El Presidente decidió que se aplique un aumento de al menos el 12% a su salario y el de su gabinete, pese a la marcha atrás que impuso sobre la actualización de la dieta de los legisladores nacionales. Conocida la noticia, dijo que fue un ajuste “automático” que revertirá, pero no es cierto: el decreto que lo dispuso lleva su firma.