Con la aviesa intención de hacerle creer al pueblo entrerriano y al país que su voto a favor del mamotreto calificado como “Ley Bases” es para beneficiar a Entre Ríos y Concordia, el senador Edgardo Kueider (puesto a dedo por su mentor Gustavo Bordet, pero votado por los afiliados al peronismo y al Frente Todos por la Patria), nos miente en la cara diciéndonos que a partir de su gestión con la runfla delincuencial que comanda Milei, Entre Ríos PRODRA HACER algo que, en rigor, ya viene ejecutado desde hace 15 años. En efecto, desde que Juan Carlos Chagas asumió la presidencia de la Delegación Argentina en 2009, nunca más hasta la llegada de Milei, la CTM dejó de tener un presidente y/o una Delegación que no estuviera integrada completamente por hombres de la región de Salto Grande o de Entre Ríos. Por si faltaran datos, la pelea de esta provincia por tener mayor injerencia en el manejo de Salto Grande comenzó con Raúl Alfonsín Presidente y Sergio Montiel de Gobernador, cuando este ubicó en la presidencia de CTM a Eduardo Solari, un luchador y defensor de los DD.HH. durante la dictadura militar. El menemismo volvió todo para atrás, hasta que, en el año 1998 (casi al final del mandato de Carlos Menem) se promulgó la Ley de Excedentes de Salto Grande (Ley 24.954). Con posterioridad a esa ley, la provincia de Entre Ríos consiguió mediante un acuerdo político con el gobierno kirchnerista, ser la responsable de designar a los Delegados de la CTM.