Familiares y allegados de ambas partes acudieron a los Tribunales de Concordia a presenciar el juicio contra Soledad Mitre, como así también, testigos del hecho y medios de prensa. En el recinto estuvieron presentes el vocal Germán Dri, que preside el Tribunal; el fiscal a cargo de la investigación, Martin Núñez y su par, Mario Guerrero; los abogados Rubén Pagliotto y Antonio Mainez en representación de la familia de Bertoldi; y Miguel Cullen como defensor de la kinesióloga.

Tras la presentación formal de los hechos por parte del fiscal Núñez, tuvo la palabra en primer lugar la acusada de Homicidio Culposo o Mala Praxis, Soledad Mitre, quien se negó a declarar y dijo que lo hará al final del proceso. En tanto, su abogado defensor habló por ella y calificó la muerte de Bertoldi como “una fatalidad”

Más adelante, fueron ingresando al recinto los distintos testigos del hecho, entre los que se encontraba el Dr Omar Saporito, quien atendió a la víctima cuando ingresó al Sanatorio Garat, funcionarios policiales, una paciente que estaba en la clínica de Mitre y presenció toda la secuencia, Guillermo White, esposo de Claudia y su hija Camila, además de Profesionales de distintas áreas que mencionaron cuestiones técnicas, carencias del consultorio e  instrumentos utilizados durante la intervención estética

Entre las declaraciones más relevantes se encuentran las del médico clínico, Saporito, quien ratificó su postura respecto a que la paciente llegó sin vida al Sanatorio Garat producto de un paro cardiorespiratorio, y recordó que le hicieron unos 50 minutos de RCP además de aplicarle medicamentos para tratar de reestablecer el ritmo cardíaco, “pero nunca hubo síntomas de vida”

Otro de los testimonios de vital importancia fue el del Bioingeniero de Paraná, Martín Irigoyen, quien formuló un detallado informe respecto al equipamiento e instalaciones de la clínica propiedad de la acusada y en donde falleció Bertoldi, como así también, del aparato de carboxiterapia utilizado en la intervención estética. En su declaración, el profesional volvió a nombrar las irregularidades e incumplimientos observados en su informe, en cuanto a medidas de seguridad y emergencia del establecimiento, entre otras puntos.

En tercer lugar, el fiscal Núñez llamó a declarar al marido de la víctima, Guillermo White, quien en su testimonio remarcó que “Claudia tenía una salud impecable”. Previamente, hizo un resumen de lo ocurrido desde que la dejó en el consultorio de Mitre hasta que enfrentó “la parte más difícil”: decirle a sus hijos de 5, 12 y 20 años en ese momento, que su madre no iba a volver. En tanto, allí mismo, recordó que la kinesióloga jamás se acercó para pedir disculpas ni tuvo siquiera una señal de compasión al menos hacia sus hijos. “Por el contrario, siempre nos miró con desprecio y como si fuéramos nosotros los asesinos”

Pero fue sin dudas la declaración de Camila White, hoy de 23 años, la más estremecedora de la jornada. La hija mayor de Claudia volvió a ese 23 de septiembre en el que Soledad Mitre se comunicó a su teléfono para informarle que su mamá estaba en una camilla descompensada. “Fui a cuidar a mis hermanos y dos horas después vino papá y nos contó que había muerto. Fue desgarrador”, dijo en llantos. “Muy, muy difícil para nosotros porque mi mamá era la base de nuestra familia, fue como sin nos hubieran sacado el piso y no teníamos donde estar parados”, remarcó. “Mi papá quedó destruido y al frente de todo junto a mis tíos, yo dejé la facultad y mis hermanos eran unos bebotes. Con la muerte de mi mamá se desmoronó mi familia”, concluyó.

De esta manera, la primer jornada del juicio por la muerte de Claudia Bertoldi, reprogramado en varias oportunidades, finalizó tras 5 horas de debate y pasó a cuarto intermedio para mañana martes 22 de abril, donde continuarán las declaraciones testimoniales.