Después de tres días de intensas negociaciones en Egipto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en la noche del miércoles que Israel y Hamás acordaron la primera fase de su plan de paz para Gaza, un paso importante hacia lo que podría ser el fin de la guerra en el enclave palestino.

La muerte del fundador de Turning Point USA abrió una ola de versiones sobre las tensiones entre el dirigente juvenil republicano y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Revelaciones periodísticas señalan que Kirk habría sido blanco de presiones, amenazas y espionaje por cuestionar la influencia de Israel en la administración Trump y denunciar el ataque a Gaza.

El fundador de Turning Point USA, Charlie Kirk , figura influyente del trumpismo, recibió un disparo mortal mientras encabezaba una presentación universitaria. El ataque provocó condenas de todo el arco político en Estados Unidos. El asesinato reaviva el debate sobre la violencia política en Estados Unidos, país que en los últimos años ha visto crecer la polarización y los ataques contra figuras públicas.

Con tono crítico y alarmado, Ricardo Monetta advierte sobre los peligros de una guerra sin retorno en Medio Oriente, cuestiona la hipocresía de las potencias y denuncia el papel de Estados Unidos e Israel en un conflicto que amenaza con desatar una catástrofe global. El autor pone en foco el cinismo político, la manipulación mediática y la pasividad de una humanidad cada vez más sometida al poder destructivo del capitalismo y las lógicas imperiales.

En esta columna, Ricardo Monetta analiza el agravamiento del conflicto entre Israel e Irán y advierte sobre la posibilidad de una guerra de escala global, con el involucramiento directo de Estados Unidos, Rusia, China y otros actores estratégicos. Denuncia la manipulación mediática, la decadencia de las élites europeas, y el uso del imperialismo como mecanismo de supervivencia del capitalismo global. Una mirada crítica sobre los intereses geopolíticos que podrían empujar al mundo a un nuevo abismo.

En una columna cargada de denuncia geopolítica y crítica al doble estándar de las potencias occidentales, Monetta plantea que el conflicto entre Israel e Irán no es más que un nuevo capítulo de una guerra global silenciosa impulsada por intereses económicos, estratégicos y coloniales. Desde la expansión del sionismo hasta las operaciones encubiertas de espionaje, el analista sostiene que esta escalada bélica responde a un guion preestablecido por el poder imperial y mediático internacional.

Otra vez, el monstruo de la guerra se abate sobre Medio Oriente. Israel no acata el pacto en tres fases acordado con el gobierno palestino y desató una feroz ofensiva contra la población de la región de Gaza, a la que ya habían privado de agua y alimentos como una forma de exterminio planificado, matando hace pocas horas a más de 400 personas, mujeres y niños incluidos. Y que conste que también había informado a Washington de este ataque, haciéndolo cómplice a quien le cede las armas y bombas con las que masacran al pueblo palestino, con el pretexto de que no le restituyen los rehenes en manos de la milicia de Hamás. Y la pregunta es: ¿puede ser democrático un país que invade, coloniza y destruye a todo un pueblo originario en su hábitat natural durante siglos?

En la geopolítica de la guerra, los hechos imprevistos no se deben a casualidades, sino a necesidades mutuas, sobre todo en un momento de transición de cambio de poder en la nación que más guerras ha engendrado en toda su historia.

En esta segunda entrega, tratando de analizar este absurdo bélico en un mundo profundamente deshumanizado, vemos cómo el avance de la tecnología ha cambiado las estrategias militares, donde casi no hay, por ahora, ocupación física de territorios, sino que prevalece un intercambio de fuego aéreo con bombardeos letales, como es el caso de Israel. Por el lado de la "corporación musulmana", por así decirlo, se observa una respuesta con distintos tipos de misiles, desde los locales hasta los mortíferos hipersónicos, con 10 o 12 veces la velocidad Mach, que es la velocidad del sonido, provenientes de Irán o de sus enemigos "proxy" de Israel, sobre todo de Hamas y Hezbolá.

Los tambores de guerra en Medio Oriente, cada vez más intensos, baten parches de agresividad extrema mientras israelíes y la comunidad musulmana de siete países intercambian todo tipo de despliegue armamentístico en busca de una victoria que, para ambos bandos, no parece muy próxima. Y uno se pregunta: ¿qué papel juegan las grandes potencias? Todo análisis de la guerra que Israel y el llamado Eje de la Resistencia libran desde hace muchos años debe partir de cuatro presupuestos:
