LOS HECHOS
El hecho aconteció el jueves 27 de febrero a la noche, en la plaza 25 de mayo de Libertador San Martín. Hubo un llamado al 911 que advertía por una situación de desorden en ese espacio público, que tenía una gran concurrencia de personas.
Llegó un patrullero con policías que detuvieron a Ramírez. Una versión indica que el hombre estaba “exaltado” y que por la fuerza lo subieron a la caja de la camioneta policial. Esto será corroborado o no por los testigos que se encontraban en el lugar en ese momento.
El móvil se dirigió unas 15 cuadras hasta la comisaría de Libertador, ubicada a la vera de la ruta 131. Según lo registrado por las cámaras de la dependencia, no bajaron a Ramírez, sino que luego lo trasladaron hacia la ciudad de Diamante, a unos 18 kilómetros, informa el sitio Análisis
La jefa de la comisaría, Fernanda Tóffoli, se comunicó con la fiscal en turno, Romina Blasich. Le informó acerca la situación de la detención, donde además un policía había resultado lesionado. Consultada sobre si Ramírez se encontraba en crisis, la comisaria dijo que se encontraba exaltado y que no sabían cómo hacer para trasladarlo. La orden fue que lo llevaran a que lo vea un médico.
El mismo patrullero hizo el viaje hasta Diamante, con tres uniformados, y llegó a la Jefatura Departamental. Las imágenes son claras sobre el estado en el que llegó Ramírez: lo bajaron e ingresaron a la rastra, notoriamente inconsciente, y aún esposado. Cuatro minutos después lo llevaron al hospital San José, donde el médico de la Guardia constató que ya no presentaba signos vitales.
1 comentario
Carmidei
En un nuevo Aniversario de nuestra Policía de Entre Rios, expreso mi completo desacuerdo en la intención y forma de publicar su artículo. No estoy para nada de acuerdo con éstas practicas delictivas dentro de la Institución, pero a eso debe remitirse la justicia y estamos cansados de ver articulos tendenciosos mientras Uds (y su simpatia politica) siemprer silenciaron bajo la alfombra grandes crimenes e incluso los apoyaron con altos cargos y prebendas a verdaderos criminales. Sé que no publicará mi artículo, como varios que he mandado a su unidireccional tabloide. Atte