Esta sociedad tendrá que involucrarse más en el conocimiento de la cosa pública o perecerá. El actual contrato social está en desuso, se echa de menos el quite de derechos y libertades. Vivimos una época en que te dicen como si nada, que la tierra es plana y que las vacunas no sirven para nada, más bien enferman. Una época en que resulta difícil distinguir una mentira de la verdad. Escuchamos y vemos cosas que nunca pensamos ver, ni oír. Como parte de la batalla cultural, el presidente Milei acaba de regalarle a sus ministros un libro y recomendarlo : “Defender lo indefendible”, de Walter Block. En el, su autor hace una defensa económica y filosófica de personajes que considerábamos “lacra social”: hablamos de empleadores de trabajo infantil, proxenetas, especuladores, usureros, traficantes de drogas. Toda “gente de bien” como le gusta decir. Hoy te venden como si nada que lo mejor del gobierno es la baja inflación… pero, es más alta que en tiempos que gobernaba Cristina, tiempos en que se afirmaba: “ya no se puede más de tanta inflación”. Aunque puede sospecharse que el dato duela, debe decirse, aunque te haga sentir un pavote estafado que se creyó la mentira de 2015 sobre que Macri, nada menos, iba a mejorar tu vida. Pero, son pocos los que prestan atención, parecemos una sociedad desganada de conocimiento. Cambalache Siglo XXI, un siglo después, una nueva era en la que la mitad de esta sociedad optó por: “Defender lo Indefendible”, mirar para otro lado, desentenderse, festejar el sufrimiento y sentir repulsiva la consigna “la patria es el otro”. Cómo si ser solidarios, pensar en los más necesitados, es de idiotas y lúmpenes.
Un recorrido histórico y político por el rol del petróleo en Venezuela y las disputas de poder que marcaron su destino desde el siglo XX hasta la llegada del chavismo. De la nacionalización inconclusa y el Pacto de Punto Fijo a la Revolución Bolivariana, el texto analiza las razones económicas y geopolíticas detrás de la persistente estrategia de Estados Unidos para condicionar el rumbo político del país.
Este es el título de una de las primeras películas porno en la Argentina, a principios del siglo XX, dirigida por Ariel Magnus. Y ustedes, estimados lectores, querrán saber qué relación trato de establecer con las festividades de fin de año.
La publicación de la más reciente Estrategia de Seguridad Nacional (NSS) de los Estados Unidos ha provocado un verdadero colapso entre la clase política y los think tanks europeos. De Berlín a Bruselas y Varsovia, es un solo lamento desconcertado por el hecho de que los EE. UU. parezcan anteponer sus propios intereses y ya no estén dispuestos a desempeñar el papel que se les había asignado como garantes incondicionales de la seguridad de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial.
En el tiempo de las mesas incompletas y las sillas vacías, la memoria vuelve a poblarse de presencias. A partir del poema de Cortázar, este escrito recupera la figura de Claudio “Pocho” Lepratti, militante social asesinado en diciembre de 2001, como símbolo de esos hermanos que no conocimos del todo, pero que siguen vivos en la conciencia colectiva, en la lucha y en el altar íntimo de la memoria.
En el intrincado paisaje de nuestra realidad, un componente fundamental que nos ayuda a moldear la percepción es charlar con personas sobre cuestiones que generan opiniones y debates interesantes. La oralidad es una herramienta poderosa para construir y mantener vínculos basados en la confianza y la transparencia. En ocasiones suelo pasar por un puesto de venta de garrapiñada de un compañero, lugar en el que siempre el silencio se vuelve incómodo, donde se plantean un sinfín de temas que van desde cuestiones cotidianas hasta dilemas éticos. En esta oportunidad, atraparon mi atención dos cuestiones que se planteaban: “pareciera que los argentinos queremos ser una colonia de los gringos” y otra más doméstica: “¿las cosas que se le escuchan al intendente Azcué son verdad o son tan solo palabras?”.
