El Gobierno argentino oficializó la entrega al Gobierno de los Estados Unidos de la base de datos del programa Tribuna Segura, medida que afectará a más de 15.000 personas con derecho de admisión en el país, quienes no podrán ingresar a los estadios durante el Mundial de Clubes FIFA 2025. El torneo se disputará entre el 15 de junio y el 13 de julio en territorio estadounidense.
La próxima semana, Argentina recibirá al almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), en lo que se presenta como una visita oficial de tres días. Según informó la Embajada de EEUU, Holsey se reunirá con autoridades del gobierno nacional y las Fuerzas Armadas. Aunque se enmarca en la “cooperación bilateral” y la “seguridad regional”, la incógnita gira si se trata de un nuevo paso en la geopolítica de EEUU en Argentina.
En el aniversario de la Gesta de Malvinas, los actos oficiales estuvieron marcados por discursos que, lejos de reivindicar la soberanía argentina, profundizaron la entrega y el vaciamiento simbólico. Entre el servilismo explícito de Javier Milei y el panamericanismo fantasioso de Victoria Villarruel, se desdibujó la causa Malvinas, se marginó a los excombatientes y se volvió a poner en juego la memoria histórica de un reclamo que trasciende gobiernos.
El capitalismo está mutando desde el dominio de la economía mundial hacia el interior de los países, ya sean centrales o no, pero que se encuentran sumidos en una crisis profunda debido a la implosión resultante de crisis acumuladas, especialmente desde 2008, que arrastró al mundo entero. El título de esta nota hace referencia a que el próximo canciller de la otrora poderosa Alemania será nada menos que un CEO de BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo, dirigido por el sionista Larry Fink.
El conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha puesto en jaque la estabilidad mundial, tiene raíces profundas que van más allá del relato simplista de agresores y víctimas. Desde el golpe de Estado en Kiev en 2014 hasta la actual confrontación entre bloques geopolíticos, la guerra es el escenario de una disputa por hegemonía, recursos y poder. Este análisis examina los factores estratégicos, económicos e históricos que han llevado a la escalada del enfrentamiento y sus implicancias en el tablero internacional.
El cóndor, como ave, es un hermoso "buceador" de las alturas de las montañas y representa la majestuosidad de las aves en su evolución como especie única. Pero también, la palabra "Cóndor" sirvió para denominar la siniestralidad de una conjura ideada por el "imperio" para avasallar, asesinar y destruir los intentos emancipatorios de América Latina, en una saga que todavía ha dejado las "estructuras" políticas y económicas como residuos de esas siniestras dictaduras que supimos conseguir y sufrir. Se traducen en una cifra como símbolo perenne de la memoria: Fueron 30.000.
Es muy probable que el cese de una guerra innecesaria se produzca en una fecha muy importante para uno de los principales actores, pero con el acompañamiento de quien, en la administración anterior de EE. UU., fue el principal responsable del inicio de las hostilidades, que no se iniciaron en 2022 sino en 2014 con el golpe de Estado en Ucrania y el advenimiento de Volodimir Zelenski al poder, con la destitución del presidente legítimo. Luego se sumaron las fuerzas de la OTAN, comandadas por EE. UU., y los halcones de ultraderecha, que creyeron que era una "excursión de pesca" y menospreciaron la verdadera capacidad de la Federación Rusa y su notable rearme luego de la defenestración de la "banda" de plutócratas y oligarcas que fueron expulsados del poder por el partido de Vladimir Putin. Este inició una recuperación asombrosa que dejó atónitos a propios y extraños, y cuyos ejércitos, tanto terrestres como aéreos, destrozaron todo intento ofensivo de las fuerzas ucranianas, dotadas de todo el armamento que les suministraron tanto EE. UU. como la OTAN.
La administración de Donald Trump, en su afán de revanchismo contra sus rivales del Partido Demócrata, destapó sin duda un secreto a voces que, por lo menos desde el inicio de la Guerra Fría, determinó lo esencial de la política exterior de EE.UU. Todas las decenas de guerras e invasiones practicadas por el "imperio del bien" después de la Segunda Guerra Mundial contra los gobiernos "desobedientes" tuvieron su etapa previa, "híbrida", como se dice ahora, es decir, un trabajo de desestabilización interna. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por sus siglas USAID, fue un instrumento supuestamente de ayuda humanitaria, creado para la cooperación y asistencia con otros países.
Los imperios han existido desde hace siglos. Todos ellos fueron procesos de colonización y explotación, acompañados de una ideología que considera al colonizador como un ser superior al colonizado. Ya una generación antes de Cristo, Augusto liquidó la República Romana apelando a la religión, presentándose como el preferido de Apolo, poniendo al Senado bajo su autoridad y convirtiéndose en el primer emperador romano. Augusto capitalizó la inestabilidad social del momento con un carismático, demagógico y estratégico discurso de "hacer Roma grande de nuevo". Medio milenio más tarde, Augústulo fue el último emperador del Imperio de Occidente, derrotado por los "bárbaros germanos".
Días atrás, el diario Aurora informó que “Jonathan Greenblatt, director de la Liga Antidifamación (ADL por sus siglas en inglés), afirmó que, “según los datos de la organización, el antisemitismo en Estados Unidos ha experimentado un alarmante aumento del 900% en los últimos diez años. Este crecimiento no ha hecho más que aumentar exponencialmente desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023” (Aurora 14-1-25).