Europa atraviesa un tiempo de sometimiento polÃtico, económico e ideológico a Estados Unidos. Entre la OTAN como brazo armado, la dependencia energética forzada y el alineamiento de sus lÃderes, el Viejo Continente aparece debilitado, desindustrializado y sin autonomÃa, atrapado en la lógica de un imperio decadente que aún busca sostener su hegemonÃa.

El dÃa 31/05/025, el régimen de Zelenky atacó con drones con explosivos diferentes bases de la Federación Rusa, provocando serios daños a varias formaciones de los aviones Tupolev. Estos ataques se han producido en las provincias rusas de Múrmansk, Ivánovo, Riazán y Amur, denunció el Ministerio de Defensa ruso. Las mismas fuentes consignaron que no hubo heridos y que algunos participantes de los atentados han sido detenidos. Los drones fueron llevados en un camión semirremolque por un chofer contratado por particulares y con las puertas selladas. Unos pobladores cercanos advirtieron la maniobra y derribaron con piedras a algunos drones de pequeño tamaño.

En un escenario global marcado por el colapso energético, el agotamiento de recursos estratégicos y el avance de las potencias sobre zonas de influencia, esta columna reflexiona sobre el trasfondo ideológico, económico y militar del conflicto Rusia–Ucrania. Desde la reactivación del complejo industrial militar hasta el vasallaje europeo frente a EE. UU., un análisis sobre el rumbo geopolÃtico de Occidente y la lógica suicida de la guerra como respuesta al declive.

Mientras el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania acapara la atención global, diversas denuncias y testimonios apuntan a una trama aún más oscura: redes internacionales operando en zonas de guerra para secuestrar niños, abusarlos sexualmente y traficar con sus órganos.

Cuando todo parecÃa encaminarse hacia un alto el fuego que servirÃa de transición a la paz definitiva, los "monstruos de la guerra" emergen en forma siniestra, anulando las capacidades cognitivas de los supuestos lÃderes de la Comunidad Europea, que no se resignan a que el brazo armado asesino de la OTAN durante décadas pueda ser derrotado y humillado como lo está haciendo ante la Federación Rusa.

El conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha puesto en jaque la estabilidad mundial, tiene raÃces profundas que van más allá del relato simplista de agresores y vÃctimas. Desde el golpe de Estado en Kiev en 2014 hasta la actual confrontación entre bloques geopolÃticos, la guerra es el escenario de una disputa por hegemonÃa, recursos y poder. Este análisis examina los factores estratégicos, económicos e históricos que han llevado a la escalada del enfrentamiento y sus implicancias en el tablero internacional.

Tras años de conflicto, acuerdos incumplidos y tensiones crecientes, Rusia y Ucrania alcanzaron un pacto para un alto el fuego de 30 dÃas. Sin embargo, las condiciones impuestas por Moscú, el escepticismo de Putin ante las promesas occidentales y la presión de la OTAN para continuar el rearme ponen en duda la viabilidad de una paz duradera. . En este complejo escenario, la figura de VolodÃmir Zelensky es cuestionada por Moscú, que lo considera un lÃder ilegÃtimo, y Donald Trump intenta mediar en un acuerdo con múltiples frentes de tensión.

Es muy probable que el cese de una guerra innecesaria se produzca en una fecha muy importante para uno de los principales actores, pero con el acompañamiento de quien, en la administración anterior de EE. UU., fue el principal responsable del inicio de las hostilidades, que no se iniciaron en 2022 sino en 2014 con el golpe de Estado en Ucrania y el advenimiento de Volodimir Zelenski al poder, con la destitución del presidente legÃtimo. Luego se sumaron las fuerzas de la OTAN, comandadas por EE. UU., y los halcones de ultraderecha, que creyeron que era una "excursión de pesca" y menospreciaron la verdadera capacidad de la Federación Rusa y su notable rearme luego de la defenestración de la "banda" de plutócratas y oligarcas que fueron expulsados del poder por el partido de Vladimir Putin. Este inició una recuperación asombrosa que dejó atónitos a propios y extraños, y cuyos ejércitos, tanto terrestres como aéreos, destrozaron todo intento ofensivo de las fuerzas ucranianas, dotadas de todo el armamento que les suministraron tanto EE. UU. como la OTAN.

Los vaivenes de la historia hacen que las élites dominantes decidan un cambio profundo en la forma de consolidar su hegemonÃa, ya sea cambiando a los personajes que ejecutan sus estrategias globales o ajustando el rumbo de su expansionismo histórico. En este contexto emerge el "trumpismo", corporizado en la figura de un presidente que encarna el liderazgo necesario para implementar el nuevo proyecto expansionista de la Heritage Foundation, uno de los think tanks más neoconservadores de Estados Unidos.

Cuando un imperio ve que comienza a disminuir su hegemonÃa en un mundo que le fue servil durante décadas, es porque su "relato" y los hechos fácticos no se traducen en términos de poder real, y es cuanto más desata un despliegue de polÃticas agresivas que van desde el "golpe blando" hasta la invasión del objetivo señalado porque está convencido de su impunidad natural que ningún poderoso se habÃa hasta hoy atrevido a desafiarlo. Eso sÃ, siempre en nombre de la "democracia" y de las libertades.
