En los comercios se encienden las tarifas mientras se apagan las ventas

“Antes de este tarifazo estábamos pagando $ 600.000 de luz. O sea que ahora, por el mismo consumo, estamos pagando $ 1.800.000. Un 300 % de aumento. Y no sabemos cuánto vamos a pagar ahora que empieza la época del aire acondicionado”, dijo Malleret.

Hace 34 años que el comercio de Malleret se mantiene abierto en calle 1° de Mayo 27. “Sinceramente nos afecta un montón. La luz la administramos, siempre estamos tratando de cuidar la energía porque sinceramente sino treparía a valores más altos”. La única forma es regular la iluminación interna del local, en vidrieras, vitrinas y muebles, apagando a las horas de menor circulación como la siesta porque el comercio abre horario corrido. Además han cambiado las lámparas incandescentes por leds.

El propietario del comercio admitió que la recesión influye en las ventas y a veces no alcanza a cubrir los costos fijos. “Yo tengo personal, son 18 empleados inscriptos en la actualidad, y sinceramente cubrir los servicios, los impuestos y la gran presión tributaria realmente es muy dificultoso”, admitió. Malleret pidió al sector político que se saquen impuestos, se bajen las tasas y que la energía tiene que bajar. A su vez, dijo que un aliciente es que es propietario de ese local, “¿Cuánto tendría que pagar si alquilaría?”, se preguntó. “Sostenemos porque somos luchadores, ya que hace más de 30 años que estamos, pero la energía es un servicio muy caro, más que costoso”.

“Cuando se hizo la represa de Salto Grande iba a ser para el desarrollo productivo de la región. Y esto es todo lo contrario. ¿Quién va a querer poner una industria o una empresa si en un comercio es insostenible la energía? ¿Cuánto más será en una industria?”.

Ausencia de turistas

Lampazzi destacó que el problema del incremento de los costos fijos agrava la situación de la falta de rentabilidad del sector comercial. Por ejemplo, dijo que es muy difícil que un pequeño comercio pague menos de un millón de pesos de luz. De ahí para arriba. “Una heladería, tenemos datos de heladerías que en temporadas bajas, en invierno, hablando de heladerías franquiciadas que están abiertas todo el año, no bajan de un millón y medio de pesos”, indicó.  Y sostuvo que la opción no es cerrar porque tienen que conservar sus productos y si deciden liquidar stock “es casi imposible”.

Lampazzi sostuvo que uno de los sectores más golpeados fue el gastronómico por la falta de uruguayos. DIARIOJUNIO consultó a Marcelo Domínguez, propietario de la pizzería “El Reloj” ubicada en calle Pellegrini, a media cuadra de la plaza 25 de Mayo, quien admitió que se siente la ausencia de los uruguayos de clase media quienes dejaron de venir el año pasado. Solo siguen llegando los habitantes del vecino país pero de clase media alta.

Por otra parte, el propietario del comercio admitió que los costos fijos son muy altos como el alquiler, el gas y la electricidad. La última factura de gas le costó $ 1.200.000 y la de luz $ 800.000. Solo en esos dos ítems, debió gastar $ 2 millones. “Y no es que podés trasladar esos costos a la carta. Hace un mes y medio que no toco la carta”, admitió. Pero, al mismo tiempo, sostuvo que justamente son los costos fijos los que lo obligan, de tanto en tanto, a modificar los precios y no el valor de la mercadería que se mantiene estable. De cualquier manera, se mostró esperanzado en que el gobierno derrote la inflación y que la mejora de los salarios comience a verse en breve. De esa forma, se mejore el poder adquisitivo de la población para volver a darse un gusto comiendo una pizza los fines de semana.  “En este país el problema es la inflación. Yo tengo varios años y conocí la hiperinflación. Me fundí trabajando y volví a empezar”, indicó el empresario gastronómico.

Reclamo por la tasa municipal

“Una carnicería no baja del millón de pesos ni cerca. Son valores muy grandes”, dijo el presidente del CCISC. El propietario de la carnicería “La Hacienda”, Rubén Carrricaberry, expresó que el costo de la factura de luz no es tan oneroso si se compara con la tasa de higiene. Por mes, aproximadamente paga $ 3 o $ 3,5 millones por mes de luz por el local ubicado en calle 3 de Febrero. A su vez, sostuvo que la única forma de ahorrar sería apagar una de las dos cámaras frigoríficas que tiene en el caso en que vendiese menos mercadería. “En vez de $ 3 millones, gastaré $ 1,5 millón”, dijo.

Aun así, sostuvo que es más barato que lo que cuesta la tasa municipal que es del 2,7 % sobre el total de la facturación. Y no hay forma de ahorrar en ese ítem porque va atada a la recaudación.  “Yo pago ocho millones de pesos por el impuesto municipal que no me brinda ningún servicio mientras que la luz en un servicio”, remarcó. “Pago ocho millones de pesos y no tengo ni calles en la ciudad. No tenemos ningún servicio de la municipalidad”, indicó. “Es una barbaridad lo que nos cobran para no brindarnos nada. Si fuera del 1 %, sería distinto”.

Carrricaberry sostuvo que el impuesto municipal es el ítem impositivo más alto que tienen los comercios. A eso se le añade el impuesto provincial Ingresos Brutos que es el 4,5 %. Por lo mencionado, sostuvo que la energía eléctrica es barata, ya que se “se paga porque se necesita”.

“Mediano plazo”

“Para una pyme es difícil adaptarse”, dijo Lampazzi. Es que a comparación de las grandes empresas, que pueden evaluar el consumo de una maquinaria que pueden adquirir para reducir el consumo, terminan trabajando con herramientas viejas o heladeras antiguas que tienen un consumo alto.  A su vez, les está vedada la posibilidad de comprar paneles solares para ahorrar debido al costo, a pesar de que bajaron los precios por la apertura de las importaciones. “Hay que hacer inversiones, pero en este contexto es difícil”, dijo.

“Con el contexto que estamos pasando, creo que demasiado que el comercio local está aguantando, sosteniendo los empleos. Siempre hay locales vacíos, pero, por lo que es el contexto, creo que demasiado bien se la viene bancando el empresario local”, indico a su vez Lampazzi. De hecho, sostuvo que en una encuesta que han realizado entre los comercios, se han encontrado con que la mayoría no piensa despedir empleados y hasta piensan en incorporar, pero, para ello, debe mejorar la situación económica.

Y sostuvo que hay una apuesta a que las medidas tengan éxito para tener una reactivación en el mediano plazo. ¿Mediano plazo sería?… «Y mediano plazo, hasta que se pueda aguantar”, indicó Lampazzi sin saber a ciencia cierta cuantos meses va a demandar la recuperación económica.