Al señor presidente se le ha muerto alguien en su propia casa, en la casa que habita mientras dure su mandato. Un granadero que estaba ahí para cuidarlo a él y a su corte de los milagros. Los partes oficiales dicen que se suicidó, que tenía deudas. Rodrigo Gómez se llamaba el soldado que pertenecía al Escuadrón Chacabuco, que forma parte del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín del Ejército Argentino, encargado de la seguridad presidencial en la quinta de Olivos. Era un pibe de 21 años, que seguramente soñaba con servir a la patria, independientemente de quien estuviera en el poder. Se habrá imaginado mil veces firme saludando con una venia al primer mandatario. En treinta años tal vez hubiera llegado a conocer a seis o siete presidentes distintos, pero no. Se pegó un tiro, dicen los partes oficiales. ¿Y qué hace el señor presidente a las pocas horas? Se va a su streaming favorito y se caga de la risa. Hace chistes, se muestra feliz, mientas los padres de Rodrigo Gómez viajan en auto desde Misiones para que el señor presidente les devuelva el cuerpo de su hijo. Ellos vieron salir a un pibe con futuro, a un granadero con sueños y el presidente les devuelve un cadáver. ¿Dónde está lo gracioso? ¿Lo divierte que sus payasos a sueldo deshonren al soldado muerto en su streaming favorito acusándolo de timbero? ¿Le pareció correcto traer a sus padres en un auto recorriendo 1100 kilómetros en vez de poner a su disposición algún avión de los que usa el propio presidente?
Una mirada crítica sobre la persistencia de las lógicas imperiales, el saqueo de los recursos y el uso de la democracia como disfraz de la rapiña global, desde la piratería colonial hasta las actuales formas de coerción política, económica y militar en América Latina y el Caribe.
En nombre de una “reforma del Estado” que avanza sobre derechos históricos, el gobierno pone bajo la lupa al Estatuto del Periodista, uno de los últimos diques frente al avance del poder económico, la mercantilización de la información y la colonización de las conciencias. En un escenario de justicia complaciente, medios concentrados y mercados convertidos en soberanos, el periodismo crítico vuelve a ser señalado como enemigo por cumplir su función esencial: denunciar, resistir y no callar.
El INTA -Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria- es una institución que ha sido modelo en América y el mundo de desarrollo tecnológico al servicio de los productores agropecuarios nacionales. Su trabajo a apuntalado nuestra soberanía productiva garantizando la investigación y experimentación agricologanadera a lo largo y ancho del país, desarrollando no solo los aspectos agrícolas y pecuarios, sino también los estudios de los suelos y ecosistemas productivos nacionales permitiendo mejorar la producción eje de nuestra economía y apuntalar los conocimientos a través de los cuales decenas de miles de pequeños productores a lo largo y ancho del país mejoraron sus esquemas económicos.
5 comentarios
Ariel
Mes a mes sigo los datos de la inflación y comparo con el gobierno de CFK y la de Milei siempre es más y la gente repite bobadas. Pero la gente voto esto y ahora agua y ajo, opino de las mismísima bronca que tengo.
Jorge
Ante este panorama se puede empezar a cambiar la historia no con palabras sino con gestos y acciones concretas y cotidianas. Si realmente creemos que » la patria es el otro» hoy lo transgresor es hacer con otros y por otros. No quedarnos solos ni dejar solos a los demás. Lo colectivo transforma, estos angurrientos del dinero nunca podrán borrar del ser argentino lo solidario, la gauchada, la batalla cultural es esa, contra la salida individual volver a sentirnos comunidad…y actuar pensando en los demás. Dejemos la queja y hagamos cada día algo por alguien. Aunque sea pequeño
María del Jesús
Ese tangaso de realidad escrito en el siglo pasado, e interpretado por un gran artista y cantante, que era justamente un Peronista, y por ello y con su fama, aún, la sociedad burguesa le dió la espalda. Idolo, Enrique Santos Discepolo, que en los años 30, escribió la verdad, que vivimos, llevada a cabo por secuaces ignorantes antipatrias. En dos años han entregado la patria, con una crueldad sin fin. Basta ver los sanatorios, hospitales y farmacias, abarrotada de ciudadanos enfermos, de tanto daño y pobreza, generado por estos HDP. Las calles de las ciudades vacías, comercios cerrados y quebrados, cuando se irán, y gran parte, de la población, sin odio aprenderá ser responsable con su voto.
juan
La favelizacion en vivo, con un gran respeto a los habitantes depositados en ellas al servicio de la mano de obra barata para enriquecer a unos pocos
Román Vartorelli
ÚLTIMA FASE DEL PLAN ANGLOSIONISTA DE CONQUISTA DE LA ARGENTINA CON AYUDA DE CHILE. EL PUEBLO LO VA A HACER FRACASAR. EN BREVE. 🤡💩💥☄️🔥☠️ = 🌈☀️🇦🇷