Que significa tener un Estado de Derecho, sino tiene un sistema socio político lo respalde y lo garantice ? Este es un interrogante que ha marcado gran parte de la reflexión Jurídica , Filosófica y Política desde el siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI.
El Gobierno no encuentra palabras para defender lo indefendible. La codicia extrema y el halo de impunidad del cual se creía investido, se desvanecido con un simple posteo induciendo a la inversión multimillonaria que condujo a una estafa monumental.
Hacia mitad del siglo pasado, cuando todavía no había explotado la revolución tecnológica, ni muchos menos la ídem informática, los códigos morales y sociales estaban más establecidos en ese limbo de estabilidad que hace que cada generación piense que sus ‘valores’ además de eternos son los mejores que ha alcanzado la humanidad hasta el presente; y, que inevitablemente se horrorice de los de la ‘nueva moral’ (in) que proponen e inauguran sus sucesores, y se sumerjan en una retórica, no por reiterada, menos absurda y obsoleta, explicando a quien quiera oír, que todo tiempo pasado fue mejor y que los jóvenes de hoy han perdido el rumbo y son definitivamente unos inmorales.
Como inaugurando una nueva era, Donald Trump volvió con discursos imperialistas explícitos que sepultan todas las formalidades de la diplomacia. Propone erigir una nueva "edad de oro" para su país sobre los escombros del resto. Ya sea comprar Groenlandia, recuperar "como sea" el Canal de Panamá, anexar Canadá son proclamas extremas de una pretensión imperial sin disfraces. Su descaro transparenta todas las falacias del globalismo liberal que disfraza los mismos propósitos con hipócritas exaltaciones a la democracia y a la libertad, proclamando su ambición de dominio soslayando esa grandilocuencia en forma de bravuconadas para infundir temor y luego sentarse a extorsionar para sacar ventajas.
No existe en los anales de nuestra historia un hecho delictivo de corrupción financiera de tal proporción, en la cual el principal actor, es nada menos que un Presidente de la Nación. Solamente una persona engolada de un "halo de impunidad" absoluta puede aventurarse a una acción tan inmoral y descarada en la cual hipoteca el honor de todos los argentinos que sufren una profunda decepción ante tanta realidad que hasta podría inscribirse en los anales de una ficción política.
Nadie puede calcular con certeza hasta donde llegará el impacto del escándalo de la estafa por la criptomoneda auspiciada por Milei. Lo que si queda claro es que los intereses del saqueo de Argentina, prontos a vaciar en los próximos meses el capital país, y el capital social acumulado en un siglo de luchas sociales, están preocupados por la incertidumbre generada sobre todo por el ingreso al ring de la Oficina Federal de Investigaciones, FBI (USA), hasta donde han llegado los damnificados pidiendo justicia. Tampoco se sabe cuáles serán los pasos de la Jueza Servini, adjudicataria de las denuncias locales. Aunque se sabe que su mayor influencer, Mauricio Macri, esta aprovechando la oportunidad para presionar, (una vez más y van…) a Milei, para que concrete una alianza entre su partido, LLA, y el PRO, (porque éste, de otra manera desaparecería), declarando en sus propios medios de desinformación pública que “lo que ha pasado es grave”[i]
La Municipalidad de Concordia anunció con entusiasmo una histórica reducción de tasas, prometiendo alivio para los contribuyentes. Sin embargo, al analizar la reforma con detenimiento, se revela una realidad distinta: plasma un incremento cercano al 140% en torno a los valores de la Tasa Sanitaria y la Tasa Inmobiliaria y genera un aumento del 0,3% en la Tasa Comercial para muchas pequeñas y medianas empresas (Pymes).
El dato surge de la información[i] disponible sobre el universo total de quienes cayeron en la trampa de la criptomoneda. Si bien hay víctimas internacionales, lo que da lugar a la intervención de estudios jurídicos del exterior, la gran mayoría de los estafados son argentinos seguidores del presidente de la Nación en sus redes sociales. La magnitud surge de comparar el dato: 40.000, con la población total del país, lo que nos da una cifra de 1 víctima cada 1.000 habitantes, lo que respalda la estimación. Otra cuestión que surge de la información disponible es que la gran mayoría de las víctimas son seguidores del presidente en las redes sociales, dado que la explosión de adquisiciones de la criptomoneda trucha surgió inmediatamente que Milei lo promocionó en sus redes sociales, donde tiene casi cuatro millones de seguidores. El posteo que hizo el presidente estuvo apenas 4 horas, hasta que fue borrado, y en ese tiempo fue el que se desencadenó la furia especulativa que terminó en una estafa que supera los 100 millones de dólares.
Cuáles son las funciones primarias y esenciales de un presidente, al menos para el nuestro, no parecieran estar tan claras. Entre las horas finales del viernes 14 y las primeras del sábado 15, se produjo un hecho inusual y disruptivo, podríamos decir una “rara avis” en el mundo de la política universal. No fue un hecho sólo sorprendente por el extrañamiento con las funciones de un primer mandatario, sino por los resultados deletéreos que provocó en el patrimonio de decenas de miles de crédulos inversionistas en criptomonedas.
Donald Trump ha irrumpido en el escenario político mundial, con la imponencia de un soberano dispuesto a aplicar sanciones y reglas para todo el mundo que se oponga a sus intereses políticos y económicos. La base del programa de Trump, está centrada en la idea engañosa de proteger a la "seguridad nacional de los EEUU, y ponerse encima de cualquier norma, o acuerdo y en "libertad" de cometer delitos, crímenes y vulneraciones a derechos en cualquier lugar del planeta. La arremetida contra los inmigrantes, en un país edificado por migrantes (sangre esclava), tiene ondas similitudes al programa Nazi de "solución final", aunque no es nueva la repatriación, solo que Trump agita una narrativa más restrictiva e inhumana que promete crueldad, acoso y persecución, y como el "pintor austríaco" sostiene el programa de solución final en un trípode de autoengaño similar: primero sugirió que la guerra no era una guerra, segundo que la había originado el destino, (Poncio Pilatos), y que los enemigos debían ser eliminados. Con esta conducta Trump y su Secretario de Transparencia Elon Musk (del tipo Goebbels).