

Ola de calor: una alumna se descompuso durante el acto de inicio de clases en Comercio 1

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Nunca entendí cuál es el criterio de las autoridades provinciales de turno para las obras públicas en el área Educación. Recuerdo las luchas de dos escuelas, durante el 2022: López Jordán y República de Entre Ríos; clamaban por lo más básico para habitar los respectivos edificios. En tanto a la escuela Gerardo Victorín le construyeron magno gimnasio. Ni hablar de la escuela denominada Comercio 2, que no alcanza a peticionar y ya lo tiene. No está mal lo que esas escuelas tienen. El tema es que todas las escuelas merecen lo mismo. Ese favoritismo siempre fue notorio en el resto de las comunidades educativas.
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Juan
Tengo 64. Antes con 0° o 40 íbamos igual. Déjense de buscar pelos donde no hay.
Pablo
En tu época también se les pegaba a las mujeres y era socialmente aceptado. La idea como sociedad es ir mejorando. (Soy más joven que vos pero no tanto)
Arquiteto
Una porquería ese edificio. De afuera se ve mal terminado. Adentro es una conservadora de calor en verano y frío en invierno. Otra propiedad de Gustavito y Luisito benedetto.
La incubadora
Pablo
Los directivos o similar de instituciones tienen la costumbre de tomar el micrófono en cada oportunidad que se les presenta y despacharse con larguísimos discursos que transforman cada acto en un interminable suplicio para todos los presentes. El episodio de la escuela en el día de hoy es solo una muestra, la práctica del monólogo eterno es recurrente en este tipo de eventos.
Señores directivos, a nadie le importan sus altos valores morales, sus anécdotas, sus apreciaciones sobre la realidad de la sociedad pasada presente y futura. Aburren, no transmiten nada, afean el momento. Si a la gente les interesara lo que tienen para decir serían famosos comunicadores sociales, da la sensación que quieren aprovechar esos minutos en que los escuchan (por obligación protocolar) todos los presentes y despuntan el frustrado deseo de fama e influencia.
Por favor, saludos y presentaciones breves. Tal vez así logren una ovación al final de su intervención. Un «Buenos días, damos por inaugurado el gimnasio y el ciclo lectivo. Gracias» es más que suficiente.
Son el peor recuerdo de cualquier escuela. A nadie le importa lo que tienen para decir y se abusan de la obligatoriedad del alumnado de oírlos. Saludos a todos los lectores.