Hablando en la primera nota acerca de la compleja manipulación para direccionar el voto y cómo la autocensura se produce en el trabajo por miedo a las consecuencias negativas. El sistema perfeccionó su sistema diabólico. No te prohíbe protestar: te agota hasta que impidas organizarte. Te dispersan en mil causas fragmentadas que nunca convergen. Es como si te dieran un micrófono mientras desconectan los altavoces. Te hace sentir que tu tuit furioso es activismo. La ilusión de participación es más efectiva que la represión directa, porque te hace cómplice secundario de tu propia impotencia. Te hace sentir poderoso mientras perpetúa tu propia impotencia.
En la democracia moderna, el voto ya no es sinónimo de poder ciudadano, sino un mecanismo que legitima un sistema de dominación encubierta. La participación electoral se ha transformado en un ritual simbólico, mientras el neoliberalismo y la psico-política manipulan emociones, datos y comportamientos para controlar a los ciudadanos sin necesidad de represión explícita. La democracia, concebida siglos atrás para sociedades analfabetas, hoy funciona como laboratorio de experimentación conductual, donde el marketing político reemplaza a la política real.
En las últimas semanas se habló mucho, pero en términos condicionales, para intentar explicar o justificar la relación entre Martín Menem (presidente de la Cámara de Diputados) y Nicolás Hazaff. Se especula qué clase de vínculos los une: serían socios, habrían mantenido negocios, etc. Es una forma de periodismo del rumor fidedigno, que tiene mucho éxito frente al público ingenuo, pero casi siempre termina en frustración y desencanto cuando el escándalo llega a la justicia, y las supuestas fuentes de la relativización del hecho desaparecen del diccionario de un sector bastante amplio del periodismo vernáculo. Porque el verdadero desafío está en verificar el dato sin perderse en los laberintos empresariales que se inventa la “casta” para ocultar los negocios a espaldas de la gente.
Mientras se codean con expresidentes, financian campañas electorales y acumulan propiedades en los barrios más exclusivos, los Kovalivker construyeron un imperio farmacéutico que hoy está en el centro de un escándalo nacional. Con vínculos directos con Karina Milei, los Menem y Mauricio Macri, la familia detrás de Suizo Argentina S.A. aparece implicada en una red de coimas, negocios offshore y una feroz disputa con los laboratorios más poderosos del país. Una radiografía del poder, el dinero y la corrupción en la “Suiza Argentina”.
El presidente argentino, Javier Milei, viajó a Israel a mediados de junio para estrechar vínculos con el primer ministro Netanyahu. Hay que recordar que ambos mandatarios se encuentran investigados por diferentes delitos ligados a procesos de corrupción. Según analistas israelíes, la ofensiva genocida sobre Gaza está íntimamente ligada con el interés del mandatario israelí de posponer las indagatorias relacionadas con las causas de corrupción que involucran a él y a su esposa.
En su desesperación por conseguir un logro positivo para su gestión, el mitómano de Donald Trump ha puesto la mira, para sus apetencias imperiales, sobre Venezuela, tildándola de dictadura y a Maduro de narcotraficante y líder del cartel de Los Soles como fundamento para encarar una invasión, una de las tantas que el imperio yanqui ha abusado en la historia americana y del mundo.
Venezuela vuelve a estar en la mira de Estados Unidos, bajo acusaciones de narcoterrorismo y en el marco de una política imperialista que ya tuvo antecedentes en Irak y otros países. El texto repasa el rol de Chávez en la nacionalización del petróleo, los intereses en juego y la amenaza de desestabilización que podría extenderse a toda la región.
Desde hace mucho tiempo, la influencia de los laboratorios de sustancias medicinales ha sido protagonista de una "batalla" competitiva por la investigación y producción de medicamentos para ser aplicados en la salud humana. Junto con la fabricación de armas, la inversión petrolera y la especulación financiera, constituyen el nodo central de fuentes de inmensa cantidad de dinero.
La argentina bajo el gobierno de Javier Milei revela un escenario distópico donde el poder se ejerce sin proceso, la corrupción impregna todos los planos de la vida social y la violencia simbólica y material se naturaliza como destino. Entre la motosierra y la farsa mesiánica de un “salvador”, el presente se degrada y el futuro aparece hipotecado.
A 53 años de la masacre de Trelew, el recuerdo de los 19 militantes fusilados en la Base Almirante Zar sigue siendo una herida abierta en la memoria colectiva. En plena dictadura de Lanusse, la represión militar transformó en tragedia la fallida fuga de Rawson. Sólo tres sobrevivieron para contar el horror. Entre los fusilados estaba Alfredo Kohon, de Concordia, de apenas 19 años.