La familia Marcogiuseppe trabaja con madera, armando pallets a partir de tablas que compran, y como parte de ese proceso quedan sobrantes: taquitos, recortes, tablas irregulares, etc. La propuesta nació en realidad del joven GianLuca, hijo de Mabel, quien al ver que varios de sus amigos compraban leña para calefaccionar sus casas, le dijo: «nosotros tenemos un montón que nos sobra. Hay que darla”. Así, en lugar de desecharlos, decidieron abrir su predio —ubicado detrás de la arrocera Dos Hermanos, por calle Scalabrini Ortiz— para que todos puedan acercarse y llevarse lo que necesite.
La publicación en redes sociales fue clara y directa: “Hola gente, con el frío que está haciendo, muchas personas están pagando por leña para sus hogares… Son todos bienvenidos a buscar gratis recortes de tablas y taquitos”. La respuesta fue abrumadora. “Desde el miércoles hasta hoy, la cantidad de personas que vino es increíble. Nos dimos cuenta de la necesidad enorme que hay y gente con historias muy duras”, contó Mabel, y recordó dos testimonios que realmente la conmovieron: el de un hombre que construyó una salamandra casera para poder calentar su casa, y otro que se acercó para llevar leña destinada a calefaccionar el cuarto de su hija, que se dializa tres veces por día. “Esas cosas te sacuden”, lamentó
Pero más allá de los hogares particulares, Mabel destaca un aspecto que considera fundamental en la necesidad de cooperar: los merenderos y comedores populares que históricamente cocinan a leña por no poder pagar gas para preparar alimentos en cantidad. “Siempre trabajamos con algunos comedores, pero ahora, gracias a Dios, se enteraron muchos más y ya nos han hablado. Algunos fueron a buscar madera y con otros estamos coordinando para que puedan retirarla cada semana. Hay uno en particular —ahora no recuerdo el nombre— que no tiene movilidad, y mi hijo está viendo cómo ayudarlos”, resaltó
El compromiso de esta familia no es nuevo, pero sí se amplificó en los últimos días. Y aunque en algunos casos han llevado madera a domicilio, las cuestiones de horarios a veces son difíciles de coordinar: «Ojalá pudiéramos llevarle a todos, pero el día no nos da. Aun así, seguimos haciéndolo con todo el amor del mundo”, asegura. «Somos personas de fe y sentimos que de esta manera estamos aportando nuestro granito de arena. No hay otra razón más que esa”, resumió.
Por ultimo, todavía asombrada – y agradecida – por la repercusión que tuvo aquella pequeña publicación en redes, asumió: “Nunca pensamos que esto iba a llegar a tanta gente. Lo hicimos desde el corazón, y escuchar a las personas contar lo que están viviendo nos reafirma que era por ahí. Gracias a quienes lo difunden. De verdad”, concluyó.
La madera se entrega directamente en el predio de VillaAdela, por calle Scalabrini Ortiz, detrás de la arrocera Dos Hermanos, y está abierta la invitación a comedores, refugios o vecinos que necesiten leña para cocinar o calentar sus casas.
1 comentario
Argentina
Que bochorno y esto votaron el 56% de los Argentinos, como se los puede llamar….. GRACIAS familia MARCOGUIESSEPE. Una honra, y solidaridad.