La aceleración de la inflación, especialmente tras la devaluación del 20% luego de las elecciones PASO, ha llevado al Sindicato Obrero de la Fruta (SOF) a solicitar en julio pasado la reapertura de las paritarias. A pesar de haber logrado un aumento del 125% en abril, el cual se extiende hasta abril del próximo año, el salario actual de un cosechero de 73 mil pesos finales queda muy por debajo del proyectado salario mínimo vital y móvil de 150 mil pesos para noviembre. Los empresarios se resisten a ofrecer un nuevo aumento, alegando que ya concedieron un incremento significativo. Tras infructuosas negociaciones y la insistencia de los empresarios en pagar solo un bono de 60 mil pesos no salarial, la doctora Gabriela Lemma, del Ministerio de Trabajo de la Nación, intervino, instando a considerar un aumento adicional. El sindicato busca un incremento del 45% sobre lo ya acordado.