El problema es que no nos gusta mucho indagar con sinceridad las razones del suicidio y mandamos al exilio de la memoria lo que nos ha sucedido recientemente. Quizá el 19 de Noviembre exista la posibilidad de un suicidio colectivo descomunal si la irracionalidad triunfara. En ese caso, sería por azar, por una contingencia fortuita o por una maldición bíblica.
Por supuesto que no, hay una historia detrás, y va de suyo que no todos tenemos la misma responsabilidad en el entramado de esta historia. Pero al mismo tiempo, todos formamos parte de ella.
Y mejor que nos pongamos a pensar qué es lo que esa historia ha hecho con y de nosotros. Y más aún, qué es lo que somos capaces de hacer con «eso» que nos han hecho y que hemos hecho o dejado de hacer. Porque también hemos dejado de hacer, entre otras cosas, hemos dejado de ejercer, en el campo de lo político, una imaginación, una audacia, una resolución crítica que nos permita construir una alternativa popular autónoma que nos sustraiga de la dependencia respecto de las variantes repetitivas que el sistema se digna a ofrecernos. Porque todas las variantes posibles, ninguna de las cuales pudo o quiso sustraerse a ser rehén de los «poderes fácticos», como se usa ahora a llamar a la nueva y vieja clase dominante. O sea, con el viejo truco del «chivo emisario», para salvar a la democracia, y es cierto, todos los racionales, cerrando los ojos, iremos a votar a la única opción frente a la nada misma. Pero ¿cómo llegamos a esta situación? ¿Por qué en los últimos ocho años, los dos gobiernos siguientes fueron cómplices, uno por vaciador del país, sometimiento de la justicia y depredador del sistema social, y el otro por pusilánime en tomar decisiones cruciales por cobardía política, que terminaron de hacer posible la aparición del «monstruo» y del «enojado» hartazgo de la gente, que es su alimento? Y estamos en la posibilidad del mayor triunfo que el «sistema podría pedir, que ante la inoperancia de los unos, retornaran Menem y Macri en una sola persona disfrazados de lo nuevo. Porque cuidado, una auténtica repetición siempre aparece como una novedad.
Y sin embargo, la cosa tiene lógica, ya que no es solo culpa de los gobiernos a lo largo de los últimos tiempos. Donde el poder del capital mundializado, con la inestimable ayuda y las redes antisociales, que son el nuevo sostén ideológico para la mayoría de la sociedad colonizada por el fascismo cognitivo, produjo un proceso de despolitización y la desconfianza de la política, esa que sigue siendo la de «arriba», puesto que no supimos imponer «la de abajo», en la que pescan a sus anchas las neo derechas que fingen ser «no casta». Que esas neo derechas sean o no fascistas es una discusión que habrá que dar. Tendremos que hacernos la idea de que la política, como la conocimos en los últimos 40 años, no existe más. La motosierra es un síntoma y un símbolo de contornos siniestros que demuestra que el sistema de partidos, la lógica representativa, la idea misma de representación han volado por los aires. El Estado como árbitro más o menos «bonapartista» tiene debilitado su prestigio. El mercado ese que desde los 90 se dice que «vota todos los días», organiza lo que podemos concebir en nuestras cabezas, con el comando a distancia del Imperio y su lenguaje a través del capital. Y nuestro lenguaje político, que es lo que nos hace propiamente humano, se ha degradado tanto en que ya no se sabe cómo hablar, ni qué decir.
Estamos en un problema: «cuando una sociedad no sabe qué hacer, la Filosofía no sabe qué pensar». Por eso, mucho cuidado, las sociedades a veces sí se suicidan. Espero que el 20 de Noviembre, cuando amanezcamos, estemos todos vivos.
Jorge Swerti
Muy real la nota, pero agregaría, que muchos Argentinos gozan de una ignorancia muy grande y con mucha soberbia, también ignorancia política e histórica. Y los grandes triunfadores en este permanente acciónar maligno y mafioso, sabemos es Clarín y todos sus medios en el país, que superan los 350, más La Nazión, y también el grupo Vila-Manzano, entre otros, más las corporaciones nacionales e internacionales. En una sociedad, que lo llevaron a odiar su patria, sin haber echo nada, por ella, y que se quejan con odio de todo y más que nada contra el Peronismo. Pero nuca se preguntan hacia adentro, en que los daño, el Justicialismo, y más después de casi 80 años. Recordar que el odio genera rencor y este genera caos, sumada ignoracia y soberbia, ni hablar gran parte porteña.
cacho sorokin
Muy buena esta nota! Siendo positiva acerca de lo que tenemos que hacer el 19/11 no cae en la apología de esta alternativa. Al contrario, sin bajar los fundamentos que expone para votar por la PATRIA (para los que no quieren que este sea un voto por Sergio Massa) critica, sobre todo, al gobierno que en los últimos cuatro años (del mismo signo) fue incapaz de desarmar el poder real del capital concentrado y que en política significó dar de comer al monstruo que puede llegar a dirigir el país desde el 10 de diciembre. Cacho Sorokin
HUGO
Es obvio que estamos en un callejón sin salida. Pero lo que la gente piensa es que tiene que optar entre lo desconocido, pero con buenos augurios y proyectos a largo plazo y mas de lo mismo, inflación, asesinatos, corrupción enquistada en la casa rosada, malandras del gobierno gastando plata por el mundo adelante de todo el mundo, total a nadie le importa que le roben a cara descubierta, y los corruptos saben que esa gente los va a volver a votar.