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domingo 13 de octubre de 2024
Nota escrita por: Federico Odorisio
martes 12 de diciembre de 2023
martes 12 de diciembre de 2023

Javier Milei y la «Doctrina del Shock»: ¿Cuanto peor, mejor?

La "Doctrina del Shock", un concepto acuñado por la periodista canadiense Naomi Klein, ha cobrado protagonismo en Argentina con la asunción del presidente Javier Milei. Esta teoría sostiene que, en momentos de crisis o desastre, el sistema capitalista aprovecha la conmoción social para implementar políticas neoliberales impopulares que, en condiciones normales, enfrentarían resistencia pública.

En su obra «La Doctrina del Shock: El Auge del Capitalismo del Desastre», Klein argumenta que los defensores del libre mercado utilizan situaciones de crisis para imponer reformas que desmantelan el Estado de Bienestar y promueven los principios del neoliberalismo. La incapacidad de reacción de la sociedad en esos momentos favorece esta estrategia.

Milton Friedman, uno de los referentes del neoliberalismo, expresó en los años 70 que «solamente una crisis, real o percibida como real, produce un cambio importante». Esta frase fue retomada por Klein para describir las políticas del neoliberalismo como una doctrina del shock.

En el programa «Pasaron Cosas», de este lunes, el periodista Alejandro Bercovich señaló que Milei, inspirado por Friedman, asume en medio de una crisis real y anticipó una «doctrina del shock».  Pero Milei, sin embargo vendió «falopa» -al decir del periodista de radio LaRed- en su discurso de asunción, respecto a datos relacionados a las muertes en pandemia por Covid, muertes por accidentes de tránsito en Argentina, datos relacionas al déficit y la caída del PBI, y inauguró un concepto económico nunca antes escuchado: «La inflación plantada», que podría generar una inflación del 15 mil por ciento y llevar la pobreza al 90 por ciento, cifras que causaron la sorpresa a propios y extraños. De  esta manera, el presidente argentino parece seguir la premisa de «cuanto peor, mejor», exagerando la gravedad de la crisis actual -innegable por cierto- para imponer medidas radicales.

Bercovich contaba que este ídolo de Javier Milei, Milton Friedman (Premio Nobel de Economía en 1976, que se desempeñó como asesor de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y fue el diseñador del plan económico del gobierno de Augusto Pinochet durante la dictadura de Chile) escribió allá por los años 70 que «solamente una crisis, real o percibida como real, produce un cambio importante. Cuando esa crisis ocurre, las acciones que se toman dependen de ideas que están disponibles en ese momento. Creo que esa es nuestra principal misión, desarrollar alternativas a las políticas vigentes, mantenerlas con vida y mantenerlas disponibles hasta que lo hoy políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable».  Esta idea de Friedman es la que toma Naomi Klein para describir las políticas del neoliberalismo como una doctrina del shock. Y explica Bercovich a continuación que “shock es una palabra que venimos escuchando un montón, y que muy probablemente sigamos escuchando un montón porque lo que va a desplegar Javier Milei, ya lo dijo, ya lo anticipó, ya lo ratificó en su discurso inaugural, va a ser doctrina del shock. Nosotros estamos en una crisis real, no imaginaria, no es nada imaginario lo que nos cuesta llegar a fin de mes, lo que se deterioraron nuestros sueldos este año, lo que aumentó la pobreza, lo que se vació el Banco Central de dólares. Pero el atropello que auguran las primeras medidas de Javier Milei contra el bolsillo de las mayorías es tal que hacía falta exagerar esta crisis para no caer en el mismo error de Macri. ¿Cuál fue el error de Macri? Cuando arrancó dijo, comparenme, evalúen mi gestión en base a si puedo reducir o no la pobreza. Bueno, la gestión de Macri fue un fracaso porque cuando asumió, medida por él, tenía 27% de pobreza, y cuando se fue tenía 35% de pobreza. La de Alberto Fernández también fue un fracaso porque cuando asumió tenía 35% de pobreza y cuando terminó tenía 40 o 43, según el momento que se tome de este año, porque todavía no hay estadísticas disponibles para este final de año. Ahora, Milei, que asume con el 150% de inflación, uno diría que no necesita exagerar la gravedad de la crisis si la puede bajar relativamente fácil. El problema es que las medidas de él no apuntan a bajar la inflación, la van a subir. Entonces no se quiere comparar con este 150% de inflación. Se quiere comparar con un 15.000% de inflación que dice que hay, o que va a haber, o que podría haber habido, o que podría haber en caso de qué…”

Klein señala que el principal objetivo de la doctrina del shock es desmantelar lo que queda del llamado “Estado de Bienestar” y promover, al mismo tiempo, los principios del neoliberalismo. Una de las ideas centrales  es la de que el Estado debe reducirse a su mínima expresión y que debe ser el mercado el principal regulador de las dinámicas sociales.

La tesis central de Klein es que, durante momentos de crisis, la población está aturdida y vulnerable, lo que permite a los defensores del libre mercado y las políticas neoliberales avanzar con sus agendas sin encontrar una fuerte resistencia. Estos momentos de crisis pueden ser situaciones como desastres naturales, golpes de estado, ataques terroristas u otras emergencias que generan miedo y desorientación.

Algunos ejemplos históricos que Klein analiza en su libro incluyen:

Chile (1973): Después del golpe militar liderado por Augusto Pinochet y apoyado por Estados Unidos, se implementaron reformas económicas neoliberales bajo la influencia de la Escuela de Economía de Chicago, liderada por Milton Friedman. Se aplicaron medidas como la privatización de empresas estatales, la reducción de subsidios y la liberalización del comercio.

Argentina (década de 1990): Durante la presidencia de Carlos Menem, Argentina experimentó una serie de reformas económicas impulsadas por el Consenso de Washington y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas reformas, que incluyeron la privatización de empresas estatales y la fijación de la paridad peso-dólar, se llevaron a cabo en medio de la crisis económica y la hiperinflación.

Irak (2003): Después de la invasión liderada por Estados Unidos, se implementaron medidas de choque, incluida la privatización de industrias estatales, la apertura del mercado a empresas extranjeras y la eliminación de regulaciones. Estas acciones se llevaron a cabo bajo la administración de Paul Bremer, quien lideró la Autoridad Provisional de la Coalición en Irak.

Nueva Orleans (2005): Tras el huracán Katrina, se implementaron medidas para privatizar la educación y la salud en la ciudad, argumentando que la crisis ofrecía la oportunidad de remodelar las instituciones públicas.

En todos esos casos, se evidencia un mismo esquema: una fuerte situación de conmoción, seguida por medidas políticas en favor de los grandes capitales, en el marco de una situación en donde la sociedad no muestra gran capacidad de reacción a las circunstancias particulares a las que se tiene que enfrentar.

 

Fuentes: «Pasaron Cosas», radio LaRed, El País.es, La mente es maravillosa, «La Doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre» (Editorial Paidós. 2014), Enfant Terrible