entre Ríos. Según su testimonio, al poco tiempo de asumir “encontró muchísima corrupción dentro de los comedores”, donde —dijo— el manejo estaba “entre administradores de tarjeta y proveedores”.
“No todos estaban involucrados, había gente que trabajaba bien. Pero también existía un monopolio de proveedores que manejaba toda la venta de mercadería dentro de las escuelas. Cuando intenté descentralizar ese circuito, empezaron los problemas”, afirmó.
De acuerdo a su relato, al detectar las irregularidades, informó de inmediato a sus superiores: el diputado Marcelo López, el propio Azzalini, la ministra Berisso, la senadora Cielo Espejo, y otros funcionarios del área. “Fui la primera que denunció la corrupción de comedores ante la Fiscalía de Concordia, el 7 de marzo del año pasado. Declaré, pero la causa no avanzó. En cambio, la denuncia contra mí sí avanzó rápido”, señaló.
Murúa también relató que, durante su gestión, el Ministerio de Desarrollo implementó recortes en los comedores escolares, comenzando por la escuela Benito Garat. “Cuando me dijeron que iban a recortar, avisé que si eso ocurría presentaba mi renuncia. No iba a cargar con el hambre de los chicos”, expresó.
En su descargo, apuntó contra una funcionaria identificada como Rosalía, a quien atribuyó haber dicho que “si los chicos quedaban con hambre, era culpa de los padres”. “Eso no es así —replicó Murúa—. El hambre de los chicos también era problema nuestro, porque la gente nos votó pidiendo un cambio y nosotros teníamos que responder.”
Murúa aseguró que su desplazamiento —ocurrido el 5 de junio de 2025— se dio en un contexto de recortes y disputas internas. Según ella, el sistema de corrupción “sigue funcionando igual”, y fue apartada porque “en este sistema, el que no roba y no deja robar, no puede formar parte”.
También afirmó haber elevado denuncias a la Presidencia de la Nación. “Mandé un correo electrónico a Presidencia para que se tomen medidas. Me respondieron formalmente, pero después no pasó nada”, señaló.
“Entregué documentación a la senadora Espejo para que la llevara al gobernador Rogelio Frigerio. Yo nunca pude hablar con él, pero confiaba en que si su entorno sabía, él también estaba al tanto”, agregó.
Un descargo en medio de una causa abierta
El testimonio de Murúa se suma a la entrevista que concedió en junio a DIARIOJUNIO, donde ya había asegurado: “Yo denuncié primero, me dijeron que no jugara al policía, me dejaron sola y ahora me quieren hacer caer.”
En esa nota, la ex funcionaria apuntó contra directivos escolares y funcionarios provinciales, e insistió en que fue víctima de una maniobra política. Allí también negó haber tenido un vínculo irregular con el proveedor Iñaki Partarrié, titular de la firma “Ahora Voy SRL”, cuya familia —padre e hijo— aparece en el centro del escándalo por presunta malversación de fondos en los comedores de Concordia.
En el expediente se incluye el audio filtrado donde se escucha una conversación entre Murúa y el joven empresario, en la que la ex funcionaria le reclama presuntos faltantes de dinero en fajos de billetes, aunque ella asegura que fue “una conversación editada y sacada de contexto”.
En su reciente video, Murúa concluye diciendo que “Me denunciaron, me destituyeron, pero el sistema sigue igual. Hoy lo salvaron del recorte porque estamos cerca de las elecciones y necesitan los votos. ¿Y mañana qué? ¿Van a volver a recortar? Yo solo quiero defender mi nombre y demostrar que no robé. Tengo las pruebas y un equipo de abogados que va a demostrarlo.”
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