El Ejecutivo Municipal informó que en las próximas semanas se pondrá en marcha una nueva normativa que regula las retenciones sobre los haberes del personal municipal. La medida, impulsada por el intendente, responde a la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los empleados municipales, «garantizando que ningún descuento afecte la subsistencia de las familias trabajadoras».

El nuevo esquema, que entrará en vigencia en agosto, establece un orden de prioridades en las retenciones que deben aplicarse, priorizando los aportes obligatorios (jubilación, obra social, sindicato) y las cuotas alimentarias. Además, fija topes legales a los embargos judiciales y a las retenciones voluntarias.

El Municipio notificará a cada agente sobre los descuentos aplicados y diferidos, asegurando una política de respeto por la legalidad vigente. «La decisión del Ejecutivo se sustenta en la necesidad de ordenar y transparentar el sistema de retenciones salariales, corrigiendo prácticas que en algunos casos afectan el ingreso disponible de los trabajadores. Frente a una realidad económica compleja, resulta prioritario garantizar que ningún descuento vulnere el derecho a la subsistencia ni la estabilidad del ingreso familiar», se expresó.

La mención sobre descuentos que «vulneran el derecho a la subsistencia» llamó la atención. En la primera gestión del ex intendente Enrique Cresto se decidió eliminar los códigos de descuento de las mutuales municipales que realizaban ese tipo de prácticas. “El sueldo de los empleados municipales estaba totalmente enajenado por lo que debían a las mutuales. Hicimos una ordenanza y terminamos con esos códigos de descuento. Hoy los empleados municipales de Concordia tienen uno de los mejores sueldos de Entre Ríos. Concordia está a la vanguardia, están todos los intendentes esperando cuánto aumentamos en Concordia”, dijo Cresto en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de 2019.

Esta mañana, Selva recordó que antes los gremios podían prestar dinero o financiar compras con las mutuales y tenían códigos propios por los cuales les estaba permitido descontar los préstamos directamente de los sueldos de los municipales. «Pero eso desde hace dos gestiones que se terminó cuando ingresa el ex intendente Cresto», indicó. No obstante, expresó que luego «la que abarcó todo eso fue la tarjeta de la Caja Mixta».

Selva subrayó que si bien la Caja Mixta es un ente privado, la responsabilidad por su funcionamiento corresponde al municipio. Selva sostuvo que se debe analizar si la Caja está prestando el rol que le corresponde en base al mutualismo. Es decir, una práctica basada en la economía solidaria, donde la ayuda recíproca y la cooperación son los pilares fundamentales, sin fines de lucro. O bien «es una tarjeta más que ayuda a salir del paso pero los hunde a los compañeros cada vez que tienen que tomar un crédito».

En la práctica concreta, el endeudamiento por encima de lo permitido se mantiene. «Hay trabajadores que no cobran nada», dijo el gremialista. «Tomás un crédito de $100.000. Te descuentan dos cuotas de $50.000 y quedás en cero con la deuda. Pero sobre el capital te aplican intereses sobre intereses. Es decir que seguís endeudado, nunca terminás. Es un círculo vicioso que no tiene fin y ha llevado a compañeros a cobrar $0,0 en sus recibos», acotó Selva.

La pregunta que todos se hacen es cómo salir de una situación de ese tipo. «Hoy es la situación en la que estamos los trabajadores en general, porque no sólo es un nicho o un porcentaje como eran años anteriores de trabajadores que estaban en esa situación», expresó. Selva remarcó que hay quienes acuden a la Caja Mixta, pero también otros acuden a tarjetas de crédito bancarias tomando deuda para «pagar lo básico que son los alimentos».

El problema económico es de fondo. «Hay que tratar de mejorar el poder adquisitivo y recuperar lo que hemos perdido día a día, pero desde la megadevaluación no hemos podido recuperarnos nunca», expresó Selva, en referencia a la jornada del 12 de diciembre de 2023, durante el segundo día del gobierno de Javier Milei, cuando se produjo una devaluación del tipo de cambio oficial de $366 a $800. «Puede llevarnos años recuperarnos», aseveró.

La advertencia por la situación del sector asalariado la viene expresando desde hace tiempo la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin ir más lejos, el 27 de junio pasado señaló que, más allá de los indicadores malos de la macroeconomía, «la micro es una tragedia social», refiriéndose al impacto del ajuste en las familias argentinas, que recurren al endeudamiento para cubrir necesidades básicas como la alimentación. Según datos oficiales citados por Kirchner, más del 50% de los hogares no llega a fin de mes, evidenciando una crisis social agravada por las políticas de recesión y ajuste.