Los turistas desembolsaron, en promedio, $67.518 diarios cada uno, y la estadía media fue de 2,4 días (vs. 3,3 jornadas el año pasado).
El visitante este año fue mucho más austero, notándose el menor poder adquisitivo. Viajó, pero priorizó las actividades gratuitas y redujo su demanda gastronómica. Fue común ver ciudades con ocupación hotelera en niveles muy altos y a la vez, confiterías y restaurantes semivacíos.
El tiempo fue mayormente bueno, combinando sol con nubes y temperaturas primaverales que alentaron a recorrer playas, termas, montañas, y paseos.
Entre las ciudades más concurridas estuvieron: Mar del Plata, Cariló, Mar de las Pampas, Sierra de la Ventana, Villa General Belgrano, Esteros del Iberá, San Rafael, Salta, Bariloche, Puerto Madryn, El Calafate, Puerto Iguazú y Federación.
En lo que va del año ya se cuentan cinco fines de semana largos, donde viajaron 9,8 millones de turistas y gastaron $1,6 billones.